Al concretarse el nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá –denominado USMCA por el acrónimo formado por el nombre en inglés de las tres naciones– se levanta esa lápida de incertidumbre que se generó por dos años y se da certeza a inversionistas, sectores productivos tradicionales y nuevos, aseguró el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, en diversas entrevistas a medios electrónicos.
- La firma deberá realizarse el 29 o 30 de noviembre, pero antes el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, deberá retirar los aranceles de 25 y 10 por ciento que desde junio pasado impuso al acero y al aluminio de México, a los que éste respondió gravando las importaciones de 71 productos estadunidenses, sostuvo.
Se deben retirar las hostilidades antes de la firma, no tiene sentido mantenerlas con el acuerdo.
- La firma del convenio, aclaró, pueden llevarla a cabo los presidentes o ministros responsables, incluso cada uno en su país, como ocurrió con el TLCAN, pero no descartó que pueda concretarse en la cumbre del Grupo de los 20 en Argentina, en la víspera de que termine el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
- Sobre los temas más controvertidos planteados por Estados Unidos que prolongaron 13 meses y medio la renegociación del TLCAN, ahora Usmca, el secretario destacó que se desarticularon casi la mayoría de las amenazas originales contra los capítulos 11, 19 y 20 referidos a solución de controversias.
También se garantizó, dijo, el libre comercio de automóviles exportados hacia Estados Unidos, sin pago de arancel, siempre y cuando las empresas asentadas en México y Canadá cumplan con las nuevas reglas de origen de la industria automotriz, que elevaron a 75 por ciento el contenido regional y condicionaron que 40 por ciento de cada vehículo se produzca en zonas de altos salarios, de 16 dólares por hora.
México, dijo, tiene la oportunidad de producir el restante 60 por ciento de las autopartes que no se fijaron en zonas de altos salarios. El nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (Usmca) tendrá vigencia de 16 años, pero se revisará seis años después de que sea firmado. Se podrá hacer una actualización o modificación en cualquiera de sus rubros y por parte de cualquiera de las tres partes firmantes, explicó el canciller de México, Luis Videgaray.
Con esa fórmula, apuntó, se evitó asumir la cláusula de muerte súbita que pretendía imponer el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
- En un encuentro con corresponsales mexicanos en España en la residencia de la embajadora Roberta Lajous, el secretario de Relaciones Exteriores admitió que durante la negociación hubo momentos muy duros, pero dijo que él siempre pensó que saldría adelante, porque a ninguno de los tres países convenía anular el pacto.
- Las negociaciones se abrieron en agosto de 2017, porque uno de los socios no estaba a gusto con el anterior acuerdo, en alusión a Estados Unidos, el cual pretendía endurecer algunas cláusulas, como las de origen y los aranceles en algunos sectores cruciales de su economía, como el automotriz y el del acero.
- Videgaray confirmó que una vez alcanzado el principio de acuerdo, el siguiente paso es que los presidentes de los tres países lo firmen en un acto conjunto. Ello sería a finales de noviembre, días antes de que Peña Nieto deje Los Pinos. El convenio final deberá ser ratificados por los respectivos sistemas de validación de cada país, que en el caso de México es por el Senado de la República.
En ese sentido, Videgaray explicó que finalmente se optó por un mecanismo de revisión periódica, pero siempre con un horizonte de largo plazo. Dicho mecanismo determina que el acuerdo tiene una vigencia de 16 años, pero que cualquiera de los tres firmantes puede hacer una revisión total o parcial a los seis años.
Además, en caso de que quiera anularlo totalmente o modificarlo, lo tendría que confirmar para posteriormente abrir un nuevo periodo de reflexión y análisis de un año más. Pasado ese lapso se haría una segunda evaluación, que duraría un año más. Es decir, si un país decide abandonar el acuerdo que ahora se firma tendrían que pasar al menos ocho años desde su ratificación.
Si, como se prevé, el acuerdo se firma a finales de noviembre y supera las autorizaciones de cada nación, su entrada en vigor será a partir del primer tercio del próximo año, 2019, con lo que en virtud de ese mecanismo de revisión periódica su anulación total o parcial sólo se podría llevar a cabo hasta 2027.
- Videgaray celebró que tanto su equipo como el del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quien nombró a Jesús Seade como negociador, hayan cerrado filas para alcanzar un convenio que es muy bueno para la región y para México.
- Por su parte, el canciller español, Josep Borrell, aplaudió el nuevo acuerdo, que a su juicio mejora el anterior, y confirmó la asistencia del rey de España, Felipe VI, en su calidad de jefe de Estado, a la toma de posesión de López Obrador.
- Videgaray viajó a México para asistir a la inauguración de la Casa de México en España, que abrió sus puertas gracias a un fideicomiso de la iniciativa privada liderado por el empresario Valentín Díez Morodo. /REFORMA