Las altas temperaturas que se pronostican para las próximas semanas impulsarán al alza los precios de productos del campo como frutas, verduras, hortalizas, legumbres, maíz, lácteos, huevo, pollo, carne de res y cerdo.
- El Laboratorio de Comercio, Economía y Negocios (LACEN) aseguró que con ello se prevé un incremento en el costo de productos frescos y procesados con efecto inmediato en todos los alimentos, principalmente los de consumo popular como los que se venden en loncherías, torterías, taquerías y restaurantes.
La industria de preparación de alimentos y bebidas estima que la inflación impacte todavía en el segundo semestre de 2023.
- Ante las altas temperaturas que ya comienzan a registrarse en el territorio nacional, Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la UNAM, refirió que datos oficiales muestran que México tendrá al menos 16 semanas de temperaturas máximas de 40 a 45 grados Celsius.
“Con la sequía aumentan los precios de productos del campo, como frutas, verduras, hortalizas, legumbres, maíz, lácteos, huevo, pollo, carne de res y cerdo.”
- Apuntó que el estiaje impacta en los precios de alimentos frescos y procesados, pero en consecuencia también incrementan los precios en loncherías, torterías, taquerías y restaurantes.
El experto destacó que los niveles de agua en las 210 presas de México presentan su peor cifra histórica de almacenamiento, lo cual complicará el suministro al campo.
- “Por si fuera poco, también aumentan los precios de productos del mar por la Semana Santa y la Pascua. Por tanto, la inflación aumentará, principalmente la subyacente, con ello incrementa la tasa de interés”, aseguró.
- “Pensamos que vamos a seguir con esta tendencia (de alta inflación) por lo menos hasta el próximo semestre”, dijo en entrevista Germán González Bernal, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
- Explicó que al revisar el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se observa que la parte agrícola va muy por encima de otros indicadores de precio. “El índice de los restauranteros va mucho más arriba, si el indicador fue de 7.8 por ciento, nosotros estamos casi en 20.”
Comentó que el encarecimiento del huevo, la carne, los limones y los vegetales, entre otros insumos, ha hecho que los restauranteros repercutan en el precio. “Se siente el aumento, pero es justo por la parte agro, trae una tendencia muy diferente al índice nacional.”
Mencionó que si bien se esperaba que los precios empezaran a bajar, el proceso va lento.
Explicó que la reingeniería de menús, como ha llamado el sector al hecho de sustituir ingredientes sin afectar precio y calidad, continúa.
- Agregó que se puede encontrar que en restaurantes hay más platillos con costillas, porque es un producto económico y con buen sabor. Ahora con la Cuaresma, también buscan qué pescados se pueden ofrecer que valgan la pena y que no sean caros.
Trasladar los costos de los alimentos preparados al público no es la opción, “porque la gente reacciona a los precios, si suben mucho la gente hace menos visitas al año”.
La preocupación de todos es subir lo menos posible los precios sin que lastime al negocio, indicó.
“Es un suicidio no darle la misma calidad o bajarle la calidad, entonces lo que tienes que cuidar es no subir los precios suficiente, mantener la calidad y el servicio.”
Concluyó que el consumo en restaurantes aún no observa un mayor impacto, pero no descarta que tarde en verse como un efecto de la inflación.
Canasta Apecic, lejos del objetivo de disminuir costos
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) advirtió que habrá aumento en los costos de producción y menores rendimientos, debido a la prohibición del uso del glifosato, lo que redundará en aumento de precios en el sector agroalimentario.
Además, el LACEN destacó que los niveles de agua en las 210 presas de México presentan su peor cifra histórica de almacenamiento, por la fuerte sequía, situación que complicará el suministro de agua al campo, señaló el coordinador del laboratorio, José Ignacio Martínez.
A ello se suma que también aumentan los precios de productos del mar por la Semana Santa y la Semana de Pascua. “Por lo tanto, la inflación aumentará, principalmente la subyacente y con ello incrementa la tasa de interés”, consideró.
- Martínez señaló que los factores mencionados provocarán reducción en poder adquisitivo familiar, caída del consumo privado del mercado interno, encarecimiento del dinero, el peso se apreciará aún más, disminuirá la inversión empresarial y la confianza del consumidor será más débil.
- Con base en las Perspectivas Agroalimentarias 2023 de GCMA, entre los principales retos que enfrenta el sector en lo que resta del año, está la incertidumbre generada por la prohibición del uso de maíz transgénico para masa y tortilla, así como por el uso del glifosato.
El director de GCMA, Juan Carlos Anaya, expuso que dicho tema puede prolongarse en el tiempo, en particular porque persiste la posibilidad de que Estados Unidos pida un panel de solución de controversias en el marco del TMEC.
A ello se suman otros riesgos en este 2023 como son el cambio climático, incremento de costos financieros e inflación; así como la falta de estado de derecho.
También la disrupción de mercado como consecuencia de medidas gubernamentales antiinflacionarias, políticas públicas poco coherentes, falta de programas de incentivo a productividad y públicos insuficientes.
- El GCMA, durante el primer bimestre del año la canasta del Acuerdo de Apertura Contra la Inflación y la Carestía (Apecic) registra una disminución de 3.2 por ciento, al pasar de mil 68 pesos, a mil 33.75 pesos, por lo menos en las tres principales ciudades del país: CDMX, Monterrey y Guadalajara.
Cabe recordar que el objetivo de la canasta Apecic es disminuir el precio de los productos que la componen en 8.0 por ciento, de tal manera que su precio pase de mil 68 pesos, a 983 pesos.
- Ello implica que desde la entrada en vigor del Apecic, el pasado 3 de octubre, la canasta básica ha disminuido 3.2 por ciento; en contraste, tan sólo al cierre de febrero, los precios de los alimentos básicos acumulan un incremento de 15.9 por ciento, de acuerdo con el GCMA.
Al referirse a las perspectivas generales del sector agroalimentario para los meses subsecuentes del año, GCMA estimó que, aumentarán los costos de producción en el caso de los granos y las oleaginosas.
Además, en el mismo subsector se esperan menores rendimientos ante la prohibición del uso de glifosato, la falta de programas que incentiven la productividad, la incertidumbre comercial, muy altos costos logísticos para llevar maíz blanco nacional a todo el país (plantas de harina y nixtamal) y la alta volatilidad de precios internacionales derivados de problemas climáticos y conflictos bélicos en Europa.
En el sector hortofrutícola, el grupo consultor señaló que en 2023 se enfrentan retos de política de sanidad y certificación y exigencia de prácticas sustentables de producción.
- Asimismo, advirtió que la hortofruticultura será uno de los sectores con mayor vulnerabilidad a posibles represalias de socios comerciales, a lo que se agrega un menor ingreso por exportaciones como consecuencia del tipo de cambio y fuerte competencia en las exportaciones.
Por lo que corresponde al sector pecuario, GCMA indicó que este año tiene como reto el incremento de precios de materias primas, la susceptibilidad a enfermedades y verificación zoosanitaria insuficiente.
De igual forma, importaciones de productos cárnicos a bajos precios, en parte impulsados por el tipo de cambio, caída del consumo resultado de la pérdida del poder adquisitivo y menor ingreso por exportaciones como consecuencia de la paridad cambiaria.
Finalmente, en el sector agroindustrial, los retos a vencer este año será la falta de mano de obra, los altos márgenes de intermediación y de dependencia de tratados comerciales y, por lo tanto, vulnerabilidad ante posibles represalias./Agencias-PUNTOporPUNTO