El consumidor mexicano tendrá que pagar un mayor precio por productos importados de Estados Unidos a los que el gobierno impuso un arancel en respuesta a una medida similar adoptada por Estados Unidos, indicaron analistas. La imposición de aranceles, iniciada por Estados Unidos al aplicar una cuota a las importaciones que realiza ese país de acero y aluminio de México, Canadá y la Unión Europea es uno de los capítulos de la guerra comercial emprendida por Washington, que este viernes se expresó en la decisión de la Casa Blanca de gravar importaciones de China. La respuesta de México a los aranceles al acero y aluminio, que entraron en vigor el primero de junio, fue imponer gravámenes de entre 15 y 25 por ciento a productos estadunidenses como la carne de cerdo, whiskey, arándanos y productos de acero y aluminio./ LA JORNADA