Sólo dos miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México destacaron el riesgo que implica para la inflación, la política fiscal expansiva que está proponiendo el gobierno para el año entrante durante la sexta reunión monetaria del año que se realizó el 28 de septiembre.
- En esa reunión votaron de forma unánime por dejar la tasa sin cambio, en 11.25% ampliando la pausa en el ciclo alcista de la tasa que completó un primer semestre.
- De acuerdo con lo descrito en las minutas, otro miembro de la Junta fue el único que refirió la posibilidad de una reducción gradual de la tasa de referencia.
Si bien sujetó la consideración a que el proceso desinflacionario permita dichas disminuciones, su observación destaca entre una mayoría que pidió mantener la política monetaria restrictiva por un periodo prolongado y no definido.
Tal como se lee en las minutas, uno de los banqueros centrales, el segundo en explicar el sentido de su voto a favor de sostener la tasa expresó que “el paquete fiscal puede generar presiones sobre la demanda agregada”. Y añadió que: De no cumplirse el proceso de consolidación fiscal previsto para 2025 ante los retos que ello implica, las consecuencias sobre la dinámica inflacionaria podrían ser aún mayores para ese año”.
- Mencionó que en un escenario de mayores presiones será necesario mantener el nivel de restricción monetaria por un periodo aún más prolongado de lo previsto en la reunión anterior y que hacia adelante podría requerirse ampliar dicha postura ya sea de manera activa o pasiva.
Cuando habla de manera activa, se refiere a impulsar mayores alzas en la tasa nominal y al referirse a la manera pasiva, sería mantener la tasa nominal sin cambio en 11.25% y esperar a que sigan bajando la inflación y las expectativas de inflación a 12 meses.
El tercer banquero central identificado en los argumentos sobre la decisión de mantener la tasa sin cambio, destacó que existe riesgo de que no se consiga la consolidación fiscal proyectada por el gobierno para el año 2025, o que no sea de la magnitud prevista.
Se refiere a la propuesta del Paquete Económico para 2024, que está en discusión en el congreso, donde el gobierno propone que el déficit fiscal del próximo año sea equivalente a 5.4% del PIB y al planteamiento de que se logrará reducir a 2.6% del PIB en 2025.
Desde su perspectiva, existe el riesgo que esta expansión fiscal presione a la demanda agregada y se requiera una restricción monetaria por más tiempo./Agencias-PUNTOporPUNTO