INVERSIONISTAS piden (+)Interés por sus Capitales; saldrá caro a México y EU pagar Deuda Pública

La primera baja y riesgosa para el sector financiero de Estados Unidos es la de sus bonos del Tesoro. La segunda baja es la del dólar como moneda hegemónica que, incluso, ha sido superado por el euro en la preferencia de los inversionistas.

imagen ilustrativa

Los inversionistas están pidiéndole más intereses a los gobiernos de México y Estados Unidos para prestarles dinero, por la preocupación de los efectos de largo plazo que traerá la guerra comercial, dijeron expertos.

  • Los bonos M a 10 años, el mejor referente de inversionistas y que son emitidos por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, despidieron la semana ofreciendo una tasa de 9.88% en el mercado secundario, donde se revenden estos instrumentos.
  • En tanto, los bonos que coloca al mismo plazo el gobierno del presidente Donald Trump, conocidos como treasuries, cerraron en 4.48%. Para ambos países se trata del mayor interés desde el pasado 20 de febrero, de acuerdo con los registros de Investing.
  • Los treasuries suelen servir para refugiarse de la incertidumbre, pero esta semana el bono a 10 años pasó de 4.01% a 4.48%, un alza de 47 puntos base que no se veía desde 2001, mientras el instrumento a 30 años se elevó de 4.41% a 4.85%, el mayor incremento desde 1982.

La correlación que existe entre los treasuries y los bonos mexicanos es elevada, se mueven de manera pareja, de modo que los cambios de las tasas en Estados Unidos acotan los ajustes en las de México, explicó la directora de Análisis y Estrategia de Intercam, Alejandra Marcos Iza.

  • Dijo que en el caso de México está la interrogante sobre la posible consolidación fiscal y una prima de riesgo mayor, dado el contexto nacional e internacional, lo que presiona las tasas de los bonos soberanos. En su opinión, las mayores tasas de interés en Estados Unidos pueden responder a una mezcla de factores.
  • La primera razón es técnica y tiene que ver con las llamadas de margen, o margin call, de casas de bolsa para aumentar el capital en las cuentas de sus clientes, que perdieron valor por la importante volatilidad entre el spot y el futuro de las tasas de esta semana, lo que obligó a liquidar los activos con rendimientos.

“Los inversionistas alrededor del mundo están vendiendo los treasuries que ya habían generado utilidad para cubrir los margin call”, expuso Alejandra Marcos Iza.

Medios estadounidenses han informado que Japón y China, los dos principales tenedores de treasuries, están deshaciendo sus posiciones en respuesta a la guerra comercial, lo que también puede estar detrás del aumento en las tasas, opinó la experta de Intercam.

“A pesar de que Trump hizo una pausa en los aranceles recíprocos, continúa la presión de las tasas de interés de largo plazo”, destacó.

Consideró también que tienen que ver las expectativas de inflación, ya que la política arancelaria amenaza con desanclarlas y los mercados puede que estén incorporando que la Reserva Federal (Fed) tendrá que subir sus tasas.

“Lo que ha hecho Trump estos meses es dañino para los prospectos de crecimiento de Estados Unidos, lo que puede debilitar la percepción de que los treasuries son para resguardarse, pero este efecto puede ser de corto plazo, pues no hay quien pueda absorber todos estos flujos de manera permanente”, dijo.

  • ¿A dónde se van todos estos activos que compran dólares y treasuries?, se preguntó la experta, al indicar que el mercado estadounidense es muy profundo y tiene mucha operatividad y liquidez.

Las alzas de tasas significan que será más caro refinanciar la deuda pública de México y Estados Unidos en el corto plazo, y además los bonos M tienen una íntima correlación con la deuda corporativa, señaló.

  • El economista en jefe para Rankia Latinoamérica, Humberto Calzada, relacionó los mayores intereses con la expectativa de que la Fed mantenga su principal tasa sin cambios por más tiempo, ante el riesgo de que repunte la inflación en Estados Unidos dados los aranceles.
  • Por estas alzas será más caro refinanciar la deuda de ambos gobiernos, pero también se encarecerá el financiamiento para las empresas y hogares, indicó.
  • El director de Aporta Consultoría Estratégica, Jorge Flores Kelly, subrayó que el repunte en las tasas de los bonos en México y Estados Unidos es parte de un reacomodo mayor en los mercados globales.

“La guerra comercial, los aranceles erráticos, las crecientes tensiones geopolíticas, así como el creciente déficit fiscal en Estados Unidos deterioran la confianza de los inversionistas en los activos tradicionales”, señaló a esta casa editorial.

  • Wall Street ha mostrado una fuerte volatilidad: los inversionistas están saliendo de renta variable a bonos, pero ante la saturación de deuda y la fragilidad fiscal, muchos están dando un paso más, se refugian en oro, que ya superó los 3 mil 200 dólares por onza, destacó.
  • “Esto sugiere que el mercado está empezando a cuestionar no sólo las acciones, sino también los bonos y al propio dólar. No es una crisis declarada, pero sí una advertencia de que el financiamiento será más caro, y el refugio en el dólar ya no es automático ni garantía”, dijo Jorge Flores Kelly.

El estratega senior para América Latina en el banco de inversión XP Investments, Marco Oviedo, opinó que Estados Unidos se comporta como un país con economía emergente: “El dólar está cayendo y la curva de tasas empinándose por la incertidumbre sobre la política económica. No se ve bien y tiene que haber un regreso a la sensatez”, dijo.

Bonos y dólar, damnificados de los aranceles de Donald Trump

  • La guerra arancelaria desatada por Donald Trump, en menos de una semana, ha arrojado dos bajas sensibles en la hegemonía económica y financiera mantenida por Estados Unidos en las últimas décadas.
  • La primera baja y riesgosa para el sector financiero de Estados Unidos es la de sus bonos del Tesoro. La segunda baja es la del dólar como moneda hegemónica que, incluso, ha sido superado por el euro en la preferencia de los inversionistas.

Una crisis de crédito

  • Los bonos del Tesoro representan la deuda de Estados Unidos y son la garantía de que la principal economía del mundo va bien, puede cumplir con sus compromisos financieros y genera confianza. Esto cambió la semana pasada.

Los bonos del Tesoro a 10 años tuvieron que pagar, el viernes pasado, 4.49%, un rendimiento no visto desde noviembre de 2001, el año de la crisis de las dotcom.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 30 años, los de más largo plazo, preocupan todavía más por mandar la señal de cómo podría estar la economía a futuro.

  • Los bonos a 30 años terminaron pagando 4.87%, su mayor rendimiento desde abril de 1987. Los bonos funcionan pagando un mayor rendimiento, cuando su emisor (gobierno de Estados Unidos) trae un mayor riesgo aparejado. Y su precio baja.

El rumor: Fueron Japón y China

El rumor ha sido que Japón y China, los principales tenedores de bonos del Tesoro de Estados Unidos y como respuesta a la guerra arancelaria de Trump, han estado vendiendo bonos del Tesoro en el mercado, de manera sigilosa. Japón posee un billón de dólares en bonos del Tesoro y China, la archienemiga en la guerra arancelaria, tiene 750 mil millones de dólares en bonos del Tesoro.

  • El aumento en la tasa de los bonos del gobierno estadunidense afecta otras tasas: corporativas, hipotecarias, de consumo. Su crisis se podría convertir en una crisis de crédito o credit crunch.
  • Al ver la caída de los bonos del Tesoro, el mismo Scott Bessent, secretario del Tesoro y de alguna forma representante de Wall Street, habría convencido al presidente Trump de la pausa comercial de 90 días, para no imponer los aranceles recíprocos el pasado miércoles. Pero la caída en los bonos continuó por la guerra arancelaria con China.

El Euro se fortalece

El dólar es el otro damnificado por la guerra arancelaria de Trump. De ser un activo de resguardo de valor, refugio de inversionistas en épocas de crisis, se ha transformado en una moneda de riesgo. Incluso el euro se ha transformado, de manera sorpresiva, como la moneda refugio o resguardo de valor.

Durante la semana pasada, el dólar perdió frente al euro 3.9%, algo no visto desde la pandemia de covid-19.

  • El dólar se mantuvo perdiendo valor, mientras otras monedas, como el franco suizo o el mismo euro, cotizaban en altos niveles no vistos desde 2022. El yen no se ha quedado atrás en buena cotización, de 142 yenes por dólar, su mejor nivel desde el año pasado.

El dólar cayó a niveles de noviembre de 2022. El enfrentamiento arancelario con China lo ha hecho estremecerse frente a distintas monedas.

  • El gran riesgo es la incertidumbre sobre la moneda estadunidense. El dólar ha sido otro resguardo de valor que, por la guerra arancelaria de Trump, en particular contra China, ha sucumbido, y sigue perdiendo la confianza de los inversionistas.

El dólar ha sido la moneda hegemónica desde los años 70. ¿Será que las acciones de Trump lograrán tirar la hegemonía monetaria de Estados Unidos?

Por qué son tan importantes los bonos del Tesoro de EE.UU.

«Durante mucho tiempo nos hemos preguntado qué es lo que iba a hacer que cambiara de opinión. ¿Serían sus asesores? ¿El Congreso? ¿El sistema legal? ¿Los líderes empresariales?

Ha acabado siendo el mercado de bonos», afirmó en el programa Newsnight de la BBC el economista Mohammed El Erian, asesor económico jefe de Allianz y uno de los mayores expertos en bonos del mundo.

Durante su primer mandato, Trump estuvo siempre muy pendiente de la respuesta que los mercados daban a los anuncios de sus políticas. Si la bolsa respondía bien, seguía adelante. Si el parqué caía, él buscaba la fórmula para dar marcha atrás.

  • Este patrón dejó de funcionar en su segundo mandato, para sorpresa de muchos analistas e inversores.
  • El anuncio de que impondría un arancel general del 10% a todo el mundo (con sorprendentes excepciones como Rusia), incluidos los aliados de Estados Unidos, y tarifas adicionales y muy elevadas a decenas de países, hizo que las bolsas se desplomaran.
  • Sin embargo, Trump, cual Nerón viendo arder Roma, pareció mantenerse impávido ante la catástrofe bursátil que en pocos días vio evaporarse billones de dólares.

Pero el nerviosismo acabó por contagiar al mercado de deuda. Y ahí llegaron los temores de verdad.

Al igual que en 2022, cuando el hundimiento del mercado de bonos obligó a la primera ministra británica Liz Truss a retirar sus polémico planes fiscales y, finalmente, a renunciar a un cargo en el que solo llevaba 45 días, los bonos han sido la gota que ha colmado el vaso y ha hecho finalmente capitular a Trump, según los analistas.

Pero, ¿qué son exactamente los bonos del Tesoro? ¿Cómo funciona ese mercado? ¿Por qué el mercado de bonos estadounidenses es tan importante para el mundo?

Qué son los bonos del Tesoro

  • Los bonos son instrumentos de deuda que emiten las empresas o los países para poder financiarse. Los que emiten los países son conocidos como bonos del Tesoro o bonos del Estado.
  • En el caso de estos bonos, los inversores -que pueden ser empresas, países o individuos como tú o como yo-, al comprar un bono que emite un Estado, lo que hacen es prestarle dinero a ese Estado para que pueda financiar sus gastos como, por ejemplo, pagar a funcionarios o construir carreteras.
  • Ese préstamo de dinero se hace durante un periodo de tiempo acordado (5, 10, 30 años) y a cambio de una tasa de interés (también conocida como «rendimiento») establecido, que se va pagando cada año y que se conoce como «cupón».

Si, por ejemplo, tú inviertes US$10.000 en bonos a 10 años a una tasa del 3%, cada año el Estado al que te ha prestado el dinero te pagaría US$300 y, al final de esos 10 años recuperarías tu inversión inicial de US$10.000.

Cómo es el mercado de bonos

  • Puede ser que tú hayas invertido una cantidad en bonos del Tesoro a 10 años pero que necesites recuperar ese dinero antes porque has decidido comprarte una casa o tienes un imprevisto y necesitas liquidez.

En ese caso puedes acudir a lo que se conoce como el mercado secundario, donde se venden y se compran bonos, y donde su precio fluctúa en función de la oferta y la demanda.

  • Si muchos inversores están interesados en comprar bonos del Tesoro de un país, el interés que le pagarán por ellos bajará, y esto permitirá al país en cuestión financiar su deuda a un menor precio.

Si, por el contrario, los inversores deciden no apostar por esos bonos y venderlos, el país deberá ofrecer tasas de interés más altas a los compradores, por lo que le costará más financiar su deuda.

Los bonos del Tesoro de economías estables son considerados inversiones de poco riesgo, ya que no se espera que esos países tengan problemas tan graves como para caer en impagos.

  • «El riesgo de un bono es el emisor, es decir, que no te paguen. Si tú compras un bono de la tiendita de la esquina, el riesgo de que no te pague es muy alto. El riesgo de que no te pague un Estado como Estados Unidos, es muy bajo», explica a BBC Mundo Javier Molina, analista de la plataforma de inversiones eToro.
  • Los bonos del Tesoro de Estados Unidos, como los de otros países con economías potentes, suelen verse como inversiones refugio, ya que es adonde muchos inversores llevan el dinero cuando los mercados, es decir, las bolsas, sufren una crisis y pierden dinero.
  • Sin embargo, tras el anuncio de Donald Trump de la batería de aranceles extremos que quiere imponer a casi todos los países, las bolsas cayeron y el mercado de bonos, en lugar de crecer, empezó también a perder compradores.

«Los bonos deberían tener un buen desempeño en tiempos de turbulencia a medida que los inversores buscan seguridad, pero la guerra comercial de Trump ahora está socavando el mercado de deuda estadounidense», señaló a la BBC Laith Khalaf, jefe de análisis de inversiones de AJ Bell.

Cómo afecta la confianza

  • El mercado de bonos «es como un termómetro de la confianza en la economía», explica Molina. Cuando se compra mucho, es una señal de confianza. Pero, si se vende, como ha sucedido esta última semana, el precio baja, y por eso sube la rentabilidad, ya que ambas son inversas.
  • «Si, de repente, viene Trump y lo revoluciona todo, puede que tú, por miedo, vendas el bono y te vayas. Y, al venderlo, ¿qué pasa con los tipos de interés? Pues que suben porque el precio baja. Si todos vendemos y cada vez gente menos gente compra, tienes que vender más barato para que te compren» añade el analista.

En los últimos días, la tasa de interés o rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años aumentó de forma drástica, pasando del 3,9% al 4,5%, es decir una subida del 15% en apenas unos días.

  • Los bonos, explica a BBC Mundo Javier Díaz-Giménez, profesor de Economía de la escuela de negocios IESE, «son la manera más inmediata en la que el mercado le dice a un sector público ‘yo así, a estas políticas que me estás proponiendo, no juego, porque va en contra de mis intereses'».
  • Mohammed El Erian, quien fue CEO del mayor gestor de bonos, Pimco, dijo a la BBC que una de las razones por las que los costos de endeudamiento en Estados Unidos se habían disparado era porque se había producido una «erosión» de la percepción de los bonos como un refugio seguro.

Un factor que también ha influido en ello es la preocupación por el impacto que tendrán los aranceles sobre la inflación y los presupuestos del gobierno de EE.UU.

  • Para El Erian, si Trump cambió de opinión no solo fue por la volatilidad de los precios de los bonos, «sino porque se han empezado a ver disfunciones en el mercado, y una vez que notas disfunciones en el mercado, te arriesgas a caer en una falla institucional, en recesión…», analizó en Newsnight.

Así que, finalmente, «fue el mercado de bonos el que le hizo cambiar de opinión… por ahora», valora El Erian.

Qué impacto tiene sobre la economía y los ciudadanos

«Al ciudadano de a pie, el mercado de los bonos no le afecta directamente, pero sí indirectamente», señala Javier Díaz-Giménez.

El profesor de IESE recuerda que «fueron los bonos son los que acabaron, por ejemplo, con (la primera ministra británica) Liz Truss, porque ella propuso un plan fiscal que el mercado creyó que era incompatible con mantener el precio de los bonos. Y el mercado de bonos ha sido la causa de que Donald Trump haya dado marcha atrás».

  • Así que el impacto, aunque indirecto, puede ser muy real. Estados Unidos, recuerda también Javier Molina, «tiene que renovar casi 9 billones de deuda este año, por lo que Trump quería que los tipos de interés bajasen».
  • Es decir, el Tesoro de EE.UU. tiene que pagar lo que debe a los inversores, pero tiene que seguir gastando, por lo que debe sacar nuevos bonos al mercado.
  • «Si los saca a un tipo más alto que lo que estaba pagando ahora, habrá hecho un mal negocio porque estará pagando más, le costará más y, por lo tanto, habrá más impuestos, porque de algún lado tendrá que sacar ese dinero», explica el analista.

Los ciudadanos lo acabarán pagando bien a través de nuevos o más elevados impuestos, o bien sufriendo los efectos de una menor inversión pública en las cosas que habitualmente paga el Estado, como, por ejemplo, las infraestructuras.

Pero, además, esta desconfianza y la volatilidad se contagia al resto del sistema financiero, teniendo nuevas repercusiones para el ciudadano de a pie.

Si la rentabilidad de los bonos se dispara, aunque la Reserva Federal decidiera no subir los tipos de interés, los bancos podrían optar por subir las tasas de los préstamos hipotecarios al ver que hay mucho riesgo en el mercado.

«El aumento de la incertidumbre encarece el crédito porque ahora tienes que incluir en tu análisis de riesgos escenarios más estresados», argumenta Díaz-Giménez.

  • También puede afectar a través de los fondos de pensiones, añade el profesor de Economía: «todo el que ahora mismo tiene en su cartera, directa o indirectamente, deuda pública, le afecta, porque eso ahora vale menos».
  • Todos los fondos de pensiones han sufrido pérdidas, recuerda el profesor, con la caída de la cotización de la deuda pública, «así que si alguien se jubila y quiere sacar hoy su dinero, va a tener menos que el que hubiera tenido».

Lo mismo sucede con los mercados internacionales

  • Si cae la confianza en la economía estadounidense, puede que los mercados internacionales no le presten dinero.
  • Y eso sería un verdadero problema para EE.UU., ya que cerca del 70% de su deuda está en manos extranjeras.
  • Y uno de los países con más deuda estadounidense es, precisamente, el mayor afectado por la guerra arancelaria de Trump: China.

Se calcula que el gigante asiático tiene US$759.000 millones de bonos de deuda de EE.UU.

Uno de los temores de la economía estadounidense es «que China decidiera vender esos bonos si Trump se pone muy bravo con ellos», analiza Molina.

  • Cuantos más bonos vendiera Pekín, más subirían los tipos, «por lo que para los ciudadanos sería todo más caro, el Estado se financiaría más caro, tendrían que poner más impuestos para ellos recaudar y poder seguir gastando, y así».

Cuando arrinconas a tu adversario, «que obviamente es China -todo lo demás es irrelevante- no sabes lo que va a hacer el otro o por dónde va a salir. Estás en un mundo donde el futuro es mucho más incierto», advierte Díaz-Giménez. /Agencias-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario