Al calificar como negativo el balance del primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el sector patronal exigió que no se pierda más tiempo y se atiendan los graves problemas que enfrenta el país para el 2020: seguridad, corrupción, certeza y confianza a los inversionistas, estado de derecho y frenar la destrucción de órganos autónomos.
Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) lamentó que a un año de distancia, “es muy preocupante que, en el discurso presidencial, siga predominando una visión maniqueísta del país, que ya ha dividido a la sociedad en dos. Mientras el oficialismo se pronunciaba en el primer cuadro de la Ciudad de México, a escasos kilómetros de distancia, miles de mexicanos se reunían para manifestar su claro descontento con el Presidente y la administración que encabeza”.
Sostuvo que esto no beneficia a nadie y ha derivado en el estancamiento de la economía. “Entre otros factores internos, el haber frenado importantes obras de infraestructura, los recortes al sector vivienda, turismo y otros rubros sociales, así como el subejercicio del gobierno —dejando de gastar 150,000 millones de pesos— han frenado el dinamismo de nuestra economía. Para obtener un crecimiento del 0%, en lo que va del 2019”, reviró el líder empresarial.
A través de su señal Coparmex, con profunda voluntad constructiva, el empresario señaló cuáles deben ser los retos prioritarios que el Gobierno de México debe atender en 2020 y en lo que resta del sexenio.
De Hoyos urgió a restablecer las condiciones de confianza y certidumbre en la economía, para detonar el crecimiento y generar los empleos formales que hacen falta. Por ello, en lo inmediato, debemos mantener la estabilidad macroeconómica; impulsar un gasto público eficiente, robustecer la actividad industrial, ampliar la presencia comercial de México en el mundo y avanzar en el fortalecimiento de las instituciones./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO