Entre 2002 y 2021, las sequías afectaron a más de mil 400 millones de personas. En 2022, aproximadamente la mitad de la población mundial sufrió escasez severa de agua durante al menos una parte del año y una cuarta parte se enfrentó a niveles «extremadamente elevados» de estrés hídrico, al utilizar más del 80% de su suministro total anual de agua potable renovable.
Se prevé que el cambio climático incremente aún más la frecuencia y la gravedad de estos fenómenos, con graves riesgos para la estabilidad social.
- Así lo señala el Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de 2024 de las Naciones Unidas, publicado por la UNESCO en nombre de ONU-Agua, tras indicar que las tensiones relacionadas con el agua exacerban los conflictos a escala mundial.
- Por lo que sugiere que para preservar la paz, los Estados deben fortalecer la cooperación internacional y los acuerdos transfronterizos. No sólo debemos conservar mejor los recursos hídricos, sino también reforzar lo antes posible la cooperación regional y mundial en este ámbito.
La escasez de agua también es un factor importante en las migraciones. A su vez, estos desplazamientos de población pueden contribuir a la inseguridad hídrica en los territorios de acogida al ejercer una presión añadida en los sistemas y recursos de agua, avivando así las tensiones sociales.
De acuerdo con este nuevo informe de la UNESCO, dos mil 200 millones de personas aún no disponen de suministros seguros de agua potable y tres mil 500 millones de personas no tienen acceso a servicios adecuados de saneamiento.
Debido a esto, el objetivo de las Naciones Unidas de lograr el acceso universal para el año 2030 parece distante y se teme un aumento de las desigualdades en este ámbito.
- Asimismo, la UNESCO refiere que las niñas y las mujeres son las primeras víctimas de la falta de agua. La primera consecuencia es el deterioro de las condiciones de vida de la población, con un aumento de la inseguridad alimentaria y los riesgos sanitarios.
- La escasez de agua también afecta al desarrollo social, especialmente de niñas y mujeres. En multitud de zonas rurales, ellas son las principales recolectoras de agua y dedican varias horas al día a esta tarea, cita.
La disminución de los suministros de agua agrava esta carga y socava su acceso a la educación, su participación en la vida económica y su seguridad. Por ejemplo, un estudio realizado en Somalia indica que se ha producido un aumento del 200% de la violencia de género contra personas desplazadas.
¿Quién es el culpable de la crisis del agua?
La crisis hídrica es el resultado de una combinación de factores humanos y naturales, entre los que se incluyen:
- Cambio Climático: Influye en la crisis del agua al alterar los patrones de precipitación y aumentar la frecuencia de eventos climáticos extremos. Esto puede provocar sequías prolongadas en algunas regiones, reduciendo la disponibilidad de agua dulce. Por otro lado, el cambio climático también puede causar inundaciones repentinas que contaminan las fuentes de agua potable.
Además, el aumento de las temperaturas evapora más agua de ríos y lagos, disminuyendo aún más los suministros de agua. Estos fenómenos afectan tanto la cantidad como la calidad del agua disponible para el consumo humano, la agricultura y la industria del agua contribuye a la inaccesibilidad del agua potable.
- Sobreexplotación: Propicia la crisis del agua al agotar las reservas subterráneas y superficiales más rápidamente de lo que pueden reponerse naturalmente.
El uso intensivo de agua para la agricultura, la industria y el consumo doméstico reduce la disponibilidad del recurso para otros usos y puede provocar la disminución de los niveles de agua en ríos, lagos y acuíferos. Esto puede llevar a la sequía en áreas que dependen de estas fuentes de agua y afectar negativamente a los ecosistemas acuáticos.
- Contaminación: Genera la crisis del agua al introducir sustancias nocivas en las fuentes de agua dulce, reduciendo su calidad y disponibilidad para el consumo humano, la agricultura y la industria.
Las actividades humanas, como la agricultura, la industria y el desarrollo urbano, pueden liberar contaminantes como productos químicos, metales pesados, desechos industriales y agrícolas, y microorganismos patógenos en el aguaEsto no solo afecta la salud humana y los ecosistemas acuáticos, sino que también aumenta los costos de tratamiento del agua para hacerla segura para el consumo.
- Desarrollo económico: Genera la crisis del agua al aumentar la demanda de recursos hídricos para la agricultura, la industria y el consumo doméstico. A medida que las economías crecen, también lo hace la necesidad de agua para la producción de alimentos, bienes y servicios.
Esto puede llevar a la sobreexplotación de fuentes de agua y a una mayor contaminación debido a las actividades industriales y agrícolas. Además, la expansión urbana puede reducir la capacidad de recarga de los acuíferos y aumentar la presión sobre las infraestructuras de suministro de agua.
- Infraestructura inadecuada: La falta de infraestructura adecuada para el tratamiento y distribución La infraestructura inadecuada propicia la crisis del agua al no proporcionar los medios necesarios para captar, tratar, distribuir y reciclar el agua de manera eficiente.
Esto incluye sistemas de tratamiento de aguas residuales insuficientes, redes de distribución con fugas y falta de instalaciones para la recolección y almacenamiento de agua de lluvia. Como resultado, se desperdicia una cantidad significativa de agua y se limita el acceso al agua potable, especialmente en áreas urbanas y en comunidades rurales con recursos limitados.
La crisis del agua afecta no solo el suministro de agua potable, sino también la agricultura, la industria y los ecosistemas naturales. La gestión ineficiente y las políticas inadecuadas exacerban el problema, haciendo urgente la necesidad de soluciones sostenibles y colaborativas a nivel global.
Agua, objeto de estudio
La crisis mundial del agua es un tema de gran preocupación que ha sido objeto de estudio en universidades prestigiosas como Harvard y Stanford. La Universidad de Harvard ha analizado la creciente escasez de agua y su impacto en la seguridad alimentaria, destacando la necesidad de una gestión más eficiente y sostenible del recurso hídrico. Por otro lado, la Universidad de Stanford a través de su iniciativa “Water in the West” se centra en encontrar soluciones para una gestión más sostenible del agua en el oeste americano, abordando aspectos como la gestión del agua subterránea y la salud de las cuencas hidrográficas.
- Aproximadamente el 97.5% del agua en la Tierra es agua salada, que se encuentra principalmente en los océanos. El 2.5% restante es agua dulce, pero gran parte de esta (alrededor del 68.7%) está contenida en glaciares y capas de hielo, mientras que aproximadamente el 30.1% es agua subterránea. Solo un pequeño porcentaje del agua dulce, alrededor del 1.2%, está disponible en superficie en ríos, lagos y humedales.
Es crucial invertir en infraestructura y políticas para abordar esta crisis y garantizarun futuro sostenible. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, cada dólar invertido en mejorar el saneamiento del agua se traduce en un beneficio económico de 5.50 dólares. Este retorno de inversión beneficia sobre todo a niños pobres y a las comunidades desfavorecidas que más lo necesitan.
El Banco Mundial y las instituciones financieras globales están ávidos de colocar su dinero en proyectos de sostenibilidad, principalmente enfocada al agua.
“El Banco Mundial es un actor clave, dotado de ambas dinero y conocimiento. Es el mayor financista del agua en los países en desarrollo, con una cartera de 30,000 millones de dólares. En el año fiscal 2023, se lograron nuevos proyectos hídricos del Banco Mundial su nivel más alto de financiación en los últimos cinco años, asegurando un total de 4,650 millones de dólares. La seguridad hídrica global y la Asociación de Saneamiento (GWSP) continúa avanzando conocimiento e impacto a escala al influir en las operaciones del Banco. Y un mayor financiamiento está generando mayores y mejores resultados sobre el terreno, incluso en entornos frágiles. A pesar de los desafíos, en el año fiscal 2023, los programas respaldados por el Banco Mundial brindaron acceso al agua o al saneamiento a casi 30 millones de personas”, así lo mencionó Saroj Kumar Jha, directora de la Práctica Global del Agua.
La crisis del agua a nivel mundial es una situación compleja causada por factores como el cambio climático, la contaminación y el aumento de la demanda debido al crecimiento poblacional y el desarrollo económico. Estos elementos han llevado a una escasez de agua dulce, afectando no solo el suministro de agua potable sino también la agricultura, la industria y los ecosistemas naturales. La gestión ineficiente y las políticas inadecuadas exacerban el problema, haciendo urgente la necesidad de solucionessostenibles y colaborativas a nivel global.
La falta de agua también puede incrementar el riesgo de conflicto
En la región del Sahel, la degradación de los humedales – a menudo provocada por proyectos inadecuados de desarrollo hídrico – ha exacerbado las tensiones relacionadas con el acceso al agua y las tierras cultivables, provocando conflictos locales.
- Aunque el 40% de la población mundial vive en cuencas fluviales y lacustres transfronterizas, solo una quinta parte de los países ha firmado acuerdos transfronterizos para gestionar conjuntamente y de forma equitativa estos recursos compartidos. Muchas cuencas transfronterizas se encuentran en áreas afectadas por tensiones interestatales actuales o históricas.
África sigue siendo especialmente vulnerable a las tensiones interestatales provocadas por el agua: 19 de los 22 Estados estudiados sufren escasez de agua y dos terceras partes de los recursos hídricos son transfronterizos.
Además, de los 106 acuíferos transfronterizos cartografiados en África, solo se ha formalizado una cooperación interestatal en siete de ellos.
En este contexto, la cooperación para la gestión de las aguas transfronterizas es una herramienta crucial para mantener la paz.
Aunque el 40% de la población mundial vive en cuencas fluviales y lacustres transfronterizas, solo una quinta parte de los países ha firmado acuerdos transfronterizos para gestionar conjuntamente y de forma equitativa estos recursos compartidos.
En México el agua no es considerada como un tema de seguridad nacional
La deficiente atención a la crisis del agua por parte de los gobiernos federal y estatales podría traer para 2024 un incremento en los conflictos sociales por la escasez.
Así lo alertó Jorge Fuentes Martínez, director de Proyectos del Consejo Consultivo del Agua.
“Tenemos el riesgo de que se incrementen los conflictos sociales por falta de agua”, aseguró Fuentes Martínez.
- El especialista dijo que la crisis del agua se ha convertido en un fenómeno estacional. “El tema de la sequía que nos ha afectado este año ya no es una sequía como se vivía anteriormente, que eran periodos de tres o cuatro años, ya será estacional. El cambio climático es una realidad y enfrentaremos periodos de sequía prolongados y permanentes”.
- La falta de lluvias en la pasada temporada llevó al Sistema Cutzamala a enfrentar su situación más crítica. Por ello, desde las cero horas del 12 de enero se aplicó una nueva disminución en el suministro del líquido que entrega a la Ciudad de México, con el cual dejaron de entrar a la red 800 litros de agua por segundo. Así lo informó el jefe de Gobierno de la capital, Martí Batres.
El viernes, Rafael Carmona, titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), dijo que para enfrentar el problema en 2023 se invirtieron 751 millones de pesos, con lo que se recuperaron 2 mil 149 litros por segundo.
No obstante, Fuentes señaló que 2023 fue un año más en que la crisis del agua se atiende de forma reactiva, sin un plan nacional.
- Aseguró que en México el agua no es considerada como un tema de seguridad nacional y van dos décadas que han disminuido el presupuesto del sector. “El Tren Maya recibió más presupuesto que el sector del agua en los últimos cinco años”.
- Para 2024 se aprobaron 35 mil 343 millones de pesos para proyectos de inversión relacionados con la disponibilidad y la distribución de agua en el país, 31.7% menos que en 2023.
El experto aseguró que se tiene casi tres décadas advirtiendo de los efectos de la crisis del agua sin que los gobiernos hagan lo necesario para revertirlos. “Este año (2023) se padecieron todas las advertencias que durante décadas se nos han hecho”, dijo Fuentes.
¿Qué países se están quedando sin agua?
El mundo enfrenta una crisis hídrica sin precedentes. Al menos 25 países y una cuarta parte de la población mundial, están actualmente expuestos a un estrés hídrico extremadamente alto anualmente, de acuerdo con un análisis del World Resources Institute (WRI).
- Además, alrededor de 4,000 millones de personas están expuestas al estrés hídrico durante al menos un mes al año. Para 2050, ese número podría estar más cerca del 60%.
“El agua es fundamental para cumplir con los objetivos climáticos del mundo, alimentar a una población en crecimiento y satisfacer las necesidades básicas de supervivencia de las personas. Pero el mundo no está dando prioridad a los problemas de agua”, indica el documento.
En todo el mundo, la demanda de agua supera la cantidad de agua disponible. La demanda de agua se ha más que duplicado desde 1960. El aumento de la demanda de agua suele ser el resultado del crecimiento de la población y de industrias como la agricultura de regadío, la ganadería, la producción de energía y la manufactura.
El estrés hídrico, la relación entre la demanda de agua y el suministro renovable, mide la competencia por los recursos hídricos locales. Cuanto menor es la brecha entre el suministro y la demanda, más vulnerable es un lugar a la escasez de agua.
Países con mayor estrés hídrico
El estrés hídrico extremadamente alto significa que los países utilizan más del 80% de su suministro de agua renovable para riego, ganadería, la industria y el uso doméstico. Incluso una sequía a corto plazo pone a estos lugares en peligro de quedarse sin agua, lo que obliga a veces a los gobiernos a cerrar los grifos.
Vivir con este nivel de estrés hídrico pone en peligro la vida, el trabajo, y la seguridad alimentaria y energética de las personas.
Los cinco países con mayor estrés hídrico son Bahrein, Chipre, Kuwait, Líbano, Omán y Qatar. El estrés hídrico en estos países se debe principalmente a un bajo suministro enfrentado a una demanda para su uso doméstico, agrícola e industrial.
El resto de los países con estrés hídrico extremadamente alto son los siguientes:
- Emiratos Árabes Unidos
- Arabia Saudita
- Israel
- Egipto
- Libia
- Yemen
- Botswana
- Irán
- Jordania
- Chile
- San Marino
- Bélgica
- Grecia
- Tunez
- Namibia
- Sudáfrica
- Irak
- India
En México, Baja California Sur y la Ciudad de México tienen un estrés hídrico extremo.
La región más afectada
Las regiones con mayor estrés hídrico son Oriente Medio y África del Norte, donde el 83 % de la población está expuesta a un estrés hídrico extremadamente alto, y el sur de Asia, con el 74%, de acuerdo con el WRI.
Países que podrían padecer sequía en el futuro
Para 2050, se espera que 1,000 millones de personas más vivan con un estrés hídrico extremadamente alto, incluso si el mundo limita el aumento de la temperatura global entre 1.3 °C y 2.4 °C para 2100, un escenario optimista, indica el informe.
- Se prevé que la demanda mundial de agua aumente entre un 20% y un 25% para 2050, mientras que la cantidad de cuencas hidrográficas que enfrentan una alta variabilidad de un año a otro, o suministros de agua menos predecibles, se espera que aumente un 19%.
- Esto significa que el 100 % de la población de Medio Oriente y el norte de África vivirá con un estrés hídrico extremadamente alto para 2050.
El mayor cambio en la demanda de agua entre ahora y 2050 se producirá en el África subsahariana. Si bien la mayoría de los países del África subsahariana no tienen un estrés hídrico extremo en este momento, la demanda está creciendo más rápido allí que en cualquier otra región del mundo.
Este aumento en el uso del agua, que se espera principalmente para el riego y el suministro doméstico de agua, podría fomentar un gran crecimiento económico en África, que se proyecta será la región económica de más rápido crecimiento en el mundo./PUNTOporPUNTO
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