Santiago Levy (Ciudad de México, 1956) es uno de los altos funcionarios económicos más destacados y versátiles de las últimas décadas en México y padre de uno de los programas de transferencias condicionadas más útiles en el combate contra la pobreza extrema, Progresa (hoy Prospera). Hoy muchos le sitúan cerca de asumir un cargo relevante en el futuro Gabinete del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (Morena, izquierda). Pero él no suelta prenda. “Quiero aportar al debate, independientemente de consideraciones políticas”, afirma por teléfono desde el cuartel general del BID en Washington -donde ejerce como vicepresidente-, pocos días después de presentar su último libro (Esfuerzos mal recompensados: la elusiva búsqueda de la prosperidad en México), una disección completa de lo que la segunda mayor economía de AL necesita cambiar para relanzar la competitividad y el crecimiento./EL PAÍS