ESTUDIO ÍNTEGRO: Crisis Climática amenaza la SEGURIDAD ENERGÉTICA del MUNDO; renovables, la solución

En 2020, 87 por ciento de la energía mundial producida a partir de centrales térmicas, nucleares e hidroeléctricas dependían directamente del acceso al agua, recuerda la OMM.

El abastecimiento de electricidad limpia debe duplicarse de aquí al 2030 para evitar que el cambio climático ponga en riesgo la seguridad energética mundial.

  • El sector energético no es solamente una fuente considerable de emisiones que dan origen al cambio climático, es también vulnerable a los cambios que acompañan el calentamiento del planeta, señala un nuevo informe de la Organización meteorológica mundial (OMM) de las Naciones Unidas.

Si el mundo no evoluciona rápidamente hacia las fuentes de energía limpias para ralentizar la crisis climática, las condiciones meteorológicas y un estrés hídrico más extremo pondrán en peligro la seguridad energética y podrían incluso poner en riesgo los suministros de energía renovable, advierte.

  • El informe recuerda que el sector de la energía es la fuente de alrededor de tres cuartos de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero, insistiendo en que “la transición a modos limpios de producción de energía… y la mejora de la eficacia energética son vitales”.
  • El impacto de los eventos meteorológicos, hídricos y climáticos -que se volvieron más extremos, más frecuentes y mucho más intensos por el calentamiento climático- sobre la fiabilidad del acceso a la energía ya es notorio, constata la OMM en su informe.
  • Como ejemplo, la organización cita los cortes de corriente masivos causados por una ola de calor histórica en Buenos Aires en enero. En 2020, 87 por ciento de la energía mundial producida a partir de centrales térmicas, nucleares e hidroeléctricas dependían directamente del acceso al agua, recuerda la OMM.

Al mismo tiempo, un tercio de las centrales térmicas que necesitan agua dulce para su funcionamiento se encuentran en zonas de gran estrés hídrica, así como 15 por ciento de las centrales nucleares existentes, proporción que debería llegar al 25 por ciento en el transcurso de los 20 próximos años.

Otro riesgo que corren estas centrales: a menudo situadas en el litoral, son potencialmente vulnerables a la elevación del nivel del mar y a las inundaciones.

  • La OMM estima también que 11 por ciento de la capacidad hidroeléctrica mundial está igualmente situada en zonas de gran estrés hídrico, mientras que más de un cuarto de las presas hidroeléctricas existentes y casi un cuarto de las presas planeadas se encuentran en cuencas fluviales que luchan actualmente contra la escasez de agua media a elevada.

Por ahora, las promesas de los países “se quedan cortas” para lo que es necesario para alcanzar los objetivos fijados por el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático.

La OMM insta en el informe a invertir aún más en energías limpias en África. Este continente, ya enfrentado a grandes sequías y a otros efectos graves del cambio climático, no obtuvo más que 2 por ciento de las inversiones en energías limpias de las dos últimas décadas.

Y sin embargo, con 60 por ciento de los mejores recursos solares del mundo, tiene el potencial para convertirse en un actor considerable de la producción de energía fotovoltaíca, indica la OMM.

Peligran por deuda

  • En tanto, 54 países, entre los que se encuentran más de la mitad de los Estados más pobres y especialmente vulnerables al cambio climático, necesitan urgentemente que se alivie su deuda, o podrían caer en una crisis aún más grave, advirtió ayer la ONU.
  • Según un informe, si estos Estados no logran una reestructuración de la deuda se producirá un importante aumento de la pobreza y no se materializarán inversiones fundamentales para protegerse del cambio climático.
  • Argentina, Venezuela, Cuba, Ecuador, El Salvador o Haití aparecen en esta lista difundida por la ONU, en la que también figuran países importantes de otras regiones como Ucrania, Egipto, Pakistán, Irak o Afganistán.

México estancado para generar energía limpia

La regionalización del suministro de energía es una estrategia que algunos países están usando para aumentar su producción local a través de fuentes renovables, pero México está dejando escapar esa oportunidad.

  • Se trata de una transición que implica superar la dependencia a los hidrocarburos y alcanzar los objetivos de disminución de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) planteados en el Acuerdo de París, señala el informe “La transición hacia un modelo regional, cercano y ‘verde’”, de la consultoría Deloitte.

“Es un hecho que la industria energética actual enfrenta un contexto con múltiples riesgos y desafíos causados por una dependencia internacional al uso de los combustibles fósiles”, se establece.

“Ante esta situación surge un nuevo camino que puede modificar el rumbo: el nearshoring o relocalización cercana del suministro de energía, y la regionalización, impulsando el uso de energías renovables”, se destaca en el documento.

  • Sin embargo, México necesita invertir más en energías renovables para tener una matriz diversificada que además pueda hacer que dependa menos del gas natural, expuso Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

Es necesario volver a las subastas de largo plazo, dijo, darle impulso a los certificados de energías limpias. “Y como ahorita no hay temporadas abiertas (subastas) y no se están dando los permisos para poder construir más centrales de generación renovable, sí estamos perdiendo ese potencial porque finalmente el viento corre y el sol ilumina, da calor y nosotros no estamos aprovechando eso para generar electricidad”, explicó.

Apostando por el combustible fósil

Lejos del planteamiento hecho por México en Glasgow, Escocia, donde el gobierno mexicano llamó a una “acción climática inclusiva y justa”, aplicando una perspectiva de derechos humanos, igualdad de género e inclusión a los pueblos indígenas, ha emprendido megaproyectos sin permisos ambientales, con afectaciones a los ecosistemas y que han ignorado las protestas de comunidades involucradas.

  • Además de reafirmar los mismos compromisos planteados desde 2015, el gobierno de México ha hecho poco por reducir el uso de combustóleo en la generación de electricidad, incluso lo ha fortalecido con la creación de una nueva refinería, el subsidio a los combustibles fósiles y el intento de reformas que benefician este modelo energético.

El gobierno mexicano impulsó cambios a la Ley de la Industria Eléctrica, que dan prioridad a las plantas de combustibles fósiles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y utilizando solo plantas hidroeléctricas como alternativa de “energía limpia”.

  • También construye la refinería en Dos Bocas, una de las megaobras prioritarias del gobierno, bajo el argumento de reforzar la “seguridad energética”, con el objetivo de incrementar la producción de gasolina y diésel y reducir su importación.
  • En cuanto a la construcción del Tren Maya, otra de las megaobras prioritarias en el sureste del país, el gobierno entró en una compleja batalla legal con habitantes, académicos y ambientalistas, por el avance de obras sin contar con los permisos ambientales requeridos por la ley.

El gobierno ha señalado que la mayoría de las poblaciones indígenas implicadas en el proyecto está de acuerdo con la obra, sin haber realizado el proceso de consulta indígena con todas las comunidades. Además, se expropió una superficie de 1 millón 093 mil 118 metros cuadrados para la construcción del Tramo 5 del tren.

De hecho, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho pública su intención de desaparecer al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), al señalar que sus funciones puede adoptarlas la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y que se trata de un tema donde “hay mucha hipocresía”./PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro:

1301_WMO_Climate_services_Energy_en

 

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