Las familias mexicanas que reciben remesas registraron la entrada de 27,616 millones de dólares de estos envíos entre enero y octubre de este año, según información del Banco de México.
Éste es el mayor flujo de remesas para un periodo similar desde que se tiene registro. Sólo en octubre, los 1.4 millones de hogares que captan este ingreso de sus familiares, que trabajan el exterior, recibieron 2,940 millones de dólares.
- Con esta cifra, queda registrado octubre del 2018 como el de mayor captación de remesas para un mes similar. Este flujo mensual incorpora el aumento anual de 10% en la entrada de estos recursos.
- La información del banco central muestra que el monto promedio de las remesas fue de 323 dólares durante octubre. Esto significa que cada una de las familias que cuentan con este ingreso resintió en octubre una desaceleración del giro mensual desde los 324 que captó todavía en agosto.
- Como estos recursos llegan en dólares, y la familia receptora los gasta e invierte en pesos, el rendimiento en moneda nacional fue superior en 0.4% anual en términos reales, esto es descontando inflación, precisaron estrategas de Goldman Sachs.
De acuerdo con la información del banco, las remesas enviadas por casi 10 millones de mexicanos que trabajan fuera del país llegaron a sus familias en 9 millones de operaciones.
Apuntalan consumo interno
Tal como ha sucedido desde al menos una década, los mexicanos que originan las remesas prefirieron enviar los recursos a México a través de canales no bancarios. Así que en octubre, 98.7% de las remesas que llegaron a México se hizo por transferencia electrónica y el resto, en efectivo o especie.
- El economista de Goldman Sachs Alberto Ramos destacó que la solidez de los flujos de remesas de trabajadores mexicanos a sus familias ha sido determinante para agregar apoyo a la cuenta corriente y al consumo privado; particularmente a las familias de bajos ingresos que tienen una alta propensión a consumir, lo que además evidencia que “son los receptores abrumadores de estas transferencias”.
Para el año entrante, se anticipa que continuará avanzando el flujo de remesas, en evidente reflejo de la tendencia positiva del empleo de los trabajadores migrantes en Estados Unidos.
Remesas, la trampa
El Fondo Monetario Internacional realizó un análisis titulado “¿Son una trampa las remesas?”, que inicia sentenciando que “un cuantioso volumen de remesas puede generar un círculo vicioso de estancamiento económico y dependencia”.
- Los analistas del organismo Ralph Chami, Connel Fullenkamp y Anne Oeking enfatizan que la entrada de remesas ayuda en efecto a los familiares del país de origen a solventar sus gastos. Pero, además, pueden impulsar al crecimiento económico financiando inversión en capital humano o físico, o bien, en nuevas empresas.
- Toman el caso de Líbano, uno de los principales receptores de remesas en el mundo, para advertir que los países que reciben estas transferencias pueden llegar a depender de la exportación de mano de obra en lugar de la exportación de materias primas.
- En el análisis, los especialistas consignan que como las remesas se gastan principalmente en consumo de los hogares, la demanda de todos los productos aumenta a medida que las remesas crecen. Esto ejerce una presión al alza sobre los precios.
Consideran que se genera un círculo vicioso, pues el efecto de las remesas sobre los incentivos a trabajar empeora cuando el salario de reserva aumenta. México es el cuarto mayor receptor mundial de remesas, según el Banco Mundial. Arriba de nosotros, sólo están Filipinas, China e India, el líder del globo./EL ECONOMISTA