Con una crisis de emergentes en puerta, mayores tasas de referencia en Estados Unidos, una intensificación en la disputa comercial entre Estados Unidos y China y una parálisis en el Congreso estadounidense, tras sus elecciones el 6 de noviembre, los mercados financieros mexicanos enfrentarán el siguiente año una presión todavía mayor proveniente del exterior, aseguran analistas económicos.
- Si el 2018 fue difícil para México por la renegociación comercial, que dio resultado al T-MEC (Tratado de México, Estados Unidos y Canadá), las elecciones presidenciales del 1 de julio y una nueva administración para el próximo 1 de diciembre, para 2019 se avecinan importantes eventos que alargan que los mercados respiren con calma.
- “Aunque la historia de México se ha aclarado, con el Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá, el país tiene un ambiente internacional muy incierto, en ciertos momentos turbulento, que hace que México sea parte de todo este ambiente de volatilidad”, aseveró Esteban Polidura, director de inversiones para UBS en México.
- El especialista añadió que el factor de tasas de Estados Unidos toma relevancia por el tema arancelario en el mundo que está impulsado por la administración Trump. Lo anterior, más un ambiente laboral muy apretado, en donde casi todos tienen trabajo, hace propenso el escenario para tener presiones inflacionarias que lleven a la Reserva Federal (Fed) a subir tasas más rápido o de forma más intensa de lo esperado.
Esto último, dijo, tiene un efecto en el consumidor americano, en la política monetaria de otros bancos centrales, en la fortaleza del dólar y la debilidad de otras monedas.
No obstante, aunque Turquía y Argentina son casos particulares, el número de mercados emergentes en riesgo, también europeos, se extiende, por lo que la interrogante sobre si el ciclo negativo para mercados emergentes está empezando a tener efectos posibles sobre nuestro país se está transmitiendo en los mercados.
- Por otra parte, Nadia Montes de Oca, analista senior de Franklin Templeton Investment, comentó que el 6 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones en Estados Unidos para renovar la totalidad de la Cámara de Representantes (435 asientos) y un tercio del Senado (100 miembros).
- Según las encuestas, dijo, es probable que los republicanos pierdan el control de ambas cámaras, entonces, con este escenario, habría efectos para los mercados.
En cuanto a temas locales, la especialista de Franklin Templeton aseveró que no ha disminuido la incertidumbre respecto al liderazgo y desempeño del nuevo gobierno. La macroeconomía, microeconomía y la llamada “Cuarta Transformación”, señaló, también contienen una dosis de nerviosismo.
Para Dave Lafferty, estratega en jefe de Natixis IM, el escenario es pesimista, pero no catastrófico. «No anticipamos una caída precipitada del crecimiento global y sería prematuro pronosticar una recesión global o en Estados Unidos. Sin embargo, los vientos en contra se acumulan para 2019-2020. Si surge una desaceleración, dependerá en gran medida de los responsables políticos si se convierte en una recesión”, dijo./EL FINANCIERO