Nuevas condiciones para el sector automotriz introducidas en las últimas horas de las pláticas México-Estados Unidos para un nuevo TLCAN elevaron la complejidad de las negociaciones y complicaron la consecución de un acuerdo de acuerdo con medios estadounidenses. Por un lado, EU quitaría la posibilidad de imponer un arancel de 25% a las importaciones de autos y autopartes originarias de México, si ambos países logran un acuerdo para actualizar el TLCAN, informó el sitio especializado en información comercial Inside U.S. Trade. Los autos producidos en México que no cumplan con las nuevas reglas de origen del TLCAN tendrían que pagar un arancel de Nación Más Favorecida (NMF) de 2.5%, tal como ocurre ahora, siempre y cuando sean ensamblados en plantas actualmente en operación. Expertos de la industria dicen que sería más rentable para los fabricantes de vehículos de motor y autopartes pagar el arancel de NMF de la OMC, de 2.5%, en lugar de cumplir con engorrosos requisitos de las normas de origen del TLCAN (vigentes o próximos)./ EL ECONOMISTA