El Banco Mundial (BM) advirtió que hasta 115 millones de personas pueden caer en la pobreza extrema en 2020 por la crisis inducida por la Covid-19, a través de un reporte sobre sus proyecciones económicas.
- Para el BM la pobreza extrema, definida como quienes viven con menos de 1.9 dólares al día, podría aumentar en un rango de entre 88 millones y hasta 115 millones de personas en el mundo, si se confirma el pronóstico más negativo.
- «Se prevé que en 2020 la pobreza extrema mundial aumentará por primera vez en más de 20 años como resultado de las perturbaciones ocasionadas por la pandemia de Covid-19», advirtieron los economistas del Banco.
Las previsiones del organismo con sede en Washington han ido empeorando a medida que avanza la pandemia y que se extiende su duración. Desde su detección en China en diciembre, el nuevo coronavirus ha dejado más de un millón de muertos en el mundo y ha golpeado duramente a la economía global.
El Banco Mundial estima que la economía va a contraerse un 5.2% en 2020, la mayor caída del PIB en 80 años.
En mayo, en el peor escenario trazado, los economistas pronostican que 60 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema; ya en agosto, la previsión más pesimista subía a 100 millones la cantidad de personas que entrarían en la miseria.
- Si se confirman las peores previsiones, en 2021 casi 150 millones de personas en todo el mundo pueden caer en la pobreza extrema.
- Sin el golpe de la pandemia, los expertos esperaban que la tasa global de pobreza extrema bajara de un 9.2% en 2017 a un 7.9% este año.
La pobreza extrema «probablemente afecte a entre un 9.1% y un 9.4% de la población mundial en 2020», adelantó el Banco.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, indicó además que «las evidencias preliminares indican que la crisis va a aumentar la inequidades en el mundo».
El COVID-19 agudiza el hambre en el mundo
Erradicar el hambre hasta 2030 es uno de los objetivos de desarrollo que se trazó la ONU hace cinco años. Eso implica que también en los países más pobres del mundo, cada persona tenga suficiente alimentación. ¿Cuál es la situación actual?
En 2015, la meta parecía ambiciosa, pero alcanzable. La situación mejoró notablemente en pocos años. En el 2000, el índice de la organización Ayuda contra el Hambre en el Mundo registraba, a nivel global, 28,2 puntos. Hoy, el índice es de 18,2. La meta sería llegar a 0.
La organización alemana distingue cuatro factores:
- Subalimentación (porcentaje de personas que no pueden cubrir sus necesidades de calorías)
- Bajo peso de niños (porcentaje de niños menores de 5 años que tienen demasiado poco peso en relación con su altura, lo cual es un signo de desnutrición)
- Retraso en el crecimiento (porcentaje de niños menores de cinco años con una estatura demasiado pequeña en relación con su edad, un signo de desnutrición crónica)
- Mortalidad infantil (tasa de mortalidad de niños menores de cinco años).
«El mayor fracaso moral de nuestra generación»
Pese a los avances, también las cifras más recientes son inquietantes: casi 690 millones de personas están subalimentadas; 11 millones de niños sufren retraso en su crecimiento debido a la desnutrición crónica. En 2018, 5,3 millones de niños murieron antes de cumplir cinco años, con frecuencia debido a consecuencias de la desnutrición. La organización considera que el hambre que se padece en el mundo es «el mayor fracaso moral y ético de nuestra generación”.
Aun cuando ha habido progresos en términos globales, las diferencias entre países y regiones son enormes. El África subsahariana y el sur de Asia son las regiones con mayores niveles de hambre.
- Simone Pott, portavoz de Ayuda contra el Hambre en el Mundo, señala que las «crisis y conflictos, al igual que la pobreza, la desigualdad, la falta de salud y las consecuencias del cambio climático” son los principales problemas a enfrentar: «El Congo y la República Centroafricana ocupan los últimos lugares en el índice de la organización. Conflictos violentos y fenómenos climáticos extremos frenan una evolución positiva”.
Pero también hay ejemplos alentadores, como el de Nepal. «Inversiones en el desarrollo agrícola han reducido la pobreza”, explica Simone Pott.
Pandemia deja a 12 millones en pobreza extrema por ingresos en México
El número de personas que vivían en pobreza extrema por ingresos en México pasó de 21 millones de personas en 2018 a 33 millones en junio de 2020, producto de la pandemia por Covid-19, estimó Héctor Nájera, investigador asociado al Programa Universitario de Estudios de Desarrollo de la UNAM.
Este repunte se debió principalmente a las políticas de confinamiento, que trajeron como consecuencia una caída de los ingresos de las personas, indicó el académico en la mesa
redonda “Pobreza alimentaria, ¿el verdadero efecto de la pandemia en México?”, organizada por la Fundación Asea.
- Todavía no se tiene el ejercicio para julio y agosto, en los que se espera una reducción de la pobreza extrema por ingresos debido a la reapertura económica. Pero, en todo, caso quién va a tener la última palabra va a ser el Coneval en 2021, cuando se publiquen los resultados de pobreza en el país, agregó el especialista.
- La pobreza extrema por ingresos implica pobreza fundamentalmente alimentaria, lo que no necesariamente significa desnutrición sino malnutrición, precisó Nájera.
En los últimos cinco años, el hambre está aumentando en el mundo, comentó Lina Pohl, representante de la FAO en México. En 2019, se calculó que 690 millones de personas en el mundo pasaban hambre; es decir, no consumían calorías suficientes para llevar una vida activa y saludable. Esa cifra representó 10 millones más que en 2018 y 60 millones más que hace cinco años.
- De acuerdo con estimaciones de la FAO, el Covid-19 podría provocar, a finales de 2020, un aumentó de 130 millones en el número de personas afectadas por el hambre crónica en todo el mundo.
- El hambre en América Latina afectó a 47.7 millones de personas en 2019 y se prevé que para 2030 llegue a 67 millones de personas, cerca de 20 millones más que en 2019. Esto, sin considerar el impacto del Covid-19.
En este sentido, Lina Pohl advirtió que es necesario transformar los sistemas alimentarios con miras a reducir el costo de los alimentos nutritivos y aumentar la asequibilidad de las dietas saludables.
Además de invertir a lo largo de toda la cadena de suministro de alimentos, en el entorno alimentario y en la economía política que conforman las políticas comerciales, de gasto público e inversión. Así como reducir los factores que aumentan los costos de producción, el almacenamiento, el transporte, la distribución y comercialización de los alimentos, agregó la especialista./Agencias-PUNTOporPUNTO