La desaceleración de la economía proyectada para el resto del año provocará un menor dinamismo en la creación de empleo en la región en los próximos meses, advirtieron en un informe conjunto la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“El progreso observado en los mercados laborales entre 2020 y 2022 refleja una recuperación cíclica del crecimiento económico que no es sostenible en el tiempo”, señalan los organismos en la última edición del estudio Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe.
Sin embargo, la generación de empleo no es la única señal de alerta para los mercados laborales de Latinoamérica, advierten. El escenario de menor crecimiento en la región también puede traducirse en una baja en la calidad de los puestos de trabajo.
“Muy probablemente, significará que los trabajadores serán más vulnerables, tendrán menores niveles de protección social y se ubicarán en sectores menos productivos, lo que aumentará los niveles de pobreza y desigualdad en la región”, se puntualiza en el informe.
- Luego de la emergencia sanitaria por la Covid-19 y las medidas de confinamiento, la creación de puestos de trabajo tuvo un repunte en la región entre 2021 y 2022, ello permitió que la mayoría de los indicadores clave superaran niveles previos a la pandemia. Pero la recuperación de algunas mediciones no es suficiente, subrayan la Cepal y la OIT.
“En 2022 se observó una recuperación de las tasas básicas del mercado laboral a sus niveles prepandemia (2019), y, contrariamente a lo que se temía, la situación de las mujeres y los jóvenes mostró una leve mejora en 2022 respecto de los niveles de 2019. No obstante, los problemas estructurales que presentaban los mercados laborales antes de la pandemia (informalidad, brecha por sexo y edad) no se han solucionado y siguen representando un enorme desafío, que se puede profundizar desde 2023 si no se estructuran respuestas adecuadas de política”.
- En el caso de México, el primer trimestre del año el mercado laboral registró un comportamiento positivo, incluso con el mejor arranque de la historia. Además de la creación de empleo, indicadores clave como la subocupación o la desocupación mostraron mejores niveles que los observados antes de la pandemia, según lo reportado por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Pero a partir del segundo trimestre la creación de empleo tuvo un freno. El mercado laboral en nuestro país suma dos meses con saldo negativo y una pérdida acumulada de poco más de 760,000 puestos de trabajo.
Pese a ello, la perspectiva para el empleo en México en el segundo semestre es positiva. “Creemos que el contexto económico sigue siendo favorable, con sorpresas recientes en términos del ritmo de crecimiento y señales de que el dinamismo podría extenderse. Como tal, mantenemos nuestro optimismo de que los resultados son más consistentes con una pausa dentro de un periodo de fortaleza, necesitando más evidencia para comenzar a catalogarlo como un deterioro”, afirmó Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercado de Banorte.
- A nivel regional, la expectativa es reservada debido a la desaceleración de la economía y la pérdida del efecto rebote que generó un mayor dinamismo laboral en los dos años anteriores. La muestra es que al recuperarse los niveles de ocupación, la creación de empleo retorno a su ritmo normal.
“El rezago del nivel de ocupados se acorta durante 2022 como resultado de las mayores tasas de crecimiento de este indicador respecto de la actividad. Sin embargo, este mayor dinamismo muestra un agotamiento desde el segundo trimestre de 2022 en la mayoría de los sectores de actividad económica, convergiendo hacia las tasas de crecimiento de la producción. Lo anterior se explica porque todos los sectores ya habrían recuperado sus niveles de ocupados anteriores a la pandemia, por lo que su dinámica ya no es resultado de un efecto rebote, sino de las características propias de cada país”.
Avances en el mercado laboral
La recuperación de los mercados laborales en Latinoamérica tras el impacto de la pandemia ha dejado buenos resultados, como un mayor avance del empleo femenino y juvenil, así como el crecimiento del trabajo asalariado.
- Entre 2021 y 2022, la incorporación de mujeres al mercado laboral fue mayor que la de los hombres. Como resultado de esto, el empleo femenino se encuentra en sus niveles prepandemia, con un rezago todavía en la ocupación masculina. Este comportamiento ha permitido un ligero cierre de la brecha de género entre la población ocupada.
“Ésta es una buena noticia, en el sentido de que se generó una dinámica distinta respecto de otros episodios recesivos regionales: en la transición hacia la pospandemia, las brechas de ocupación por sexo y entre jóvenes y adultos se acortaron. Este desempeño de la ocupación de jóvenes y mujeres, a su vez, se dio en un contexto en que la lógica de las políticas que buscaron acelerar la creación de puestos de trabajo en 2021 dio un giro desde la generalización hacia la focalización en los segmentos más afectados”.
- El trabajo asalariado también ha sido uno de los segmentos de ocupación con mejor comportamiento. De hecho, la tasa de empleo asalariado (61.7%) es la más alta en la región en los últimos cinco años. El crecimiento en este renglón se presentó a la par de una disminución del trabajo por cuenta propia y el no remunerado.
“En consonancia con el incremento del número de asalariados y sobre la base de cifras disponibles a la fecha de redacción de este informe, se observa que la tasa de ocupación informal promedio de la región experimentó una pequeña reducción durante 2022, al pasar del 48.8% en 2021 al 48.7% en 2022. La informalidad se redujo en ocho de los 11 países de los que se dispone de información”, destacan los organismos internacionales.
Entre las buenas noticias, la Cepal y la OIT también subrayaron que la recuperación de los mercados laborales en América Latina ha confirmado la efectividad de políticas públicas como los seguros de desempleo, los subsidios a la contratación y la implementación del teletrabajo. Aunque su limitante al empleo formal es un recordatorio de que la región debe fortalecer la transición de la informalidad a la formalidad./Agencias-PUNTOporPUNTO