JÓVENES latinoamericanos tienen el doble de posibilidades de estar DESEMPLEADOS

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“La brecha sólo se ha ampliado desde el cambio de siglo”, señala la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE); con ello se refiere específicamente a las posibilidades de los jóvenes de encontrar un buen empleo. La desactualización de las habilidades, la falta de orientación vocacional y las pocas oportunidades de adquirir experiencia desde la educación universitaria son algunos de los factores.

  • En su reporte Habilidades en Latinoamérica, la OCDE evidencia que los jóvenes de menores de 24 años tienen el doble de posibilidades de estar desempleados en comparación con los trabajadores mayores de 25 años; esta brecha sólo ha crecido en los últimos años.

“Esto puede deberse a que su educación no los está equipando con las habilidades académicas adecuadas, pero el problema también puede estar relacionado con aspectos no académicos. Los adolescentes con expectativas claras y realistas sobre su futura carrera y las competencias necesarias para ello tienen más posibilidades de tomar las decisiones correctas sobre el tipo y el nivel de logro al que aspiran y, en última instancia, se benefician en términos de salario y satisfacción laboral si sus habilidades y ocupación están bien emparejadas”, indica el organismo.

  • Según los datos recopilados para el estudio, los países latinoamericanos se caracterizan por tener una alta proporción de adultos con los niveles más bajos en lectoescritura o aritmética (nivel 1 o menor). Esto significa que sólo pueden completar tareas simples en estas áreas, como ubicar información en un texto breve o realizar operaciones de un sólo paso, pero tienen problemas en contextos más avanzados.

“Si bien se podría esperar que la relación entre el desempleo de jóvenes y adultos se haya reducido en los últimos 20 años a medida que los jóvenes ingresaron al mercado laboral con mayor calificación, este no suele ser el caso en los países de América Latina y el Caribe”.

Sólo México ha conseguido la reducción de la brecha entre la desocupación de jóvenes y adultos en las últimas dos décadas. Sin embargo, “el desafío continuo del empleo juvenil puede relacionarse con los desajustes entre la oferta de habilidades poco desarrolladas y la demanda de las mismas”, se expone en el estudio.

Además de esto, la orientación vocacional en Latinoamérica es “irregular” y los jóvenes tienen menos posibilidades que el resto de economías de la OCDE de adquirir experiencia laboral a través de programas de pasantías, voluntariados o trabajos de medio tiempo.

  • Además, esta crisis de habilidades se refleja en una queja común del sector empresarial: no encuentran los perfiles con las competencias adecuadas. En este sentido, el informe muestra que los empleadores en América Latina son más propensos que sus pares en otras regiones a asegurar que una fuerza laboral con las habilidades incorrectas es un factor importante que restringe las operaciones del negocio.

“Los empleadores y las personas que trabajan a menudo colaboran con las escuelas para enriquecer su orientación profesional. Lo hacen a través de actividades tales como prácticas laborales (o pasantías), charlas sobre carreras, ferias de empleo, visitas a los lugares de trabajo, observación de trabajos, tutoría, práctica de entrevistas, talleres de currículums y concursos empresariales. Tales compromisos les ofrecen a los estudiantes oportunidades para obtener información y experiencias de valor que no se pueden replicar tan fácilmente en las escuelas sin dicho compromiso”, se destaca en el informe.

El análisis realizado por el organismo, con base en los datos oficiales de cada país, muestra que en la región sólo Panamá tiene niveles de compromiso de orientación vocacional cercanos al promedio de la OCDE. En el resto de las economías de la región, menos del 50% de los jóvenes reporta haber conversado con un asesor profesional dentro o fuera de la escuela.

Impacto en la estructura del mercado laboral

Las economías de la región se caracterizan por tener menos trabajadores empleados en sectores de alto valor agregado y en ocupaciones que demandan un mayor nivel de habilidades en comparación con otros países miembros de la OCDE.

“En el largo plazo, los niveles de las habilidades sólo se elevarán mediante la inversión en mejorar la calidad de la educación para dotar a los estudiantes de las competencias que requiere el mercado y que podrían ayudar a las economías latinoamericanas a mejorar su estructura productiva y su posición en el mercado mundial y las cadenas de valor”, indica el organismo.

  • La dificultad para transitar a industrias y empleos más innovadores y de mayor valor agregado es una de las razones por las que los países latinoamericanos no han podido “escapar de la trampa del ingreso medio”.

Sin embargo, apunta el organismo, la inversión en el desarrollo de habilidades de alta demanda no debe limitarse a los jóvenes, también debe considerar a los adultos que se encuentran en la fuerza laboral y que necesitan reentrenamiento.,

“Invertir en la formación de adultos puede ser una forma eficaz de ayudar a la población activa actual a mejorar su situación económica. Además, los beneficios no sólo se sentirían a corto plazo. Las generaciones futuras estarán cada vez más sujetas a cambios tecnológicos y vidas laborales más largas. Inevitablemente, en algún momento de sus carreras, deberán participar en algún tipo de formación para mantener sus competencias al día y satisfacer las demandas del mercado laboral y de la sociedad en general”, subraya la OCDE./Agencias-PUNTOporPUNTO

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