Para el 2022, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador prevé que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) apruebe el incremento del 21% al salario mínimo, que pasaría de 141.70 a 171.45 pesos diarios, y con ello cerrar el sexenio con un salario mínimo de entre 240 y 250 pesos diarios.
- En ese sentido, más que asustarse, las pequeñas y medianas empresas deben considerar para no ser sancionadas y sobrevivir ante las presiones laborales, alertó Jesús Zarazúa, director general de Zarazúa, asesores laborales.
- Al participar en el panel Retos y Oportunidades para las Pymes, organizado por la Cámara Española de Comercio (Camescom) en México, el especialista laboral advirtió a las pymes que para ser más competitivos, “tienen que estar visualizando a futuro cuál es la senda que va a llevar el incremento al salario mínimo en los próximos años”.
Luego de que la Camescom anunció la creación de la Comisión Pyme, que cobijará a este sector en México para repuntar la recuperación, Zarazúa, quien participó como coordinador del Grupo de Trabajo de T-MEC capítulo 23 en INdex, recomendó a los empresarios: “no dejen de observar la parte laboral, esta parte es sumamente importante. Todos estamos a favor del bienestar de nuestras trabajadoras y de nuestros trabajadores y que todos vayamos teniendo una mejor calidad de vida en este concepto que maneja el gobierno de bienestar que me parece que eso es fundamental, pero también para tener eso y para tener empleados con bienestar, necesitamos tener empresas sólidas, firmes, empresas con financiamiento y con alto cumplimiento”.
- De acuerdo con la explicación de Zarazúa, el incremento salarial para el 2022 sería de 15% como parte de la recuperación económica, más 6% del impacto inflacionario. Los retos laborales, con la reforma en la materia serán grandes, que implicará mayores costos a las empresas, adicional a la carga fiscal, pago del IMSS y prestaciones sociales.
- Javier Reza, presidente de la Comisión Pyme de la Camescom, calificó como “grave” que durante el 2020, en México, 1 millón de empresas tuvieron que cerrar sus puertas. “Esto es grave y se perdieron 4.1 millones de puestos de trabajo en un año, alrededor del 20%”.
Desde la perspectiva española, se observa como una tragedia, porque la mayoría de las empresas son pymes, “tenemos que alzar la voz porque no hemos tenido las herramientas suficientes como para subsistir muchas veces”, acusó./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO