El equipo económico de Andrés Manuel López Obrador, que estará encabezado por Carlos Urzúa en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), deberá hacer un mayor esfuerzo por presentar paquetes económicos más realistas a los que presentó la administración de Enrique Peña Nieto.
- Liliana Ruiz, investigadora de gasto público y rendición de cuentas de México Evalúa, comentó que las estimaciones de ingresos y egresos deben tener como máximo una diferencia entre 5 y 10% respecto de lo que se aprueba y lo que se termina registrando al cierre de cada año.
- “El problema de tener estimaciones irreales te hace perder seriedad del proceso de discusión del Paquete Económico, pues al final del año se terminarán teniendo cifras muy diferentes a lo aprobado”, expuso en el taller Para gobernar en serio, un balance de la administración saliente y retos del gobierno entrante.
- Detalló el caso de los ingresos presupuestarios, los cuales aumentaron año con año en este sexenio 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB); sin embargo, en cada Paquete Económico, los ingresos se subestimaron de manera recurrente y la asignación de los mismos fue poco transparente y eficaz.
- “En todo el sexenio se tuvieron excedentes por ingresos de 300,800 millones de pesos en promedio, lo cual es un margen interesante (…) nuestra recomendación es que si el otro gobierno registra excedentes, se considere primero la posición fiscal del país para darles un uso eficiente”.
Comentó que en países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos presentan dos tipos de reportes para mejorar la transparencia de los ingresos del gobierno.
- “Uno es sobre cómo se gastó el presupuesto con los ingresos aprobados y el segundo reporte es cómo se ejercieron los ingresos excedentes. En México no sucede esto, se presenta todo junto y no queda claro el uso específico de los ingresos excedentes. Sería recomendable que se destinen a deuda, a fondos de ahorro y proyectos de inversión”.
- Con respecto al gasto público, recordó que cada año se elevó, a pesar de los recortes que se hicieron desde el 2015. Criticó que si bien hubo mayores ingresos y gastos, así como un mayor nivel de deuda, no se tradujeron en aumentos de recursos en rubros prioritarios como educación y salud.
- “En el 2012 el gasto en salud era de 2.8% del PIB y para el 2017 fue 2.5% del PIB. Lo mismo sucedió en educación al pasar de 3.6% del PIB a 3.2% del PIB en el 2017; y en la inversión física pasó de 3.4 a 2.6% PIB en el mismo periodo”.
- En contraste, indicó tres programas que no tienen reglas de operación, criterios de asignación y que pertenecen al Ramo 23 de Provisiones Salariales y Económicas. “En el 2012, el gasto de estos tres programas representaba 0.03% del PIB y para el 2017 su gasto aumentó y se ubicó en 0.27% del PIB”. Ruiz mencionó que la asignación de recursos debe discutirse y aprobarse en el Congreso como se hace en otros países, y no debe quedar sólo a manos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La investigadora de México Evalúa espera que la siguiente administración entregue un Paquete Económico con cifras realistas y se apegue a las recomendaciones internacionales.
“Estamos a la expectativa, no sabemos cómo va a venir el nuevo Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, esperamos que no siga la tendencia poco realista (…) esperamos que sean más receptivos a nuestras propuestas y fortalecer el Congreso para que tenga mayor capacidad técnica y pueda analizarlo con mayor profundidad”./EL ECONOMISTA