OCEÁNO ÁRTICO registra la capa de HIELO INVERNAL más pequeña en Años, con (-)510 MIL MILLAS

El hielo del Ártico se está derritiendo a un ritmo vertiginoso en los últimos años, según indica el último estudio publicado por la revista Nature.

El océano Ártico probablemente tuvo la capa de hielo invernal más pequeña en 47 años de registros satelitales esta temporada, con solo 5.53 millones de millas cuadradas de hielo marino, cubriendo la región en su pico el 22 de marzo.

Eso es 510 mil millas cuadradas menos que la cobertura media en otros picos de marzo entre 1981 y 2010, según el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado en Boulder, una reducción equivalente a un área más grande que Perú.

  • El hielo invernal del Ártico generalmente alcanza su máxima extensión en marzo, después de lo cual comienza a derretirse lentamente durante los meses de primavera y verano, reduciéndose a su área más pequeña, o extensión mínima, en septiembre.
  • El récord anterior de temperatura mínima invernal se produjo en 2017. El nuevo récord todavía es un hallazgo preliminar, pero es poco probable que cambie, dijo Mark Serreze, director del centro.

El año pasado fue el más caluroso registrado, y la pérdida de hielo ártico amenaza con acelerar los ciclos de retroalimentación del cambio climático. Las aguas oceánicas más cálidas, oscuras y abiertas absorben la energía solar que, de otro modo, se reflejaría en el hielo, atrapando más calor.

“Cada año aumentamos la cantidad de calor almacenado en el océano Ártico”, afirmó Penny Vlahos, científica climática de la Universidad de Connecticut.

  • Dado que los patrones climáticos globales están determinados por las diferencias de temperatura entre las latitudes más altas y más bajas del planeta, un Ártico que se calienta más rápido podría conducir a un clima más impredecible, dijo Vlahos.

“La analogía que uso es que el Ártico es el hielo de nuestra nevera”, dijo. “Cuando el hielo de la nevera desaparece, se pierde la refrigeración, y eso es exactamente lo que nos está sucediendo. Ese hielo en el Ártico y la Antártida es la barrera de nuestro sistema, y cuando se pierde, estamos expuestos a condiciones climáticas mucho más extremas”.

¿Cuál es la importancia de la disminución del hielo marino?

La disminución del hielo marino también tiene ramificaciones geopolíticas y de seguridad, ya que abre el Ártico a un mayor tráfico marítimo y a posibles usos militares. Hoy mismo, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que prevé que los envíos de carga a través de la Ruta Marítima del Norte alcancen entre 70 y 100 millones de toneladas para 2030, en comparación con los casi 38 millones de toneladas del año pasado.

  • Serreze dijo que niveles de hielo invernal tan bajo podrían agravar la disminución del hielo marino de verano de la región, que se espera que desaparezca ya en la próxima década.

“Solíamos pensar que empezar con mal pie” antes del verano ártico “no significaba necesariamente una extensión de hielo marino muy baja en septiembre”, dijo Serreze. Un mayor número de nevadas en primavera, por ejemplo, podría contribuir a la resiliencia de la capa de hielo estival. Pero ahora, añadió, “pensamos que quizá sí. Esto se debe a que hace mucho más calor y el hielo es mucho más delgado que antes”.

Cada año, a medida que el hielo marino invernal del Ártico alcanza su punto máximo, el hielo marino del polo opuesto se reduce durante el verano del hemisferio sur.

El hielo marino antártico cubrió tan solo 764 mil millas cuadradas en su punto más bajo del año, según datos publicados por el NSIDC a principios de este mes. Esta cifra fue la segunda más baja registrada, igualando a la de 2022 y 2024, y un 30 por ciento inferior a la cantidad de hielo habitual en la región antes de 2010.

Estudio señala la fecha en la que se derretiría todo el hielo marino

El hielo del Ártico se está derritiendo a un ritmo vertiginoso en los últimos años, según indica el último estudio publicado por la revista Nature. El estudio explica que a este ritmo el Polo Norte corre el riesgo de derretirse en dos años.

  • El verano de 2027 será el primero en el que se derrita prácticamente todo el hielo marino del Ártico, lo que supondría una catástrofe sin precedentes.
  • Esta noticia la conocemos el mismo año que las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de combustibles fósiles vuelven a superar al año anterior.

Que el océano Ártico se quede sin hielo representa un importante problema para el ecosistema acuático y en general para el clima. Los patrones de lluvia, en los que ya estamos viendo cambios, podrían verse afectados por el deshielo ártico.

“El primer día sin hielo en el Ártico no cambiará las cosas drásticamente (…) Pero demostrará que hemos alterado fundamentalmente una de las características definitorias del entorno natural del océano Ártico, que es que está cubierto de hielo marino y nieve durante todo el año, a través de las emisiones de gases de efecto invernadero”, asegura Alexandra Jahn, profesora de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad de Colorado.

  • En septiembre de este mismo año, el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado informó que el mínimo de hielo marino en el Polo Norte que se registró durante este año, una cifra que se registra en los meses de verano, fue uno de los más bajos desde el año 1978.

4,28 millones de kilómetros cuadrados de agua congelada, esa es la cantidad de hielo que se ha registrado este año en el Ártico, algo por encima del mínimo histórico del registrado en el año 2012, pero muy por debajo de las cifras que los científicos consideran normal.

Según las recientes investigaciones, si el ritmo es igual, para dentro de 6 años el Ártico estará libre de hielo. Para los investigadores, estar libre de hielo significa tener menos de 1 millón de kilómetros cuadrados, algo que ocurrirá si nada lo impide en el año 2030.

Riesgo por deshielo de glaciares

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló en su informe más reciente respecto al estado del clima en Latinoamérica el riesgo que corren algunas entidades ante el calentamiento de los océanos y el deshielo de glaciares y de los casquetes y mantos de hielo, lo que está acelerando la subida del nivel del mar.

  • Conforme el deshielo progresa, la vulnerabilidad de las comunidades costeras latinoamericanas aumenta, así como de las islas de baja altitud del Caribe frente a los ciclones tropicales.
  • La información recabada por la Organización en 2024 sobre 5 mil 500 glaciares de los Andes señala que estas montañas han perdido el 25% de su cobertura de hielo desde finales del siglo XIX.
  • La velocidad a la que se están derritiendo los glaciares tropicales multiplica por diez la tasa media mundial acumulada, lo que representa una amenaza para el abastecimiento de agua a largo plazo en la región, según han establecido los expertos.

Venezuela perdió el año pasado su último glaciar, el Humboldt, y junto a Eslovenia han sido los dos primeros países en perder todos sus glaciares en la época moderna.

En Colombia y Argentina, dos glaciares -el Conejeras y el Martial Sur, respectivamente- fueron declarados extintos en 2024.

  • El informe señala que esa situación, sumada a los huracanes e incendios forestales sin precedentes, a las sequías y a las inundaciones, afectaron profundamente el tejido socioeconómico latinoamericano y caribeño.
  • La OMM ha querido sacar a relucir que entre sus hallazgos también hay razones para la esperanza porque las alertas tempranas y los servicios climáticos de los organismos meteorológicos nacionales están funcionando «y están salvando vidas».

La organización también ha destacado el papel de las energías renovables, que representan casi el 70 % de la matriz energética de toda la región.

Según las informaciones reunidas para este informe, las energías solar y eólica experimentaron el año pasado un aumento del 30% en términos de capacidad y generación respecto a 2023.

  • Por otra parte, la temperatura media anual en esa parte del mundo estuvo 0.90 °C por encima de la media del período 1991-2020 y en función del conjunto de datos analizados “2024 fue el año más cálido jamás registrado en América Central y el Caribe”. En México y Sudamérica podría haber sido el primer o segundo año más cálido del que se tiene constancia.
  • El año pasado, Latinoamérica experimentó un vaivén de sequías en ciertas zonas -como la que se registró en la Amazonía y el Pantanal (Brasil), donde las precipitaciones fueron un 30 a 40 % inferiores a lo normal- y de inundaciones en otras, causando grandes pérdidas para la agricultura.

Los incendios forestales volvieron a ocurrir también en la Amazonía y el Pantanal, así como en la región central de Chile, en México y Belice.

  • Los expertos de la OMM dijeron que todo esto pone en un riesgo cada vez mayor la agricultura y la seguridad alimentaria de las poblaciones y que la única clave de solución es aplicar estrategias de resilencia agrícola, adoptar medidas de anticipación y fortalecer los sistemas alimentarios.

Los avances se están dando y como ejemplo el informe destaca el desarrollo en Costa Rica de un producto de pronóstico de la velocidad del viento a corto plazo basado en inteligencia artificial y para uso en parques eólicos.

Mientras, en Chile se ha ideado un modelo de evaporación para grandes masas de agua con paneles solares flotantes. /Agencias-PUNTOporPUNTO

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