México se ha visto muy afectado por la pandemia de Covid-19, al grado que la pobreza laboral –ingreso insuficiente para los satisfactores básicos– pasó de 36 por ciento a 48 por ciento de la población, sostuvo el Fondo Monetario Internacional (FMI). En ese sentido, recomendó poner en marcha un sistema nacional de seguro por desempleo.
Aunque el organismo reconoció que se han dado medidas de apoyo tanto a hogares como a empresas, se estima que el ingreso en el país en 2020 se reduzca en mil 883 dólares por habitante y, como ya ha anticipado, el producto interno bruto (PIB) caiga 9 por ciento.
- Como parte de la evaluación a México, enmarcada en el artículo IV de los estatus del organismo, cuyos documentos se publicaron este miércoles, el FMI estima un crecimiento de la deuda de 12 puntos del PIB, para alcanzar un tamaño equivalente a 65 por ciento de la economía, debido a una fuerte contracción de la actividad económica y a la depreciación del peso. Advirtió que el nivel de endeudamiento puede escalar hasta 73 por ciento del PIB en cinco años.
Después de publicada la evaluación, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público rechazó de nueva cuenta las recomendaciones del organismo, entre las que se encuentran modificar la estrategia de producción en Petróleos Mexicanos (Pemex) para alejarla de la refinación, así como aumentar impuestos, entre ellos los que gravan el consumo.
Mientras tanto, los directores del organismo que participaron en la evaluación vieron la necesidad de que el país anuncie una “reforma tributaria creíble a mediano plazo –para aplicarse una vez que la recuperación esté en marcha– con el fin de reforzar el espacio para brindar apoyo a corto plazo, cerrar brechas fiscales, reducir la deuda pública y financiar inversiones necesarias y el gasto social”.
Algunos otros consideraron que los planes de reforma tributaria deberían anunciarse hasta que la recuperación sea firme. Si bien, reconocieron la estrategia para mejorar la recaudación, también se recomienda ampliar la base impositiva, aumentar los impuestos locales y reducir las brechas en el IVA, mientras se fortalecen las redes de seguridad social.
- El FMI exhortó a las autoridades a abordar contundentemente la informalidad del mercado laboral, impulsar los esfuerzos en materia de gobernanza, contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, optimizar la inversión pública, mejorar el acceso al crédito y aprovechar la participación privada en el sector energético.
- Agregó que entre los riesgos para las proyecciones de deuda se incluyen una recuperación más lenta de lo anticipado y mayor apoyo financiero para Pemex, a la que calificó como una empresa rentable, pero que enfrenta una alta carga tributaria y un elevado endeudamiento. Se advirtió que necesitará más apoyo fiscal y si quiere mantener su plan de producción, incluso requerirá ampliar la inversión para hacerse de tecnologías altamente especializadas.
Agregó que al perder el grado de inversión en la calificación de Fitch y Moody’s, la petrolera es el ángel caído –como se denomina a empresas y gobiernos que pierden aval de las firmas de riesgo– más grande del mundo y por ello es que la capacidad para acceder a los mercados de bonos externos se ha visto afectada en lo que va de 2020. El rendimiento que se acepta en los mercados internacionales es 250 puntos básicos más que previo a la pandemia.
Sostuvo que dados los precios más bajos del petróleo y una rebaja a grado especulativo, la estrategia comercial de Pemex necesita una modificación urgente, no sea que represente un lastre continuo y costoso para las cuentas fiscales y el crecimiento. Cambios que no se han visto pese a los errores en los objetivos financieros y una perspectiva operativa más desafiante después de Covid-19.
Un gran desafío para México, generar empleo en medio de Covid: CEEF
«El trabajo digno o decente representa una demanda global reconocida por diversos organismos y para México significa un desafío en tres aspectos: reducir la pobreza laboral, la precarización de los salarios y brindar oportunidades e igualdad para el retiro”, sostuvo Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF).
- En medio de la celebración del Día Mundial del Trabajo Decente, nuestro país lo recibe con un panorama de precariedad laboral, salarios bajos y desigualdad. El empleo decente o empleo digno es el que se realiza con respeto a los principios y derechos laborales fundamentales, permite un ingreso justo y proporcional al esfuerzo realizado, sin discriminación de cualquier tipo; se lleva a cabo con protección social e incluye el diálogo social.
- En 2019, más de 630 millones de trabajadores en todo el mundo –19% de todos los empleados– no ganaron lo suficiente para salir de la pobreza extrema o moderada, en términos de paridad de poder adquisitivo. México por su parte, recibe este día con una desaceleración económica que impacta en la pérdida de empleos y 54.9% de la población en pobreza laboral.
Leñero indicó que en condiciones de apremio económico, como sucede en la pandemia por Covid-19, las personas con menos recursos económicos tienden a recurrir a esquemas como empleo informal, trabajo infantil e, incluso, a la reincorporación laboral de familiares de la tercera edad para sostener los ingresos.
- Para el país, uno de los primeros retos es combatir la pobreza laboral, situación en la que el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para adquirir la canasta básica. Durante abril, se colocó en 53.1% de la población, 54.9% en mayo y 48.1% para junio; una ligera disminución que no deja de ser desafiante para que una familia pueda tener acceso a una calidad de vida digna.
- Un segundo reto a considerar es la precarización de los salarios. De acuerdo con datos actualizados de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del Inegi, a junio de este año, el 23.8% de la población ocupada ganaba solo un salario mínimo, y el 36.9% entre uno y dos, ingreso insuficiente para cubrir los gastos mensuales de una familia.
En el CEEF, advirtió el directivo, coincidimos en que un tercer reto corresponde a la actual reforma al Sistema de Pensiones, que, aunque mejora las condiciones de los trabajadores que dependen de una Afore, incrementa la contribución obrero patronal a 15%, lo que encarece un puesto de trabajo formal.
Asimismo, implica que si los trabajadores no aumentan el ahorro en sus cuentas de retiro, se jubilarán únicamente con el 30% de sus ingresos, lo que condena a una precariedad en la calidad de vida. “En una economía donde los bajos ingresos salariales hacen imposible ahorrar y aportar una parte al retiro, esto parece difícil ante una iniciativa que incentiva el ahorro de los trabajadores, concluyó el director del CEEF. /Agencias-PUNTOPorPUNTO