Las principales bolsas de valores del mundo registraron una ola de ventas generalizada y la volatilidad se disparó a niveles que no se veían desde abril, ante la expectativa de que la temporada de reportes trimestrales, que iniciará a finales de este mes, refleje un impacto negativo derivado de las tensiones comerciales.
- Los temores se reflejaron ayer desde la operación europea, en donde el referencial EurosStoxx 50, que agrupa a las principales 50 compañías de la Eurozona, perdió 1.65 por ciento, pero en mercados, como el de Francia y Alemania, las pérdidas superaron el dos por ciento.
- Más tarde, en los mercados americanos, las pérdidas se profundizaron. En Wall Street, el promedio industrial Dow Jones y el S&P 500 cayeron 3.15 y 3.29 por ciento, respectivamente, mientras que el Nasdaq se llevó la peor parte, con una caída de 4.08 por ciento, su mayor baja desde junio de 2016.
- En la Bolsa Mexicana de Valores, la caída fue más moderada, de 0.76 por ciento, pero otros mercados de América Latina, como Brasil y Argentina, las bolsas cayeron 2.80 y 3.59 por ciento, respectivamente.
- “Las tensiones comerciales están añadiendo incertidumbre a los mercados”, señaló Mohammed El-Erian, columnista de Bloomberg y asesor económico de Allianz. “No está claro cuánto tiempo le tomará a China darse cuenta, como otros países, que tendrá que hacer concesiones con Estados Unidos. También es poco claro qué concesiones satisfarán al gobierno de Trump”.
La volatilidad, medida a través del índice VIX, también conocido como el índice del miedo, subió ayer 44 por ciento, e hiló cinco jornadas consecutivas al alza. “Cuando están estos momentos de riesgo, especialmente cuando se avanza más en el ciclo, hay una cierta preocupación por parte de los inversionistas que se preguntan: ‘¿es esto el principio del fin?’”, dijo ayer Samean Samana, estratega técnico y cuantitativo global de Wells Fargo Investment Institute.
- En Asia, la bolsa de Japón perdía 3.89 por ciento a media jornada, mientras que la de Taiwán perdía seis por ciento.
Muchos países saldrían perjudicados
No está claro en qué punto estamos, muchos dicen que la guerra ya comenzó, lo único cierto es que ya se han disparado algunos tiros, dice Roberto Azevêdo, director de la Organización Mundial del Comercio (OMC). “Sólo nos queda esperar a que la guerra comercial no llegue al peor escenario porque eso significaría una caída de 17% del comercio mundial y una afectación al Producto Interno Bruto global equivalente a 1.9 puntos porcentuales”.
- Los números son proyecciones hechas por economistas de la OMC, asumiendo un alza generalizada de los aranceles, explicó Azevêdo en una cita con periodistas en el contexto de la reunión del FMI en Bali, Indonesia: “nuestros modelos dicen que China sería más perjudicado que Estados Unidos, pero establecen que no sólo estos dos países serían afectados: el grado de afectación de cada país estaría directamente relacionado con su nivel de participación en el comercio mundial”.
- “(La guerra comercial plena) es un escenario que debemos evitar a toda costa y estamos haciendo todo nuestro esfuerzo”, dice el diplomático brasileño que encabeza el órgano rector del comercio mundial, pero es claro que por el momento no hay un diálogo muy constructivo entre EU y China (…) en el contexto de la OMC, nosotros tenemos conversaciones constantes con representantes del gobierno de Estados Unidos y China, pero no podemos participar como mediadores, si ellos no lo solicitan.
- Para poner la cifra de la caída potencial en perspectiva, basta decir que el comercio mundial ha crecido en promedio a una tasa de 1.5% anual. La crisis del 2008-2009 implicó una caída entre 2 y 3% anual. Entre las cosas que la OMC podría hacer para minimizar el riesgo es avanzar en la reforma de la propia OMC: “Estados Unidos y China han expresado su deseo de que haya cambios profundos en la forma en que funciona el sistema multilateral de comercio”.
Crisis existencial
En este mismo escenario, en el Centro Internacional de Convenciones de Bali, el expresidente de México, Ernesto Zedillo, habló del tema: “creo que el comercio global vive una crisis existencial, profunda: el país que impulsó el sistema multilateral es ahora el que más está haciendo por debilitarlo.
Ha impuesto aranceles a China y a sus socios tradicionales, sin respetar los procedimientos de la OMC y con argumentos espurios, habla de que algunas importaciones amenazan su seguridad nacional y ni siquiera se preocupa en justificarlo de acuerdo al debido proceso (…) es tan grave la crisis que me parece casi superficial hablar de qué podemos hacer para mejorar los procedimientos de la OMC”.
- El mexicano hizo una apasionada defensa del libre comercio, que incluyó un reclamo a los organismos multilaterales por no ser más firmes en su defensa del comercio: “por momentos, parece que hay un sentimiento de culpa (…) los problemas de pobreza y desigualdad no son culpa del comercio libre.
- Son consecuencia de las decisiones de política interna que los gobiernos tomaron. Hay acciones que se debieron implementar para cerrar la brecha entre ricos y pobres. No se hicieron y es fácil para los políticos culpar al comercio. Lo malo es que hay veces también en que los economistas están participando en esta argumentación. Un mal diagnóstico puede llevar a una pésima solución: el proteccionismo”.
Una cosa que es clave es dejar claro que el multilateralismo no es el problema sino parte de la solución, dijo el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, que participó en el mismo pánel que Ernesto Zedillo: “me parece peligroso hablar de la guerra comercial, creo que debemos hacer los esfuerzos diplomáticos para resolver esta crisis. Confío en que las instituciones multilaterales podrán resolver la situación (…) necesitamos que todos se suban al barco: Estados Unidos y China”./EL ECONOMISTA- FINANCIERO- PUNTOporPUNTO