El G20 no puede “dejar de lado” un cambio climático “que diezmará” sus economías, advirtió ayer en esta ciudad el secretario de la agencia ONU Clima, Simon Stiell.
Necesitamos un nuevo acuerdo sobre financiación de la lucha contra el cambio climático entre los países desarrollados y los países en desarrollo”, declaró el dirigente granadino en un discurso en la Chatham House, organización no gubernamental también conocida como Instituto Real de Asuntos Internacionales.
- Culparse unos a otros no es estratégico y dejar de lado el clima no es la solución a una crisis que diezmará todas las economías del G20 y que ya ha empezado a hacer daño”, añadió ayer al presentar en Londres su discurso Dos años para salvar el mundo, el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
- El 1 de marzo, los ministros de Finanzas de los países del G20 concluyeron su reunión en Sao Paulo sin un acuerdo sobre un comunicado conjunto debido a las divisiones por las guerras en Ucrania y Gaza.
- Sin embargo, desbloquear los miles de millones de dólares para la transición energética y la adaptación al calentamiento global en las economías en desarrollo es un tema central de las negociaciones internacionales sobre el clima en 2024, tanto con vistas a la COP29, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en noviembre en Bakú, como en las reuniones del Banco Mundial y del FMI.
El FMI y el Banco Mundial se rearman ante las crecientes crisis geopolíticas y climáticas
El estallido de la guerra en Gaza amenaza con asestar un nuevo golpe a la economía global. Otro más. En apenas tres años, los conflictos geopolíticos y las crisis derivadas del cambio climático, desde sequías e inundaciones hasta una pandemia, han ido debilitando la actividad a lo largo y ancho del mundo.
- “Los shocks severos son la nueva normalidad”, afirmó esta semana la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Los países, en especial los más empobrecidos, necesitan más recursos para protegerse y cambiar de rumbo justo cuando el coste de la deuda pone al límite sus finanzas.
- Ese horizonte gris ha llevado al FMI y al Banco Mundial a rearmarse y buscar más fondos para no perder su condición de ancla financiera mundial ante la creciente influencia de China en África, Asia o América Latina.
- La crisis de deuda que han atravesado Sri Lanka o Zambia han puesto de manifiesto el ascendente de China en varias regiones del planeta. Pekín no logra ganar aún influencia dentro del FMI, pero sí intenta competir con ese organismo a base de préstamos y ayudas comerciales.
Washington ve en las instituciones nacidas en Bretton Woods como contrapesos a China, pero también como las únicas con la potencia de fuego necesaria para liderar la batalla contra el cambio climático, que ya está afectando el crecimiento económico, y dar estabilidad al sistema monetario internacional ante la proliferación de conflictos civiles.
“Los desafíos globales que todos afrontamos hacen que lograr un progreso sostenido sea aún más difícil. Pero tenemos una salida: realizar reformas audaces en la arquitectura financiera internacional y luego usarla plenamente”, afirmó la secretaria del Tesoro de EE UU, Janet Yellen, en el arranque de las reuniones del FMI y el Banco Mundial, celebradas esta semana en Marraquech.
- Los gobernadores del Banco Mundial daban luz verde el jueves a la primera de esas reformas. La institución que preside Ajay Banga asumirá ya de forma nítida la misión de financiar la lucha contra el cambio climático.
“No podemos lograr suficientes avances en salud pública mientras el aumento de las temperaturas cambie los patrones de las enfermedades infecciosas y genere pandemias”, recordó Banga al anunciar durante el cónclave la nueva dimensión del banco. No solo EE UU perseguía esa transformación del organismo con sede en Washington.
- El pasado mes de septiembre de 2023, los líderes del G-20 ya urgieron a ampliar ese mandato ante la nueva etapa que se abría con la llegada de Banga. Su antecesor, David Malpass —nombrado a propuesta de Donald Trump— se resistió a dar ese paso. “No soy un científico”, dijo cuando se le preguntó si creía en el cambio climático.
El mundo necesitará alrededor de cuatro billones de dólares (3,8 billones de euros) anuales hasta 2030 para combatir el cambio climático, según evaluó para el G-20 un grupo de expertos. Por ahora, el Banco Mundial ha actuado para movilizar 157.000 millones adicionales en una década y ha cerrado un acuerdo que califica de “histórico” con nueve bancos multilaterales regionales para lograr otros 400.000 más.
“Hay un acuerdo entre los líderes mundiales sobre el hecho de que reformar las instituciones financieras internacionales es vital para alcanzar los objetivos de desarrollo y cambio climático. Ese impulso para revitalizarlas también procede de que se han dado cuenta de que esas instituciones son la mejor fuerza multiplicadora de capital que existe en el sistema internacional”, afirma Rishikesh Ram Bhandary, del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston.
A Kenneth Rogoff, profesor de Economía de la Universidad de Harvard, no le convence que sea el Banco Mundial el encargado de liderar esas políticas.
“El objetivo es loable, pero para que sea eficaz se necesitan subvenciones directas y no préstamos, especialmente ahora que los tipos de interés han aumentado significativamente. Mi opinión es que el Banco Mundial no está preparado para tomar la iniciativa en esto, está demasiado disperso y no tiene el enfoque ni la experiencia necesarios. Yo propongo la creación de un Banco Mundial del Carbono”, afirma.
Acuerdo sin detalles para las cuotas
La otra gran institución nacida en Bretton Woods, el FMI, también se reivindica ante un mundo que ya se ha resignado a ir encadenando shocks y que todavía está encajando el golpe de la guerra en Gaza.
- Las tensiones de la guerra de Ucrania agitan también desde dentro el organismo, que no fue capaz de hallar el consenso necesario para emitir un comunicado conjunto sobre las reuniones.
- “Hemos hecho todo cuanto hemos podido, pero no ha sido posible”, ha lamentado este sábado la presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) del organismo, Nadia Calviño.
La también vicepresidenta primera en funciones de España sostiene que muchos de los participantes sí identificaron “la guerra y el conflicto” como el principal origen de la inestabilidad. “Actualizar y mejorar nuestra red de seguridad financiera global es más importante que nunca”, añade.
El FMI, y también el Banco Mundial, sigue suscitando una feroz contestación por los programas de ajuste a los que ha condicionado su ayuda financiera a países en crisis.
FMI critica malgasto en sector de combustibles y sus subsidios
Los líderes del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID) demandaron, en São Paulo (Brasil), dar “máxima prioridad” a financiar la lucha contra la crisis climática.
- En un simposio al margen de la reunión de ministros de Finanzas del G20, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, alertó de que la crisis climática es ya una realidad y que las medidas tomadas hasta el momento por los países no son suficientes.
- “Si juntamos todas las contribuciones nacionales solo recortaremos durante la década un 11% de las emisiones, cuando tendríamos que reducirlas entre un 25% y un 50% para tener éxito”, afirmó.
En su opinión, movilizar financiación para mitigar los efectos de la crisis climática y acelerar la transición ecológica debe ser la “máxima prioridad” para todas las economías porque de lo contrario “los choques climáticos” afectarán al funcionamiento económico y al bienestar de la gente.
- En este contexto, Georgieva subrayó que todavía “se malgasta dinero en actividades que actualmente crean problemas climáticos” y citó el sector de combustibles y los subsidios públicos que este y otras actividades reciben para mantener sus operaciones.
- También incidió en la necesidad de mejorar los sistemas de tributación para que los impuestos se apliquen de manera “más eficiente”, tener previsibilidad en los mercados cambiarios a largo plazo y crear nuevos “instrumentos” para apoyar a los países con menos recursos a que financien la transición verde.
“La tarea es dura, pero no imposible. Como dijo Pelé: cuanto mayor es el esfuerzo por la victoria, más se disfruta”, remarcó Por su parte, el presidente del Banco Mundial (BM), Ajay Banga, incidió en la importancia de dividir en partes iguales los recursos de financiación entre “mitigación y adaptación” a la crisis climática, y puso como ejemplo mejorar la infraestructura de las escuelas.
A su juicio, otro punto a tener en cuenta es de dónde deben venir esos recursos, que tienen que aplicarse a proyectos que combinen el desarrollo sostenible con la “integración social”, con el apoyo del sector privado.
“No podemos hacer esto sin el sector privado”, aseveró.
- En su intervención, el presidente del BID, Ilan Goldfajn, llamó a que las iniciativas climáticas en materia de financiación marquen “verdaderamente la diferencia” y consideró que eso solo se logrará si se aplican a “gran escala”.
- También coincidió en demandar la presencia del sector privado para desarrollar entre todos los actores nuevos instrumentos de financiación que permitan “aumentar la escala” a la hora de implementarlos.
“Necesitamos actuar rápido”, expresó.
Goldfajn puso como ejemplo de innovación el reciente programa lanzado con el Gobierno de Brasil para reducir el riesgo cambiario y atraer inversiones extranjeras verdes, por medio de un seguro y una línea de crédito en condiciones favorables.
Ese seguro, avalado por el BID, servirá para que “los riesgos asociados a la volatilidad de los tipos de cambio se reduzcan al mínimo y no obstaculicen las inversiones” para la necesaria transformación ecológica del país./Agencias-PUNTOporPUNTO