El Grupo Nuevo Curso de Desarrollo, coordinado por Rolando Cordera, recomendó al Gobierno Federal considerar el uso de endeudamiento público a fin de salvaguardar la economía nacional, particularmente para proteger el empleo y el ingreso de las familias vulnerables, salvaguardar la planta productiva, con énfasis en las PyMES y mantener la continuidad de los servicios estratégicos, sean públicos o privados
- En el punto del endeudamiento público y no dar prioridad al superávit, señalan que ante una crisis sanitaria que se extendió de manera intempestiva al conjunto social y a la economía, las prioridades centrales deben ser la salud de la población, pero señala que la crisis sanitaria tuvo un impacto global inmediato y repercusiones profundas en nuestra economía.
Ante ello, el panorama es inédito y los escenarios son ominosos, “estamos en tiempos anormales que exigen políticas extraordinarias (…); el pasado 24 de marzo el Gobierno Federal dio un primer paso positivo al anunciar que utilizará fondos hasta por 400 mil millones de pesos adicionales al presupuesto, sin reducir el gasto previsto. ¿Será esto suficiente, ante la dimensión de las crisis sanitaria y económica? Nos parece urgente poner en marcha un programa más ambicioso de acción inmediata y disponer de apoyos sustancialmente mayores y adicionales a lo ya anunciado”.
Por lo que proponen cambios a las reglas del presupuesto equilibrado, particularmente reconsiderar los límites del endeudamiento público y aumentar el tope de requerimientos financieros del sector público por 2.6 por ciento del PIB previsto para 2020, para llevarlo hasta el límite que demanden las nuevas circunstancias.
- Una intervención estatal de gran magnitud puede paliar la crisis económica, los que “implica abandonar la idea de que el Estado no debe contratar más deuda. Podemos echar mano de este recurso, sobre todo ahora que las tasas de interés en el mundo facilitan y hace más económica la tarea”.
Se recuerda que hay líneas de crédito ya abiertas con organismos financieros internacionales, así como explorar la idea de emitir Bonos de Emergencia de largo plazo a ser adquiridos inicialmente por el Banco de México. “Es momento de que la banca de desarrollo despliegue todo su potencial y adquiera un papel protagónico ante la emergencia. Como estos no son tiempos normales, es necesario hacer ver que la expansión tiene un sentido de urgencia y que como tal es temporal”, se sugiere en un texto dado a conocer este fin de semana.
Y se llama a “un auténtico Pacto de Estado entre gobierno y sectores sociales, trabajadores y empresarios, los poderes legislativo y judicial, los estados de la República e incluso los municipios de las principales zonas metropolitanas, para deliberar y concertar las medidas inmediatas para las nuevas circunstancias”.
En el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo participan Eugenio Anguiano Roch, Julia Carabias Lillo, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Gerardo Esquivel Hernández, Mario Luis Fuentes Alcalá, Carlos Heredia Zubieta, Mauricio de Maria y Campos, Ciro Murayama Rendón, Enrique Provencio Durazo, Carlos Tello Macías, entre otros./LA CRONICA-PUNTOporPUNTO