Como hoy, hace sesenta años el sector privado nacional enfrentaba la incertidumbre sobre el curso de la economía, cuestionaba las prioridades del gobierno para alcanzar el desarrollo nacional y ofrecía apoyo a cambio de claridad en las reglas del juego.
En 1960, líderes de los sectores industrial, del comercio, banqueros y en general, el empresariado, cuestionaban al entonces Presidente de México, Adolfo López Mateos, sus decisiones sobre priorizar el gasto público en comprar compañías privadas cuando había deficiencias en áreas clave como el sistema de salubridad, educación y la infraestructura de vías de comunicación.
- Era 24 de noviembre de aquel año, en un México con apenas 34 millones 626 mil habitantes, cuando líderes de las principales organizaciones empresariales, Concamin, Concanaco-Servytur y Coparmex, enviaron una carta al jefe del Ejecutivo, publicada en el diario Excélsior, en la que cuestionaban si habría más nacionalizaciones como la recién llevada a cabo en la industria eléctrica y si con ello se planteaba un socialismo de Estado.
“Las fuerza económicas del país se formulan las siguientes preguntas: ¿Es justificado que el gasto público se utilice en la compra de empresas privadas, cuando los servicios esenciales del Estado: de Salubridad, de Educación, de Caminos, etc., se encuentran muy lejos de estar satisfechos? ¿Es que nos encaminamos, a través de un intervencionismo creciente, hacia el socialismo de Estado? ¿Estamos en el principio de una nueva política económica del Gobierno?”, cuestionaban líderes empresariales ante rumores sobre posibles nacionalizaciones en las industrias del transporte, siderúrgica, el algodón y el azúcar.
En ese año, Heriberto Vidales presidía la Concanaco-Servytur; Manuel Fernández Landero, a la Concamin, y Roberto Guajardo Suárez a la Coparmex, quienes intentaban ver por los intereses de la libre empresa ante un creciente intervencionismo que había provocado fracturas entre el sector privado y el Gobierno Federal.
Coparmex pedía aplazamiento para el pago de impuestos
“Nosotros no estábamos pidiendo que se condonaran o perdonaran impuestos. Lo que solicitamos es que nos dieran un aplazamiento en el pago de éstos, tal como se está haciendo en otros países”, expuso Reginaldo Esquer Félix, presidente de la Comisión Nacional Fiscal de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Lo anterior lo comentó en referencia a que el plan de reactivación económica que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador no contempla ningún tipo de estímulo o incentivo fiscal para las empresas, a pesar de que el país ya está en fase 2 y que en las siguientes semanas podría llegar a la fase 3.
En entrevista, indicó que es indispensable que se cuente con medidas fiscales que puedan ayudar a las empresas a mantener cierto nivel de liquidez, no sólo para tener utilidades, sino para mantener los empleos.
“Desafortunadamente, el pago para la declaración anual de las personas morales ya pasó (31 de marzo), pero está por vencer el plazo para las personas físicas con actividades empresariales (30 de abril), con lo que debería ser una opción si se paga o no, para que las empresas que tengan saldos a favor, puedan tener devoluciones inmediatas”.
- Mencionó que, si bien en su discurso el presidente se comprometió a agilizar la devolución del IVA, no dejó en claro en qué tiempo. “Para las empresas es indispensable que se aclaren los tiempos para que puedan seguir con sus operaciones y cuentas. Nosotros solicitamos una devolución inmediata de no más de 30 días”.
Otra propuesta que plantearon al presidente era el diferimiento del pago de cuotas obrero-patronales.
También se solicitó estímulos a la inversión con deducción inmediata, especialmente para maquinaria y equipos nuevos, pero tampoco se consideró, comentó el representante de la Coparmex.
“Nos parece que hubo una consideración muy ideologizada en el informe que se dio el domingo, cuando en todo el mundo se percibe que la estrategia más clara para resolver el problema económico es generando alivios fiscales”.
Débiles propuestas
A su parecer, las medidas que anunció el presidente López Obrador para reactivar la economía ante la emergencia sanitaria son insuficientes. Incluso dijo que tampoco servirían si la pandemia del Covid-19 no existiera.
- Indicó que los sectores que ya se ven afectados por la pandemia del Covid-19 son turismo y servicios en general como restaurantes, de entretenimiento o empleos de logística. “El efecto inmediato es la pérdida de empleos, porque las empresas no tendrán la capacidad para seguir pagando la nómina”.
- Destacó que, si bien el presidente prometió la creación de nuevos empleos, la realidad es que no van a ser suficientes para compensar los que se van a perder con motivo de la pandemia. “De esos 2 millones de empleos que menciona el presidente, realmente creemos que pueden ser 600,000, los cuales no se comparan con casi 1 millón de empleos que estamos estimando que se van a perder por el Covid-19”.
Lo que se pedía:
- Aplazamiento del pago de impuestos para personas morales y físicas con actividades empresariales.
- Si los contribuyentes tienen saldos a favor, las devoluciones deben ser inmediatas, en no más de 30 días.
- Se deben aplazar los pagos de las cuotas obrero-patronales.
- Deducciones a la inversión en maquinaria y equipo nuevo./Agencias-PUNTOporPUNTO