El gobierno saliente del presidente Enrique Peña Nieto dejará a la nueva administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador, a partir del 1 de diciembre, la mesa puesta para que le saque jugo a la digitalización de la administración tributaria que le permite al fisco afilar sus dientes y extenderse para lograr mayor fiscalización. Fiscalistas consultados consideraron que con el nuevo modelo de relación con el contribuyente habrá una mejor eficiencia tributaria que representará todo un reto para ponerse al día. “La factura, la contabilidad y las auditorías electrónicas, así como las declaraciones por internet, llegaron para quedarse y sentaron las bases en el presente sexenio para ser usadas en beneficio del nuevo gobierno”, afirmó. /EL UNIVERSAL