Se ha promocionado al hidrógeno como el combustible del futuro durante gran parte de las últimas cinco décadas. Sus detractores afirman que siempre lo va a ser en el futuro. Sin embargo, la Unión Europea cree que el futuro está a punto de llegar.
La estrategia de hidrógeno anunciada la semana pasada es parte de un doble intento de movilizar la inversión en el combustible al reunir a gobiernos, socios capitalistas y corporaciones. La Unión Europea espera instalar al menos 40 gigavatios de capacidad de hidrógeno “verde” —hidrógeno que se produce sin utilizar combustibles fósiles— para el año 2030.
- La iniciativa sin duda es ambiciosa, pero Bruselas tiene razón en hacer el intento. Después de establecer el objetivo de reducir las emisiones de gas de efecto invernadero a cero para el año 2050, los gobiernos del bloque deben considerar todas las herramientas que tienen a su disposición.
- La neutralidad del carbón no solamente va a requerir una transformación completa de la economía de Europa, sino también de las fuentes de energía que utiliza. Las energías eólica y solar no serán suficientes para resolver el desafío climático. Se tendrá la necesidad de contar con políticas específicas.
A medida que los gobiernos lidian con el daño que provocó la pandemia, deben utilizar su poder adquisitivo para ayudar a estimular una recuperación que no se limite a una economía alimentada por combustibles fósiles. Alemania dio a conocer su propio plan de inversión el mes pasado, comprometiéndose a convertirse en el líder mundial de hidrógeno. Su atractivo es que podrá llegar a partes de la economía a la que no pueden llegar otros combustibles verdes.
A pesar de los mejores esfuerzos de los gobiernos y las industrias, áreas importantes de la economía se mantienen con una fuerte dependencia de los combustibles fósiles, entre ellas el transporte de larga distancia, la calefacción doméstica y la producción de acero.
- El hidrógeno, que puede transportarse y almacenarse con relativa facilidad, puede utilizarse para ayudar a eliminar el carbono en algunas de estas áreas. Sin embargo, los retos son dobles: la forma más común de producir hidrógeno es a partir de los combustibles fósiles y sigue siendo prohibitivamente caro.
Superar estos obstáculos es posible pero no será fácil. Se puede producir el hidrógeno libre de carbono utilizando gas natural y después extrayendo el carbono a través de la tecnología de captura y almacenamiento o a través de electrólisis alimentada por energía renovable. Un análisis reciente de la Agencia Internacional de Energía encontró que el costo de la producción de hidrógeno a partir de electricidad renovable podría caer 30 por ciento para 2030 como resultado de la disminución de los costos de las energías renovables y el aumento de la producción de hidrógeno.
El interés de las corporaciones va en aumento; Air Liquide, el grupo de gas, dijo que va a construir instalaciones de reabastecimiento de hidrógeno para camiones en Francia, mientras que Equinor de Noruega va a producir hidrógeno “azul” —que vuelve a capturar cualquier CO2 que se libere de su materia prima de gas natural— en Reino Unido. Hyundai Motor, el grupo automotriz de Corea del Sur, promueve intensamente su sistema de celdas de combustible de hidrógeno.
- La nueva alianza de hidrógeno de Europa se basa en una iniciativa pública y privada de baterías que inició en 2017 y que tiene como objetivo construir hasta 25 gigafábricas en todo Europa para 2025.
- Es vital que la región desarrolle su propias capacidades industriales autóctonas y, en esta primera etapa, es crucial algún tipo de apoyo público a las iniciativas de investigación y desarrollo. Sin embargo, los políticos deben ser cautelosos. El bloque debe tener cuidado de no elegir a los ganadores corporativos o forzar la creación de campeones europeos.
Es vital que Europa desarrolle sus propias capacidades pero no a expensas de abandonar sus mercados competitivos. Son muchos falsos inicios para el hidrógeno. La expansión exitosa de las energías renovables no habría llegado sin apoyo del gobierno al principio. En última instancia dependerá de la industria determinar si el hidrógeno finalmente cumple su promesa, pero esta alianza podría ser un comienzo./MILENIO-PUNTOporPUNTO