Casi una cuarta parte del personal que las empresas integraron a su nómina, y que antes estaba bajo el esquema de subcontratación, está recibiendo un salario menor, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Hasta inicios de agosto, más de 2.5 millones de personas han sido reconocidas por “los patrones reales”, pero al 23% le redujeron el sueldo.
- La mayoría de los trabajadores y las trabajadoras, el 77%, ha tenido un leve incremento salarial. De quienes han vivido la transición laboral, 1.2 millones gana 12% más en promedio, es decir, pasaron de tener un salario base de cotización de 469 a 525 pesos. En tanto, cerca de 670,000 personas, lo que equivale a 27%, percibe hasta 10% más. Sin embargo, a más de 575,000 personas, lo que representa un 23%, las empresas les han reducido el salario de cotización en la migración.
De acuerdo con Norma Gabriela López Castañeda, directora de Incorporación y Recaudación del IMSS, en algunos casos, además del decremento salarial, las empresas no están avisando al instituto sobre la sustitución patronal, “y aprovechan para hacer la migración y disminuir la prima de riesgos de trabajo” con la operación,
- La funcionaria dio a conocer esta información en el marco del Foro Nacional de Especialistas de Seguridad Social, convocado por el Colegio de Contadores Públicos de México. “No se vale” que sigan buscando la manera de evadir responsabilidades, sobre todo cuando los riesgos de trabajo se pueden disminuir con políticas efectivas de protección, señaló.
- Ese tipo de abusos de esquemas fiscales afectan a miles de personas en el monto de su pensión en un futuro, dijo, pero a corto plazo impacta en lo que podrían recibir por una incapacidad. También dañan a otras empresas, pues “por medio de estas artimañas rompen competencia leal”.
En tanto, en un encuentro con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el director general del IMSS, Zoé Robledo, dijo que ya tienen identificadas a las compañías que han migrado a sus trabajadores con salarios más bajos, por lo que se investigará el por qué de esta operación.
Reforma restitutoria, no recaudatoria
Antes de la reforma de subcontratación de abril de este año, las autoridades estimaban que había cerca de 4.5 millones de personas en este modelo. “No teníamos identificadas (a todas las empresas de subcontratación)”, pero con los trámites que deben hacer ahora “tenemos un nuevo universo que es de 5 millones de personas”, indicó Norma Gabriela López.
- El antiguo modelo de outsourcing permitía a las empresas poner a sus trabajadores y trabajadoras a disposición de otra. Entonces, lo que las compañías subcontrataban era a las personas que realizarían diversas actividades para su organización.
- Las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo (LFT) prohíben la subcontratación de personas y sólo permiten la de obras y servicios especializados. Esas ocupaciones no pueden ser el objeto social de la empresa y, si así fuera, quienes las desempeñen tendrán que ser contratadas de manera directa.
Eso es lo que está ocurriendo actualmente, el personal está migrando a la nómina del patrón real. Algunas empresas están reconociendo al personal que hasta ahora era de otra compañía y haciendo todos los trámites ante el IMSS o el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Y las organizaciones que se quieran dedicar a la subcontratación de obras y servicios, entre otros trámites, están consiguiendo el permiso de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para hacerlo. El Congreso había puesto un plazo que terminaba el 1 de agosto para terminar con todo esto, pero les dio una prórroga para el 1 de septiembre.
- De los 2.5 millones de personas que ya fueron contratadas directamente, 1.8 millones, es decir, el 73%, permaneció en la misma actividad económica, según la funcionaria. Mientras que 664,000 han sido registradas en una actividad diferente y, de ellas, más de 265,000 migraron de empresas que decían ser de servicios a organizaciones que reportan ser de construcción, transformación y comercio.
- La directora de Incorporación y Recaudación del IMSS sostuvo que se ha mantenido la prima de riesgos de trabajo, una cuota que las empresas deben pagar para asegurar a su personal ante un accidente laboral.
La reforma de subcontratación “no era una reforma recaudatoria, sino de restitución de derechos”. El instituto no ha tenido un impacto negativo en sus ingresos a partir de la inscripción de trabajadores y trabajadoras que no habían sido afiliadas, recalcó./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO