México y Uganda fueron los países que otorgaron el menor estímulo contracíclico para tratar de limitar el impacto del cierre de actividades económicas por la pandemia en 2020, según cifras del Fondo Monetario (FMI) divulgadas por el Instituto Internacional de Finanzas en un análisis.
- En una muestra de 84 países, referida por Moody´s, se observa que mientras Uganda y México otorgaron menos de un punto del PIB en sus estrategias de estímulo fiscal, países como Alemania e Italia otorgaron apoyos cercanos a 40% del Producto.
- Al hacer un acercamiento a los estímulos otorgados por economías emergentes, el gobierno africano de la República de Mauricio queda como el que otorgó un apoyo más robusto, aproximado a 35% del PIB y la República Checa, que dispuso del equivalente a 20% del producto para la estrategia de estímulo a la demanda interna.
Si la aproximación de los datos se realiza respecto a regiones, Perú y Brasil son los latinoamericanos que dirigieron mayores estímulos en la región, que ascienden a 15% del PIB.
Presión en negocios y hogares en México
Analistas de la calificadora Moody´s destacaron, en un reporte sobre Preguntas frecuentes que les han realizado inversionistas y clientes, que “la respuesta fiscal poco agresiva de México (…) ha generado presión en los negocios y hogares y claramente contribuyó muy poco para contener el impacto económico de la pandemia”.
- Para los analistas de Moody´s, “en ausencia de un apoyo material de parte del gobierno mexicano seguirán deteriorándose los niveles de ingreso y empleo, pues los pequeños negocios continuarán quebrando.
“Las quiebras de negocios continuarán afectando la demanda doméstica y la posibilidad de tener una rápida recuperación, pues dejarán una profunda cicatriz en la economía mexicana”, advirtieron.
Margen de maniobra
En un análisis aparte, liderado por subjefe de economistas en el IIF, Sergi Lanau, explicaron que México, junto con India, Sudáfrica y Turquía “no gastaron demasiado en una política expansiva y podría ser menos difícil para ellos regresar a niveles fiscales pre crisis” .
- Tras revisar una base histórica de datos sobre los grandes aumentos de gasto que incluye más de 100 episodios, expertos del IIF identificaron que muy pocos países redujeron totalmente el gasto en los cinco años posteriores a un gran aumento.
- Sin embargo, “los pocos que lograron estabilizar sus finanzas públicas, lo hicieron a partir del año de haber incurrido en el déficit, siempre de la mano de una recuperación económica”, destacaron.
“Dada la experiencia pasada, controlar los déficits fiscales será especialmente difícil en países como Argentina y Brasil, donde el gasto aumentó considerablemente el año pasado. En el otro extremo del espectro, India y México destacaron por brindar un apoyo fiscal mínimo, lo que no fue bueno para el crecimiento”, precisaron.
Presión fiscal, el post mortem
No obstante, los expertos del IIF matizaron que este moderado estímulo fiscal “puede limitar el riesgo de errores de política en el futuro”.
“Si bien el año pasado aumentaron los déficits fiscales de los mercados emergentes a niveles récord, la mayoría de los países reaccionó al impacto por el Covid-19 dirigiendo un gasto sustancialmente y las políticas expansivas fueron bien recibidas por los mercados”, se lee en el análisis titulado EM Fiscal Deficits.
- Agregaron: “La recuperación económica elevará los ingresos fiscales y se podrán reducir los déficits”. Esto será así conforme se recuperen las economías, resultado de los estímulos fiscales.
- El jefe de investigación económica para América Latina en Barclays, Marco Oviedo, explicó en diciembre que “muchos países echaron a andar medidas fiscales agresivas, utilizando el espacio que sí tenían. Algunos quizá no tenían tanto espacio y aún así, impulsaron un estímulo.
“Ahora el reto es el ajuste, pues el estímulo fiscal tiene un costo, y es doloroso, y tienen que presentar planes creíbles y es donde se colocó un poco de riesgo a la credibilidad fiscal”, comentó.
Resaltó que no se puede saber aún si fue mejor otorgar grandes estímulos fiscales, como los que aplicaron Brasil o Perú. “Ya tendremos un post mortem de todas estas acciones en los próximos meses, para evaluar cómo les fue en actividad y en empleo. Tomó como ejemplo el caso de Brasil, “que aplicó un programa fiscal brutal de 4 o 5 puntos del PIB, pero su empleo no se ha recuperado tan rápido como el de México”, acotó.
Populismo de AMLO frena los estímulos fiscales: Financial Time
A pesar de las consecuencias económicas que ha generado la pandemia de la Covid-19 en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador se rehúsa a generar apoyos fiscales para reactivar la economía por sus intereses políticos, señala un artículo del Financial Times publicado este martes.
- “El presidente populista de México, Andrés Manuel López Obrador, un conservador fiscal, se opone ferozmente a asumir una deuda adicional. Su plan de estímulo económico equivale a apenas el 1.1% del PIB, menos de una cuarta parte del promedio en América Latina según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU”, indica el artículo.
A esto se suma que el presidente evita aumentar los impuestos a meses antes de las elecciones de junio próximo, consideradas las más importantes en la historia del país.
- “El presidente justifica su postura de tomar un centavo como una mezcla de principio y necesidad. Cree que su gobierno debería evitar el aumento de la deuda pública que, dice, deberían financiar las generaciones futuras. Aborrece los rescates financiados por el Estado que, según él, han convertido las deudas privadas en una responsabilidad pública en el pasado”, explica el texto.
Una de las formas para conseguir recursos fue a través del pago atrasado de impuestos de grandes empresas, pero analistas consultados por el medio estimaron que esa recaudación será difícil de sostener a largo plazo para combatir los efectos económicos de la pandemia.
La negativa de López Obrador para otorgar más apoyos durante la pandemia, subrayó el Financial Times, dejará a México con el déficit presupuestario más bajo entre los principales países latinoamericanos, además de un retroceso en la recuperación económica.
- Los apoyos que da el gobierno mexicano para mitigar el impacto financiero de la Covid-19 corresponden apenas a una octava parte de lo que ha otorgado Brasil, de acuerdo con ese medio. Estos apoyos son préstamos a pequeñas empresas en lugar de subvenciones, como otros países han hecho para incentivar la economía.
- Pese al impacto de la pandemia en México, indicó el Financial Times, López Obrador prefiere continuar con el desarrollo de sus proyectos, como las refinerías y el apoyo económico a Petróleos Mexicanos (Pemex). “Pero se ha resistido a gastar más en otras áreas”, se lee en el texto.
Se espera que México reciba un impulso a partir de factores externos, como la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos. Biden, enfocado en atender la pandemia, buscará dar más estímulos fiscales en su país para reactivar la economía.
En duda, remanentes de Banxico ante la recuperación del peso
El Banco de México (Banxico) tiene como cometido entregar una parte del excedente operativo del ejercicio de 2020 al Gobierno federal, sin embargo, se corre el riesgo de que, debido a la recuperación del peso en los últimos meses, la utilidad de la autoridad monetaria se reduzca drásticamente.
Expertos coincidieron en que a inicios de la pandemia se hablaba de un remanente cercano a 500 mil millones de pesos por la depreciación del peso, que llegó a superar los 25 por dólar, pero con el fortalecimiento de de la moneda frente a esa divisa, el remanente disminuiría hasta los 300 mil millones de pesos.
- Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá para Bank of America Securities, dijo que el remanente cerró cerca de los 300 mil millones de pesos, pero existen varias limitantes, entre las que se encuentra el pago de las pérdidas que la autoridad monetaria tenga de años previos.
- “Banxico, una vez que ve cuánto dinero tiene de esta ganancia cambiaria por reservas tiene que, primero, pagar las pérdidas que pudiera tener acarreando de años pasados”, expuso.
Comentó que la Junta de Gobierno tendría que decidir en abril cuánto le otorgaría al gobierno. “Está entre cero y 300 mil millones de pesos, que es cerca del 1.5 por ciento del PIB lo que le pase de remanente Banxico a Hacienda”, aseveró el especialista.
El remanente se calcula después del cierre del año, en el balance anual del banco central, y lo debe entregar íntegro al gobierno federal, una vez constituidas las reservas previstas en la Ley. Su monto es cercano al saldo de las reservas, que cerraron en año en 195 mil 667 millones de dólares, por 1 peso, que aumentó en el año el precio del billete verde, que resultaría en unos 208 mil millones de pesos.
- Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, indicó que el remanente sería cercano a los 190 mil millones de pesos dado que solo hubo una depreciación de casi un peso en el tipo de cambio.
“De los 190 mil millones de pesos Banxico se queda al menos con el 30 por ciento para reservas, entonces le quedaría al Gobierno federal aproximadamente 133 mil millones, de esos puede aplicar el 70 por ciento para aplicar el Fondo de Estabilización, serían 93 mil 100 millones, y el 30 por ciento restante, 39 mil 900 mdp al pago de la deuda pública”.
Ven riesgo de que no lleguen
Ariane Ortiz-Bollin, VP-Senior Analyst de Moody’s Investors Service, dijo que el remanente de Banxico podría no ser entregado al Gobierno federal dada la fortaleza del peso frente al dólar.
“Dado que el peso cerró cerca de 20 pesos, es decir, no tan distinto a como cerró en 2019, es muy posible que ya este remanente no se materialice y que el gobierno no vaya a poder contar con este excedente”, aseveró.
- Añadió que el Gobierno federal se mostró muy optimista en el presupuesto pues consideraban que se podía compensar con el remanente de Banxico, sin embargo, esta situación ya es muy difícil de materializarse.
- “Como pensamos que el gobierno estaba siendo muy optimista en algunas cosas en su presupuesto, iba a haber entonces un faltante para poder cumplir con sus metas fiscales y este se iba a compensar con este remanente, y es muy posible que esto ya no sea el caso”, acotó.
Rafael de la Fuente, economista en jefe de UBS para Latinoamérica, indicó en un reporte que la apreciación del tipo de cambio limita la transferencia del excedente del banco central al gobierno.
“La probabilidad de una transferencia se verá limitada aún más por la volatilidad del peso y la perspectiva de una mayor apreciación de la moneda, una eventualidad contra la que Banxico querrá reservar”, dijo.
- Añadió que el artículo 53 de la Ley de Banxico estipula que el organismo central debe apuntar a preservar el valor real de su capital y las reservas.
“Debido a que Banxico terminó 2019 con patrimonio negativo, su primer uso de cualquier ganancia será para recapitalizarse. Dos, una vez que Banxico ha alcanzado su nivel de capital deseado, también debe constituir reservas para protegerse del riesgo de una revaluación cambiaria”, enfatizó, por lo que considera que luego de estas medidas no quedarán ganancias para ser entregadas al gobierno./Agencias-PUNTOporPUNTO