La conferencia del clima COP26 ha aumentado la presión para acabar con los combustibles fósiles, y con el carbón en particular, con la firma de tres compromisos multilaterales para ir abandonando la generación de electricidad con hidrocarburos, responsable del 25 por ciento de las emisiones de CO2.
”El final del carbón está a la vista”, declaró este jueves el presidente de la conferencia climática de al ONU que se celebra estos días en la localidad británica de Glasgow, Alok Sharma, quien aseguró que “mantener el 1.5 grados centígrados vivo significa que tenemos que descarbonizar nuestros sectores energéticos”.
Nuevas renuncias
Por un lado, veintitrés países se comprometieron por primera vez a no construir nuevas centrales eléctricas de carbón para acelerar la transición hacia las energías limpias, lo que eleva ese bloque total hasta 42 Estados.
Aunque esa declaración no lleva la firma de Estados Unidos, India ni China, entre los nuevos países se cuentan Indonesia, Vietnam, Corea del Sur, Egipto, España, Nepal, Chile, Ucrania y Polonia, responsable, este último, del 96 por ciento de la hulla extraída en la Unión Europea en 2020 y el 43 por ciento del total del consumo de carbón en el bloque comunitario.
Pese a todo, Polonia no planea dejar la hulla hasta 2049 y “tendría que hacerlo mucho antes” para responder a las necesidades climáticas, comentó a Efe el analista sénior del centro de pensamiento Carbon Tracker Jonathan Sims.
En todo caso, la iniciativa tiene sentido económico porque “los inversores tiene cada vez menos apetito” por ese hidrocarburo, porque “quemar carbón es muy caro” en comparación con desplegar fuentes de energía renovable, comentó a Efe Elif Gündüzyeli, coordinadora sénior de políticas energéticas de la Red de Acción Climática (CAN).
Adiós al viejo carbón
En un segundo anuncio, veintiocho Gobiernos de Singapur, Ucrania, Estonia o Eslovenia se sumaron al grupo de Estados comprometidos con la eliminación paulatina del carbón de su “mix energético”, con lo que ese grupo asciende ya a 165 países, ciudades, regiones y entidades que apuestan por “ejecutar acciones decisivas” para “acelerar la transición del carbón hacia la energía limpia”.
Entre los nuevos miembros de esa coalición, en la que participa España, se cuentan también once firmas financieras como HSBC, Lloyds Bank o SCOR Global Investments, lo que eleva a 33 el número total entidades, que representan unos activos totales de 17 billones de dólares (unos 14.7 billones de euros).
Esa alianza recoge el compromiso de “eliminar gradualmente” la energía generada con carbón en las “principales economías” en la década de 2030 “y en la década de 2040 para el resto del mundo” para “evitar los efectos más devastadores del cambio climático”, base a los análisis de la Agencia Internacional de la Energía y de la OCDE.
”Quiere decir que aún queda una década para quemar carbón”, resumió Gündüzyeli.
Sin dinero para hidrocarburos en el extranjero
Un tercer compromiso rubricado también este jueves en la COP26 y adoptado por una veintena de países e instituciones, como Estados Unidos, Costa Rica, Reino Unido, Portugal o el Banco Europeo de Inversiones, promete poner fin a la financiación de los combustibles fósiles en el extranjero a finales de 2022.
”Es significativo sobre dónde va el dinero”, ya que implica que 8 mil millones de dólares (unos 6 mil 930 millones de euros) podrán destinarse a energías renovables, consideró Gündüzyeli, quien recordó que se suma al anuncio de China hace un mes, que “fue clave” porque envió una poderosa señal al mundo.
Turquía, por ejemplo, tiene programado construir dos nuevas centrales que se esperaba contaran con dinero chino, algo que en principio ya no ocurrirá.
No obstante, ese texto difundido en la COP26, que no es legalmente vinculante sino una declaración política, como todos los anunciados esta jornada en la cumbre, matiza que los firmantes pondrán “fin a más apoyo público directo para el sector internacional de energía de combustibles fósiles para finales de 2022, excepto en circunstancias limitadas y claramente definidas”.
Esas “circunstancias”, añaden, deberán ser en todo caso “consistentes” con el objetivo de limitar el alza de las temperaturas a final de siglo a 1.5 grados centígrados respecto a los valores preindustriales.
En todo caso, este documento no cuenta con el apoyo de países como Japón, Rusia, Australia o Alemania. Tampoco con el de España, si bien fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica explicaron a EFE que el hecho de que no se haya sumado a la declaración es porque trabaja en el desarrollo de una ley en ese sentido y no puede “ir adelantando el resultado de un mandato que viene de la ley”.
”España está claramente comprometida con el fin de la financiación de combustibles fósiles, incluyendo, por supuesto, las inversiones en el exterior”, añadieron las fuentes.
Valoración de los expertos
”Los anuncios pintan bien, pero una cosas son la palabras y otra los hechos”, resumió la especialista en política energética de la Red de Acción Climática.
Por su parte, el analista de Carbon Tracker consideró que “los anuncios son claramente alentadores”, pero lamentó que “se centran completamente en el carbón y no hablan de petróleo y gas”, que también deberían de abordarse si se aspira a un futuro con cero emisiones de dióxido de carbono./EL FINANCIERO-PUNTOPORPUNTO