La minería es una de las actividades más señaladas por los efectos negativos que tienen para el medio ambiente. La industria ha sido criticada, por ejemplo, por su uso de sustancias químicas para obtener los minerales, que en algunas ocasiones se ha derramado causando daños a la población y al ambiente, como el caso de Grupo México y el derrame en el Río Sonora.
Ahora, las firmas del sector buscan borrar esa mala imagen con acciones y programas sustentables.
Para conseguir una operación que no dañe el ambiente algunas firmas, han invertido millones de pesos en tecnología para su operación. En 2017, Grupo México, destinó 325 millones de dólares (alrededor de 6,500 millones de pesos) en inversiones de carácter ambiental para la división minera, un aumento de 18% respecto al año previo.
Entre las tecnologías que se implementaron, están los circuitos cerrados que permite un reciclaje continuo y el aprovechamiento de toda el agua en el proceso de producción; y plantas de tratamiento en Cananea y en San Luis Potosí, donde se recolectan las aguas municipales residuales, se tratan y después se reutilizan en las operaciones. Con estas y otras acciones, en 2017, el 72% del consumo total de agua de sus operaciones mineras fue de agua recuperada.
“El desarrollo sustentable para Grupo México es la vía para hacer frente al cambio climático. Nuestra estrategia en este sentido tiene tres líneas de acción: hacer más eficiente el uso de energía, desarrollar y consumir energía de fuentes renovables y promover actividades de captura de gases de efecto invernadero”, señaló Germán Larrea, presidente del Consejo de Administración de Grupo México, en el informe sustentable 2017 de la empresa.
Estas acciones han sido reconocidas por el mercado. Grupo México es parte del IPC sustentable desde 2010, y el año pasado ingresó por primera vez al S&P Dow Jones Sustainability MILA Pacific Alliance Index (DJSI MILA), que son referencias internacionales en sustentabilidad.
Las inversiones no solo favorecen el medio ambiente y el bienestar de la población donde se localizan las minas, también tienen beneficios económicos, pues disminuyen los costos de operación, lo que se traduce en mayores ganancias para las empresas.
En el caso de Peñoles, la minera ha invertido en plantas de energía renovable, y el año pasado inició las operaciones de su parque eólico en Coahuila. Además, se licitaron dos planes para adquirir energía eléctrica, que entrarán en operación en 2020: una central de cogeneración eficiente en Coahuila y un parque eólico en Tamaulipas.
Con estos proyectos, más del 50% de la energía usada por Peñoles provendrá de fuentes energéticas alternativas, y se espera que para 2021 se alcance el 100% de autosuficiencia en el abastecimiento eléctrico. Esto significa que ya no tendría que comprar la energía y que se ahorrará alrededor de 30% del total de sus costos operativos./CON INFORMACIÓN DE EXPANSIÓN