La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) no puede lavarse las manos en el desastre de la vaquita marina, señala la doctora Yolanda Alaniz en entrevista con Crónica, y agrega que no puede echarle la bolita a la Semarnat.
- Indica que los órganos responsables de regular la pesca, adscritos a Sader, han tenido una visión sólo productiva de esta actividad, poniendo en jaque a la vaquita marina en el Alto Golfo de California; han sido, asegura, el principal obstáculo para echar a andar acciones de protección. Pero en su análisis no perdona tampoco la “debilidad” y errores de Semarnat.
- En particular, señala, hubo un punto crítico cuando Pesca se separó de la secretaría responsable de los Recursos Naturales y pasó a la Secretaría responsable de la agricultura y la ganadería. “Los peces no son vacas, deben tratarse como recursos naturales, no los produces, se reproducen en su habitat”.
–¿La carta del secretario Villalobos a su par de Semanart sería injusta?
–Creemos que la queja de Sader, si bien es cierta en el sentido de que no se ha hecho nada para evitar el embargo de productos de la pesca, omite reconocer que las autoridades pesqueras, la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) y su brazo de investigación, el Instituto Nacional de la Pesca, han sido responsables de bloquear tanto internamente como al exterior cualquier medida real y significativa de conservación de la vaquita./LA CRONICA-PUNTOporPUNTO