La pandemia de Covid-19 mantiene en la incertidumbre a buena parte de la economía global. Aunque en muchos países desarrollados, la vacunación contra el coronavirus avanza con celeridad; en otros países como México, los retrasos en la distribución de la vacuna ensombrecen un tanto la luz que había generado la llegada del inmunizante al país.
- Para PwC, sin embargo, el panorama es optimista. Pese a la lentitud del proceso de inoculación; un bajo estímulo fiscal impulsado por el gobierno y a los déficits en los que ha incurrido la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la consultoría, una de las Cuatro Grandes (Big Four), cree que el 2021 traerá más oportunidades que desventajas.
- El crecimiento de Estados Unidos y la dispersión de los estímulos generados por el vecino del norte; así como el bajo nivel de las tasas de interés de referencia están entre las principales razones por las que Mauricio Hurtado, socio director de PwC México, cree que el 2021 será un mejor año para México de lo que lo fue en 2020.
─ El 2021 comenzó como una extensión del 2020; vivimos la segunda oleada de Covid-19 en todo el mundo, lo que llevó a detener de nuevo buena parte de la actividad económica, ¿cuál es la perspectiva de PwC respecto del 2021? ¿Será un mejor o un peor año que el 2020?
Hay elementos para pensar que va a ser un mejor año por varias razones. Algunas son muy evidentes y otras son muy contingentes, porque el hecho, por ejemplo, de los efectos de la vacuna y el momento en que de verdad empiece a generar un efecto económico, es incierto; a pesar de que hay programas y calendarios, no sabemos exactamente cuándo va a ocurrir y cuál es el impacto que se podría a esperar. Esa es una de las variables que no está claramente identificada; sin lugar a dudas en algún momento va a generar un beneficio pero no sabemos exactamente cuándo y si ocurriera hacia finales del año, a lo mejor no habría tiempo suficiente para generar todo el impacto que pudiera tener.
Pero además hay otros indicios que nos dan pie a pensar que va a ser un mejor año. Uno de ellos es la situación económica en Estados Unidos; se espera un crecimiento importante, así como la aprobación de algunos estímulos fiscales y programas sociales que pueden generar una derrama económica interesante y México, al tener una interacción muy activa con ese país, se vería particularmente beneficiado de esa circunstancia, que si bien no origina en México, es parte de una integración regional.
- Adicionalmente, pensamos que viniendo de una reducción tan severa del Producto Interno Bruto (PIB), necesariamente tendrá que haber crecimiento en algunas actividades que inercialmente tienen que crecer y de alguna manera el costo del dinero se está abaratando, lo cual puede originar que haya mayor intercambio de recursos, lo cual también puede generar beneficios a mediano y largo plazo.
─ México está entre los países que ofreció un menor estímulo fiscal para sus empresas y para su población en general, ¿qué impacto tendrá esta decisión en la recuperación económica del país, sobre todo en este 2021?
- Va a tener un impacto y ya lo está teniendo, muy relevante; porque obviamente, el hecho de no tener ese apoyo, implica para las empresas de todos los tamaños un reto adicional para mantener la plantilla laboral. Consecuentemente, hemos visto los números, el nivel de desempleo se ha incrementado y en ausencia de un estímulo bien enfocado, esta tendencia puede continuar en todo el ejercicio de 2021.
- También es importante recordar que el consumo interno es un motor muy importante de la economía y si la población o una parte muy importante de la población no tiene empleos y no hay un esquema de subsidios bien establecido, pues el consumo va a disminuir y con esto también disminuyen las utilidades de las empresas, lo que causa un efecto colateral en una reducción de la recaudación del fisco federal y esto también puede impactar a la sostenibilidad de algunos proyectos o programas sociales. Es un círculo vicioso donde la falta de actividad económica a través de la reactivación de un estímulo fiscal bien enfocado puede generar, en el corto plazo, mucho desempleo e inseguridad en las calles, y en el mediano y largo plazo, una menor recaudación por actividades de consumo y por niveles de rentabilidad en muchas actividades.
─ Sabemos que algunos sectores han sido especialmente afectados por la pandemia de Covid-19. ¿Qué sectores crees que tendrán una mayor recuperación económica en este 2021 y cuáles ven que se estancarán o seguirán cayendo?
Se ven favorecidos algunos sectores muy particulares, como son la industria automotriz, la industria agrícola, la manufactura de productos electrónicos. Esas actividades creo que están destinadas a mostrar crecimientos muy interesantes en el ejercicio que acabamos de comenzar. También está por ejemplo todos los que tienen que ver con logística, distribución, comercio electrónico, aquellos vinculados a servicios hospitalarios y medicamentos.
Por otra parte tenemos a un grupo de empresas que nuevamente, dependiendo de los impactos que pueda generar el programa de vacunación, su recuperación puede ser más o menos inmediata. En este rubro, podría identificar, entre otros, a los servicios de hotelería, lo que también tiene que ver con la confianza que se transmita en el extranjero respecto de la manera en que se maneje la pandemia en México.
- El sector inmobiliario tendrá retos importantes, por las formas de trabajo que se están consolidando hoy en día; yo creo que puede haber un exceso de oferta en el mercado y que temporalmente van a tener que encontrarse mecanismos inteligentes para encontrar la sostenibilidad que se requiere en estas actividades muy puntuales de negocios. Los servicios en general también sufrirán retos importantes; toda vez que es una actividad terciaria y en muchos de los casos las empresas no tienen los presupuestos suficientes para cubrir algún tipo de servicios y estos podrían ser prescindibles en algunos momentos.
─ El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ha mencionado que si se da una reforma fiscal, ésta sería sin un incremento de impuestos, ¿qué requerirá esta reforma fiscal para beneficiar efectivamente a la recaudación?, ¿hace falta una reforma fiscal?
Las reformas fiscales deben ser vistas desde dos perspectivas: el fin de la recaudación de impuestos no es nada más el hecho de cubrir un gasto público, obviamente esa es su función fundamental; pero también los impuestos y todo lo que tenga que ver con la materia fiscal tiene un propósito de canalizar las actividades económicas para generar riqueza y al generar riqueza, se genera más recaudación. La posibilidad de llevar a cabo una reforma fiscal, lejos de imponer más impuestos, como ha sido el compromiso en los primeros tres años del actual gobierno; creo que pudiera analizar posibilidades de reactivar la economía, con esquemas que pudieran ser estratégicos para no disminuir la recaudación de manera importante, pero al mismo tiempo generar las condiciones para que las personas sigan invirtiendo sus recursos y generando riqueza.
─ El déficit fiscal alcanzó en 2020 su mayor nivel en cuatro años. Parece que 2021 también superará esta medida, ¿qué impacto puede tener este déficit?, ¿hay alguna perspectiva de poder reducirlo en los próximos años?
- Hay forma de reducir los déficits en general. El gobierno ha tomado una postura muy disciplinada en cuanto a tratar de mantener a nivel de deuda pública un porcentaje que esté vinculado con el PIB. Creo que por la disminución de los ingresos en materia de exportación que hemos tenido a raíz de la pandemia, de forma inversamente proporcional ha crecido el nivel de deuda pública respecto del PIB y ahorita debemos estar por ahí del 56%, cuando estábamos en 48%.
- Entonces, proporcionalmente nos hemos endeudado un poco más no necesariamente porque hayamos pedido préstamo sino porque tenemos menos ingresos; al tener menos ingresos, tenemos menor flexibilidad de obtener los recursos para pagar el servicio de la deuda y eso va a ser un tema que tenemos que tomar en cuenta.
También es un hecho que el gobierno ha buscado a través de otros esquemas compensar la falta de ingresos y en su caso cubrir los déficits a través de programas muy intensos en materia de auditoría fiscal. La recaudación en este aspecto, sobre todo en grandes contribuyentes ha crecido bastante con respecto al año 2019 y pensamos que es uno de los mecanismos que muy probablemente se sigan utilizando para tratar de compensar este efecto.
─ ¿Cuáles son los posibles escenarios económicos de PwC para México en 2021?
Somos muy optimistas. Estamos pensando que a pesar de todos los retos que tenemos, a nivel global y también en México; también tenemos grandes oportunidades. El T-MEC es una gran oportunidad para poder complementar economías de Estados Unidos y Canadá en ciertos sectores. Habrá que ver un poco las reacciones que hay al respecto. Estamos en la segunda fase del NAFTA y que necesariamente hay ajustes en todos estos tratados.
- El hecho de que haya una población importante de mexicanos viviendo en Estados Unidos le permite al país tener un flujo constante de divisas que de alguna manera estabiliza las condiciones macroeconómicas para pensar en un crecimiento razonable, bajo las circunstancias que tenemos hoy en día. Si bien hay retos, yo creo que hay que seguir avanzando en otros aspectos, como el consumo interno, el nivel de empleo, la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED).
Pero en la medida en que sigamos compartiendo información con el resto de países con los que opera México y transmitiendo el nivel de confianza a partir de la institucionalidad que el gobierno debe continuar demostrando, pensamos que puede mejorar el atractivo para que México pueda ser considerado como un destino importante en materia de IED./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO