La industria láctea está preocupada por la discusión sobre el etiquetado frontal, que hoy se debate en el Senado. El problema, argumenta, es que la mayoría de sus productos son altos en grasas por naturaleza y reformularlos para evitar los sellos de ‘Alto en grasas’ u ‘Alto en azúcares’ es más caro que para otras industrias, como la refresquera.
- “Los envases de productos infantiles, con todas las tablas nutrimentales que nos pide el gobierno cumplir, más los sellos de advertencia, harán que sea difícilmente atractivo cuando el producto es sano y mucho más beneficioso que los refrescos. No creemos que nuestro producto de canasta básica debería verse así, ya que confunde al consumidor real”, comenta Raúl Katthain, director general de Cuadritos, la empresa que desarrolla la leche orgánica Bové y las bebidas vegetales Güd.
- El directivo comenta que las leches a base de semillas o vegetales, como las de almendra, por ejemplo, tienen más grasas naturales, por lo que estaría etiquetado con uno de los sellos altos en grasa cuando no necesariamente es grasa mala.
- “La reformulación de productos para poder cumplir con el etiquetado tendrá que ser básicos en las empresas de leches alternativas. El problema de esto es que también podrá afectar en sabor y el costo, ya que muchas veces las azúcares u opciones naturales no calóricas son más caras”, agrega Katthain./EXPANSION-PUNTOporPUNTO