Para responder esta pregunta nos dimos a la tarea de analizar una serie de indicadores sociales, políticos y económicos, sí, en un esfuerzo por entender cómo ha cambiado el país en las últimas décadas, pero también cómo ha cambiado el mundo y nuestro lugar en él.
Encontramos que la historia de los últimos sexenios en México es la historia de un claro proceso de democratización y de liberalización económica. Esta es la historia de cómo hemos cambiado pero tal vez de manera más importante, de cómo, en indicadores clave de igualdad, justicia y libertad, el mundo ha cambiado más rápidamente que nosotros.
- Lo más evidente es la paulatina democratización mexicana que inició a finales de los setenta. Una transición lenta, producto de sucesivas reformas electorales, que cedieron poco a poco diversos espacios para la oposición hasta culminar en la alternancia presidencial en el 2000.
- Nos hemos democratizado, sí, pero el mundo lo ha hecho también y más rápidamente. Mientras que en el sexenio de Echeverría tener una calificación de -6 alcanzaba para estar en el séptimo decil mundial, es decir, que sólo 30% de los países del mundo eran más democráticos que México, en el sexenio de EPN una calificación de 8, la cual reciben sólo democracias consolidadas aunque no perfectas, nos ubica en el mismo séptimo decil.
- Durante el sexenio de Salinas las dos líneas se cruzan; esto se debe a que a finales de los ochenta y principios de los noventa varios países del mundo comenzaron un proceso de democratización que precedió el que viviría México. La llamada Tercera Ola de Democratización en el Mundo, el fin de las dictaduras en América Latina y la desintegración del bloque soviético. Para finales del sexenio de Salinas el 50% de los países del mundo eran más democráticos que México./ CON INFORMACIÓN DE NEXOS
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