La economía mexicana vive en pecado desde hace años. El error fue morder la manzana con la creencia de que se lograría un crecimiento sostenido.
- Sin embargo, el acto de desobediencia se castigó con la crisis de la década de los 80; años más tarde con el efecto tequila; el prometido Mexican Moment, que nunca llegó en la última administración priista y, en la actualidad, la Cuarta Transformación vive bajo el acecho de las calificadoras internacionales, quienes se han convertido en su verdugo.
- Aunque en su momento los gobiernos supieron aprovechar algunas de las ventajas que se les presentaron, como la apertura comercial con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las autoridades hacendarias siguen sin cumplir con su penitencia.
- El resultado: la economía mexicana lleva décadas estancada en un magro crecimiento de aproximadamente 2 por ciento anual y el horizonte se vislumbra complicado
- La actual administración, como las anteriores, cayó en tentación y en este corto periodo de tiempo ya cometió pecados capitales.
- Por principio, lujuria con el sector energético; ira en algunas declaraciones contra el sector empresarial, y soberbia al creer que se puede alcanzar un crecimiento de 4 por ciento al cierre del sexenio.
- El gobierno también ha sido víctima de la envidia al decir que su modelo económico es mejor al de gobiernos pasados; avaricia al cancelar proyectos clave de infraestructura; pereza de no enfrentar los ataques del gobierno estadounidense en materia migratoria, y gula al querer abarcar toda la atención mediática.
- No obstante, analistas coinciden en que esta forma de impulsar nuevas políticas públicas en materia económica es natural dado el cambio de régimen, además históricamente todos los presidentes de México han pecado en el Edén de las finanzas y este yerro pasa de sexenio en sexenio.
José Ángel Mejía, consultor en materia de finanzas públicas, opina que el problema es que cada seis años se promete un crecimiento cada vez mayor y al final no se logra, aunque se han tratado de sentar las bases para llegar a la meta.
El economista del ITAM asegura que una de las formas en que la economía mexicana puede limpiarse del pecado es que cumpla con el Estado de Derecho y asegure un incremento en la productividad del capital humano
- “México ha fallado como país en estos aspectos fundamentales durante los últimos 30 años, ya que no apuesta por desarrollar un sistema educativo que permita a las generaciones ser cada vez más competitivas, por eso el escenario en el largo plazo aún no está bien definido, pero no todo es bueno o malo, hay que dar el beneficio de la duda al actual gobierno”, detalla el especialista, quien se ha desempeñado en diversos cargos dentro del servicio público.
Muchos de los políticos que se sentaron en la Silla Presidencial se quedaron esperando la transformación económica del país. México entró en un abismo durante el sexenio del expresidente Miguel de la Madrid (1982-1988) del que no se ha logrado recuperar.
Durante ese periodo el número de paraestatales se redujo de mil 155 a 412, y ante la severa crisis el peso se devaluó en 3 mil 100 por ciento; la economía avanzó apenas 0.30 por ciento anual y la inflación tocó un nivel histórico nunca antes visto en la historia moderna de México, al ubicarse en 91.11 por ciento.
- Oscar Rojas, economista del Centro de Estudios de México y del Capitalismo Contemporáneo, opina que aun cuando en años anteriores se ha experimentado un deterioro en todos los principales indicadores económicos, en este momento el país vive una estabilidad relativa que se puede mantener solo con una buena implementación de políticas económicas.
- “La 4T tiene de frente un gran reto para expiar las culpas de otros gobiernos y aunque tiene muy buena intención de hacer la penitencia también se enfrenta a muchos capítulos que ofrecen tentaciones económicas” /REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO