MICROEMPRESAS suelen generar la mayor parte del EMPLEO pero las condiciones de estos son PRECARIAS

Aunque las empresas deben dotar de seguridad social a sus trabajadores y ofrecerles una serie de prestaciones obligatorias por la ley, mientras estas sean más pequeñas, existe menor probabilidad de acceder a los servicios de salud, recibir capacitación o alcanzar un ingreso elevado, en comparación con el personal que está empleado y permanece en las grandes empresas.

  • Esta y otras situaciones que suceden al interior de pequeñas y medianas empresas derivan en poca movilidad laboral al interior de la misma compañía.
  • Trabajar en empresas micro, pequeñas, medianas o grandes puede relacionarse con una movilidad laboral diferenciada y, en consecuencia, con cambios sustantivos en las condiciones socioeconómicas de las personas.

Aunque, de acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, las microempresas suelen generar la mayor parte del empleo, las condiciones de estos son precarias.

Por otra parte, las grandes empresas generan menos de la mitad del empleo que las microempresas, pero dan acceso a sus trabajadores a todos los beneficios previstos por la ley e incluso, en algunos casos, las prestaciones van más allá.

Pequeñas empresas, las de trabajos mas precarios

  • De acuerdo con los Censos Económicos realizados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2018 había 4.8 millones de establecimientos, de los cuales, el 94.9 por ciento eran microempresas; el 4 por ciento, pequeñas empresas; el 0.9 por ciento, empresas medianas, y el 0.2 por ciento eran grandes empresas.

A pesar de que las microempresas predominan, su porcentaje de activos fijos totales fluctúa entre el 3 por ciento para las manufacturas y el 25.1 por ciento para el comercio, cifras que demuestran los bajos niveles de inversión acumulada para este sector.

Por otro lado, el segundo trimestre de 2023, 48.6 por ciento de la población ocupada trabaja en microempresas, 20 por ciento en las pequeñas, 13 por ciento en las medianas y 18.4 por ciento en las grandes, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Tras un análisis de los datos, el CEEY identificó una relación importante entre el tamaño de la empresa y el acceso a los servicios de salud.

  • La organización halló que las personas trabajadoras de microempresas tuvieron un bajo acceso (15.6 por ciento), mientras que el acceso creció entre quienes laboraban en las pequeñas empresas (73.5 por ciento), a la vez que resultó más alto en las medianas (88.8 por ciento).
  • Por su parte, las grandes empresas presentaron el mayor porcentaje de trabajadores con acceso a servicios de salud (94.2 por ciento).

Se considera que existen dos tipos de capacitación laboral: la que se refiere a la población ocupada que no trabajó por adquirir nuevas habilidades para el trabajo y en la que se toma en cuenta a la población ocupada que dedicó tiempo a estudiar o capacitarse fuera de los horarios laborales.

De acuerdo con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, las grandes empresas suelen tener un mayor porcentaje de su personal que recibe capacitación en el curso de un año, entre el 19.1 por ciento y el 10.5 ciento, en sus dos vertientes.

Tras las compañías de grandes dimensiones, siguen las pequeñas empresas, cuyo porcentaje de capacitación, de ambos tipos, fluctúa entre el 17.1 por ciento y el 7.9 por ciento, Sigue la mediana empresa, con el 15.8 por ciento y el 7.8 por ciento, mientras que la microempresa cuenta con el 15.6 por ciento y el 3.4 por ciento.

Estas cifras demuestran las grandes diferencias entre las grandes y microempresas respecto a este indicador de bienestar laboral.

No obstante, uno de los mayores impedimentos a la movilidad social relacionado con el trabajo, se trata de la remuneración económica que reciben los trabajadores por el servicio que prestan a las compañías.

  • Hacia el segundo trimestre de 2023, el ingreso promedio de las personas ocupadas en las microempresas era aproximadamente la mitad del que percibían quienes trabajaban en grandes empresas.
  • La diferencia de ingresos entre los diferentes tipos de compañías es de 57.25 por ciento entre la micro y pequeña empresa, de 8 por ciento entre la pequeña a la mediana empresa, y de 12.6 por ciento entre la mediana y la gran empresa.

Esta diferencia de ingresos, asociada a que las empresas más grandes suelen tener una mayor productividad laboral y, en consecuencia, pueden ofrecer remuneraciones más elevadas, se traduce en una menor movilidad social para aquellos trabajadores de sectores más desfavorecidos que, además, trabajan en una micro o pequeña empresa.

A pesar de que cerca de la mitad de la población ocupada se encuentra trabajando en microempresas, sus percepciones representan una tercera parte del ingreso laboral.

Esta desigualdad lleva a estos trabajadores a padecer otras tantas en el sector laboral, pues solo el 14 por ciento de la población ocupada de este tipo de empresa cuenta con servicios de salud.

En contraste, las grandes empresas, que emplean al 18.4 por ciento de las personas ocupadas, concentran el 25.7 por ciento de las remuneraciones laborales, el 33.9 por ciento de quienes tienen acceso a los servicios de salud y el 26.3 por ciento del personal que recibe capacitación por lo menos una vez al año.

Desigualdades que aniquilan la movilidad social

El Centro de Estudios Espinosa Yglesias sostiene en su documento “El tamaño de las empresas y la movilidad social”, que las diferencias de salarios entre trabajadores de un mismo tipo de empresas son las más pronunciadas, siendo precisamente en las micro empresas donde esta discrepancia se vuelve más acusada.

  • La organización destaca que la razón de ello es que en mayor medida, en las micro empresas hay más personas que realizan trabajo no remunerado, al tratarse, en varias ocasiones, de emprendimientos familiares.

“La desigualdad general entre las remuneraciones laborales no solo proviene de las diferencias de este ingreso al interior de cada tamaño de empresa, también se debe a los distintos ingresos promedio entre empresas”, menciona el CEEY.

Este tipo de desigualdad, puede derivar en lo que se denomina como “desigualdad entre grupos”, consistente en distintos ingresos promedio para cada tamaño de empresa, y “desigualdad al interior de los grupos”, diferentes ingresos dentro de cada tamaño de empresa.

No obstante, las diferencias de ingreso se deben, con más frecuencia, a las discrepancias entre las remuneraciones dentro de un tipo de empresa, y no, en su mayoría, a las diferencias en los ingresos laborales entre empresas de distinto tamaño, pues la desigualdad por tamaño, solo explica el 20 por ciento, mientras que la desigualdad al interior de los grupos es responsable del 80 por ciento restante.

“Las microempresas, aunque concentran el 33.9 por ciento del ingreso, contribuye con el 39 por ciento de la desigualdad”, menciona el CEEY.

  • Por su parte, Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del CEEY, menciona que hay algunas acciones que se pueden impulsar desde el Gobierno para ayudar a reducir esta desigualdad entre miembros de una empresa y entre compañías de diferentes tamaños.

“Una política a fondo, lo que tendría que hacer, es reducir el costo de la Seguridad Social para los trabajadores y esto significaría que se financiara ya no a través de contribuciones obrero-patronales, sino a través de impuestos, esa sería la política ideal. No obstante, mientras tanto, lo que se puede hacer es dar facilidades a las empresas para su incorporación al Seguro Social, para el pago de impuestos, para el cumplimiento de una serie de regulaciones.

“Esto se puede hacer facilitando los trámites por un lado y otro por otro lado, están algunos de los plazos para comenzar el cumplimiento formal de muchos de los requisitos y esto es importante porque pues se requiere justamente que las pequeñas y microempresas, para que quienes trabajan ahí, puedan acceder a un nuevo tipo de prestaciones y de oportunidades laborales”, explicó.

Combatiendo las desigualdades

Aunque la manera de operar de las microempresas alejan a su personal de la movilidad laboral, ya sea dentro de la misma compañía o al exterior de esta en un mejor cargo, no se trata de algo definitivo, pues este déficit se puede abatir y lograr la movilidad social con algunos cambios, independientemente del tamaño de la empresa.

  • El economista y maestro en Filosofía, Rodolfo de la Torre, menciona algunas de las acciones con las que ya se ha logrado un cambio sustancial para los trabajadores, a la vez que prevé algunas cosas por venir en este campo durante 2025.

“El aumento en el salario mínimo, pero también han habido otras regulaciones, como la extensión del tiempo de vacaciones y la regulación, y prácticamente la eliminación, del outsourcing. Todo esto, ha permitido que los trabajos que antes tenían ciertas características de precariedad, ahora cuenten con mejores remuneraciones o prestaciones.

“Lo más importante que se ha hecho en los últimos años, por otro lado, ha sido, sobre todo, la política de salario mínimo, sin embargo, hace falta tomar en cuenta de que los posibles aumentos, podrían generar ya sea informalidad, desempleo o inflación. Entonces hay un panorama de rendimientos decrecientes de esta política, pero hay otras que todavía cabe la posibilidad de explorarse como, por ejemplo, la reducción de la jornada de trabajo a 40 horas de forma universal. Considero que la perspectiva a futuro es ir reduciendo los aumentos reales al salario mínimo, y a la vez ir pensando en otras condiciones de trabajo como acortar la jornada laboral”, detalló.

  • En caso de que la Seguridad Social termine por ser financiada con los impuestos y no a través de contribuciones obrero-patronales, las microempresas podrán garantizar el acceso a los servicios de salud y, a la vez, tener incentivos para crecer y mejorar la capacitación laboral, la productividad y el ingreso.
  • Por otra parte, una mayor inversión pública que impulse a las microempresas, especialmente en los estados del sur-sureste, podría ayudar a que estas se modernicen y den un acceso más amplio a los servicios de salud, a más capacitación y un mayor ingreso al aumentar su productividad.

Respecto a fortalecer los mecanismos de verificación de cumplimiento, De la Torre afirma que el Gobierno mexicano debería garantizar, primero, la contratación con prestaciones y buscar las herramientas para reducir los costos de la Seguridad Social.

“Podría comenzar por el gobierno mexicano, que todavía tiene una gran cantidad de trabajadores que están siendo contratados con un esquema de honorarios, en donde las prestaciones no están garantizadas, son limitadas y eso significa cierta inestabilidad laboral, lo que además sirve de excusa a otras empresas para actuar de la misma manera.

“Lo siguiente, es ir gradualmente reduciendo el costo de la Seguridad Social para que tengamos un crecimiento de las empresas y estas puedan no solamente dar cumplimiento a estos requisitos, sino que también lo hagan respecto a temas de oportunidades de trayectoria laboral a sus trabajadores a través de incrementos en la productividad. Una parte del problema de la falta de movilidad social es el predominio de las microempresas y las grandes empresas, pues no se dan nada abasto para absorber fuerza de trabajo, que es empleada por las empresas muy pequeñas, entonces lo que hay que enfatizar es el crecimiento de las micro y pequeñas empresas en medianas empresas para que a partir de ahí se dé una mayor movilidad social”, concluyó./Agencias-PUNTOporPUNTO

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