La deuda local de México puede por fin ofrecer más ganancias después de tocar fondo el mes pasado, ya que las expectativas de flexibilización agresiva de las tasas del Banco de México compensan tres recortes de calificación soberana por parte de las calificadoras y la caída de los precios del petróleo.
Analistas e inversores de JPMorgan y Emso Asset Management dicen que los llamados ‘Mbonos’ recibirán un impulso a medida que Banxico baje agresivamente las tasas para defenderse de lo que apunta a ser la recesión más severa en tres décadas. Los golpeados bonos en dólares vendidos por Pemex, la compañía petrolera estatal más endeudada del mundo, también pueden avanzar, aunque por diferentes razones.
- Mientras el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se mantiene impasible respecto a la opción de aplicar estímulos fiscales y políticas contracíclicas, como están haciendo la mayoría de los países, Banxico redujo inesperadamente las tasas en 50 puntos básicos el martes. El movimiento sacó a los ‘Mbonos’ ligeramente del pozo: sus rendimientos cayeron hasta 25 puntos básicos (eso quiere decir que el Estado tendrá que pagar menos a los inversionistas que compraron los bonos, lo que beneficia a México).
Un análisis de Citigroup espera otro recorte de medio punto porcentual el próximo mes y dice que las tasas terminarán el año en 4.5%. JPMorgan añade que las tasas pueden caer a un récord de 3% tan pronto como el tercer trimestre de 2020.
“El mercado está valorando cada vez más las acciones más contundentes del Banco Central, ya que parece ser el único espectáculo en la ciudad dada la continua disciplina fiscal de AMLO”, asegura Jens Nystedt, un administrador de dinero en Emso en Nueva York. Esas tasas más bajas “respaldarán toda la curva” de los bonos.
- La rebaja de la calificación crediticia de México por parte de las grandes calificadoras provocó la caída de los precios de sus bonos en dólares y el alza en los rendimientos que otorgan. Esto contribuyó a un desplome del peso de casi 23% en lo que va de 2020, convirtiéndolo en la tercera peor moneda del mundo, después del rand sudafricano y el real de Brasil.
- Sin embargo, es probable que la recesión de este año sea tan grave que no se produzca un aumento de la inflación, la consecuencia habitual de una caída de la moneda. Los precios al consumidor ahora están subiendo cerca de su ritmo más lento desde 2015.
- Los analistas esperan, en promedio, que la economía mexicana se contraiga 6.7% este año, superando la caída de 4.7% en 2009, según una encuesta publicada el martes. Bank of America dice que la caída puede alcanzar el 8% y Citigroup pronostica una contracción del 9%, el peor año desde al menos 1989.
Los bonos de Pemex, mientras tanto, han caído tanto, tan rápido que los inversores están apostando a un repunte a pesar de la crisis del mercado mundial del petróleo, que hizo caer el crudo Brent un 25% esta semana. Los bonos de la compañía pagan 6.8 puntos porcentuales en rendimiento, por encima de sus contrapartes soberanas.
Pemex había cubierto la producción de este año en torno a un precio del petróleo de 49 dólares por barril, por lo que proyecta una ganancia inesperada de 6,000 millones de dólares de ese seguro de cobertura, contratado precisamente para protegerse de bajadas bruscas de precios del crudo. Pero es una gota de agua en un océano: el viernes, Moody’s redujo dos niveles su calificación de Pemex, metiéndolo aún más profundo en territorio de ‘basura’, lo que subraya el desafío de pagar más de 100,000 millones de dólares en deuda.
Pese a todo, algunos analistas, incluida la jefa de deuda de mercados emergentes de AllianceBernstein, Shamaila Khan, destacan que el apoyo del gobierno significa que Pemex no enfrentará problemas de liquidez.
“Los problemas de almacenamiento del petróleo causarán debilidad a corto plazo, pero suponiendo una recuperación de la actividad a medida que las cuarentenas disminuyan, además de los recortes de suministro, habrá una recuperación”, dijo en una entrevista desde Nueva York./EXPANSIÓN-PUNTOporPUNTO