A menos de una semana de cambiar la perspectiva de la calificación soberana, Moody’s recortó su proyección de crecimiento para la economía mexicana en 2024 y 2025, al tiempo que advirtió de presiones fiscales y una desaceleración de mediano plazo.
De acuerdo con la agencia, ahora se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) del país crezca 1.5 por ciento en 2024 y 1.3 por ciento en 2025. A mediados de año, los pronósticos de Moody’s eran de 2.4 y 1.5 por ciento, respectivamente.
“Habrá una desaceleración en México impulsada en parte por las altas tasas de interés y un repunte en las economías más pequeñas”, destacó la agencia de riesgo crediticio en un reporte titulado “Perspectiva 2025: estable pero frágil, con riesgos crediticios inminentes».
- Las nuevas proyecciones de crecimiento de Moody’s contrastan con las de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quien la semana pasada aseguró que el PIB tendría un crecimiento puntual de dos por ciento en 2024 y de 2.5 por ciento en 2025.
- La dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O espera que el país crezca a estos niveles como resultado del desempeño del mercado laboral y el consumo interno.
- Además, el pasado 14 de noviembre también rebajó de “estable” a “negativa” la perspectiva de la nota soberana de México, debido al debilitamiento de las políticas internas y el entorno institucional por las reformas constitucionales.
Según Moody’s, muchos gobiernos de mercados emergentes tienen un espacio fiscal limitado, pues aunque tienen la capacidad de aumentar su endeudamiento o nivel de gasto, deben cumplir con sus obligaciones financieras como pago de la deuda, entre otras.
“Las altas tasas de interés y las necesidades de gasto mantendrán la deuda por encima de los niveles prepandémicos. Un riesgo clave para la perspectiva de los mercados emergentes es la posibilidad de que se produzcan cambios en las políticas de Estados Unidos”, agregó la agencia.
- En septiembre, Renzo Merino, analista soberano para México en Moody’s, advirtió que el crecimiento de la economía mexicana podría ser de entre uno y dos por ciento en los próximos años, si no se dan inversiones por el nearshoring o las reformas constitucionales detonan una mayor incertidumbre local.
De acuerdo con Merino, hace un año la expectativa para el país aún era buena, pues se esperaba que la llegada de empresas extranjeras detonara una mayor inversión y crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, recordó que muchos de los anuncios de inversión o proyectos no se han materializado, al tiempo que surgieron preocupaciones en el ámbito político después de las elecciones presidenciales del 2 de junio./Agencias-PUNTOporPUNTO