Andrés Peñaloza Méndez, presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) expuso que «la economía no está totalmente paralizada», pues 49.7% de los trabajadores continúan desempeñando sus labores dentro de las empresas que son consideradas como actividades esenciales, y recomendó no regresar a las políticas de bajos salarios que tanto han dañado el poder adquisitivo de los trabajadores en épocas pasadas.
- En su carácter de presidente de un organismo descentralizado, Peñaloza Méndez expuso que «las medidas de emergencia, transitorias todas ellas, deben tener tiempos razonables de ejecución y término»; y explicó que desde el punto de vista laboral, de acuerdo con la información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el cuarto trimestre de 2019, se estima la participación de la población ocupada en actividades esenciales y no esenciales. Del total de las 55 millones 683,450 personas de la población ocupada 49.7%, trabaja en actividades esenciales y 50.3% en actividades no esenciales.
Sostuvo que la suspensión de actividades implica problemas de liquidez y de oferta. «En ambos casos la reactivación será paulatina, lo que permitirá aminorar presiones inflacionarias innecesarias. Además, en el corto plazo difícilmente la dinámica económica tendrá un comportamiento explosivo debido a reformulaciones espaciales, organizacionales y de observancia de protocolos vinculados a la seguridad y salud en el trabajo al interior de las empresas, ramas y sectores”.
Al participar en la mesa «Contexto mundial de la crisis y el mercado de trabajo» organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, expuso que «nos interesa destacar que los niveles salariales, al igual que el empleo, han de retomar su cauce dejando atrás las reducciones en las remuneraciones, que van de 30 a 50% y no siempre pactadas entre patrones y trabajadores; así como, los despidos injustificados».
El presidente de la Conasami dijo que lo menos recomendable en este momento es que se pretenda volver a la política de bajos salarios «es lo más desaconsejable para enfrentar la crisis. Provocaría una pandemia de pobreza además de restringir el consumo, uno de los motores para la reactivación de la economía. En consecuencia, continuar con la recuperación del poder adquisitivo de los salarios mínimos será central para convertir esta crisis en una oportunidad de crecimiento con bienestar».
Paro de actividades pega más a mujeres y amplia brecha de género
De acuerdo con los datos que presentó el presidente de la Conasami, se encuentran en actividades esenciales 66.3% hombres y 44.62% tiene entre 30 a 49 años. Mientras que en las no esenciales la relación es diferente: 54.6% y 46.05%, respectivamente.
- Por lo que «el paro de la actividad económica afectará más a las mujeres y la brecha de género podría aumentar, pues la proporción de mujeres (45.4%) en actividades no esenciales es mayor que la que tienen en las actividades esenciales (33.68%). Respecto al grupo de la tercera edad, su participación es mayor en el caso de las actividades esenciales».
- Acerca de las características laborales, más de 66% de las personas ocupadas tanto en actividades esenciales como no esenciales son subordinadas y remuneradas, aunque es superior la proporción en el caso de las actividades no esenciales.
Es más amplia la proporción de personas ocupadas en el sector informal en las actividades no esenciales./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO