La economía mexicana mantiene una mejoría en el segundo trimestre de 2021, indicó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), al interpretar sus mediciones anticipadas de indicadores clave de la producción de manufacturas, consumo y los servicios.
- El Indicador IMEF Manufacturero aumentó en mayo 0.7 puntos para ubicarse en 52.3 unidades, con lo cual se mantuvo en zona de expansión (>50) por tercer mes.
- El Indicador IMEF varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50), de la actividad económica.
Por su parte, el Indicador IMEF No Manufacturero registró un aumento en mayo de 1.9 puntos para cerrar en 53.6 unidades y mantenerse en zona de expansión por tercer mes.
- “Los resultados del Indicador IMEF confirman una mejoría en la actividad económica tanto en el sector manufacturero como en el no manufacturero durante mayo. En el primero, destacan los importantes incrementos en los subíndices Nuevos Pedidos y Producción, que alcanzaron sus niveles más elevados desde 2012 y 2018 respectivamente”, dijo el IMEF.
En cuanto al segundo, sobresale que todos los subíndices se ubicaron por encima o sobre el umbral de 50 puntos.
Estos resultados, junto con el análisis de coyuntura, permiten anticipar una clara mejoría de la actividad económica durante el segundo trimestre. No obstante, persisten riesgos importantes para el crecimiento en el mediano plazo”, añadió el IMEF en su reporte mensual.
En particular, como parte del contexto, las perspectivas de la actividad económica en Estados Unidos continúan mejorando.
- Los principales pronósticos para el crecimiento del PIB de Estados Unidos durante 2021 convergen ahora a un rango entre 6.3 y 6.5 por ciento.
- Por ejemplo, los últimos indicadores de la producción industrial y de las ventas al menudeo han mostrado una senda de expansión al alza.
Las razones de este dinamismo ya se han venido apuntando desde hace unos meses: los extraordinarios estímulos fiscales, el retorno de una mayor confianza desde la toma de posesión del presidente Joe Biden y una amplia cobertura de población vacunada contra el Covid-19.
No obstante, este dinamismo económico ha estado aparejado con una aceleración de la inflación.
Este repunte se ha dado por un efecto de base de comparación anual y, sobre todo, por presiones de costos. El tipo de insumos cuyos precios ha presionado a la inflación, son las materias primas (commodities).
La Reserva Federal (Fed) ha declarado que espera que este efecto de aceleración de la inflación sea transitorio y que se vaya disipando en la segunda mitad del año. No obstante, los economistas debaten acerca de que tan transitorio será tal fenómeno. Estimaciones ubican a la inflación anual en 2.8% al final del año.
Entre tanto, la autoridad monetaria estadounidense mantiene su objetivo de alcanzar una inflación anual de 2% y ha señalado que su postura monetaria es apropiada para cumplir con su mandato dual.
Con ello, según el IMEF, ha dado indicios claros que no contempla en el corto plazo iniciar un ciclo alcista de tasas de interés.
En México, se confirmó una variación del PIB real en el primer trimestre del año respecto al trimestre previo de 0.8% (-2.8% respecto del mismo trimestre del año previo).
Para los trimestres siguientes, el IMEF prevé un mayor dinamismo de la producción puesto que se anticipa muy pronto un regreso generalizado al “semáforo verde” y que la movilidad y la actividad económica comiencen a recobrar paulatinamente niveles más acordes con las condiciones prepandemia. Indicadores recientes de la actividad industrial, inversión, ventas y producción de automóviles, ventas al menudeo (de socios de la ANTAD), exportaciones, importaciones e indicadores del mercado laboral han mostrado mejoras en su desempeño, aunque en algunos casos de manera incipiente./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO