Los incentivos gubernamentales para invertir en proyectos productivos y rentables han sido limitados, lo que originó el desplome en la generación de empleos y que se mantenga estancada la economía mexicana, afirmó el sector empresarial.
- “La principal limitante de no crecer más en los próximos años, es el hecho de que hasta ahora no se ha hecho lo debido para estimular la inversión productiva, tanto pública, como privada. Que es la única forma de generar empleos”, reprochó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En los primeros siete meses del año se registraron 306,000 nuevos trabajadores, 225,000 menos que en el mismo lapso del año pasado. En términos de tasas de crecimiento, en julio el total de trabajadores registrados el IMSS creció 2.2% respecto al mismo mes del 2018, lo que represento su menor avance desde marzo del 2010.
- “La actividad económica se estanca, la debilidad del estado de derecho prevalece, la corrupción, la impunidad, la inseguridad, el exceso de regulación, entre otros factores negativos siguen ganando terreno y limitan la posibilidad de un entorno más propicio para los negocios”, alertó el organismo aglutinado en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Los analistas de la Iniciativa Privada explicaron que la combinación de una tasa de crecimiento y un balance de riesgos a la baja, genera un ambiente de incertidumbre y, naturalmente, de mayor cautela de los inversionistas.
Lo cual, afirmaron, el panorama se complica aún más con frecuente intranquilidad de los mercados ante tensiones geopolíticas y eventos recientes como la caída de la economía alemana en el segundo trimestre de 2019, el menor ritmo de avance de China y en general las expectativas de desaceleración y probablemente recesión de la economía global.
El CEESP comentó que empleos de calidad, con jornadas laborales e ingresos suficientes y prestaciones sociales, son señales claras de la reducción de la pobreza.
Sin embargo, refirió que desafortunadamente las cifras indican que los empleos que se generan se concentran en los niveles salariales más bajos, agudizando la precariedad del mercado laboral y con bajo impacto en la dinámica del consumo./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO