Los recursos del Proyecto Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2020 deben dirigirse a proyectos sociales y que se permita invertir a la Iniciativa Privada en los proyectos de infraestructura y energía, con el propósito de que la economía mexicana pueda reactivarse, pugnó el sector empresarial.
Antes de que venza esta semana, los diputados deben analizar y definir cuál será la mejor opción para el país en la asignación del gasto público, de modo que en un entorno macroeconómico que apunta hacia un magro crecimiento económico —en el que por lo pronto el ingreso per cápita de la población está decreciendo—, el sacrificio de la inversión pública parece un despropósito. Pero ello podría ser mitigado por una reactivación de inversión privada en áreas de infraestructura pública donde se requiere, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“El gobierno contará con 6,107.7 millones de pesos para gastar en 2020 y si se respeta la estructura del presupuesto propuesta, los recursos se destinarán preponderantemente a los rubros de bienestar y energía, donde se concentran los programas sociales insignia del gobierno (Jóvenes Construyendo el Futuro, Jóvenes Escribiendo el Futuro, entre otros) y los apoyos a las empresas productivas del estado (Pemex y CFE).
“Como se plantea hasta ahora, esto impide la inversión privada, mantiene el control del estado e inhibe la recuperación de la producción en el sector energético”, lamentó el organismo aglutinado en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Los analistas del sector privado cuestionaron que el hecho de que las autoridades insistan en canalizar recursos a programas con poca viabilidad contribuye también a fortalecer la incertidumbre ante la poca claridad del beneficio de dichos programas.
- El CEESP instó a los diputados a que en la medida se realice una eficiencia de la asignación de los recursos, se traducirá en un menor impacto a las finanzas públicas, justo cuando las fuentes de ingresos están debilitadas.
- En sus análisis semanal, el organismo privado destacó: “es particularmente importante que la asignación de los recursos sea lo más eficiente posible. Que se destinen a programas con reglas de operación y padrones de beneficiarios claros y transparentes y proyectos con comprobada rentabilidad social. Así, el presupuesto podrá contribuir a detonar la inversión privada y estimular el crecimiento”.
Advirtieron que la asignación de recursos presupuestarios a programas asistenciales sin reglas de operación y sin padrones claros y transparentes y a proyectos de inversión emblemáticos sin estudios de rentabilidad puede ser el camino de mayor rentabilidad política y no ayudaría a resolver el problema de falta de crecimiento económico, que se traduciría en contra del abatimiento de la desigualdad y la pobreza, probablemente sin perspectivas claras de un mayor ritmo de crecimiento y apuntando a uno más bien pobre en los años por venir./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO