El fenómeno meteorológico La Niña, responsable del empeoramiento de la sequía en el Cuerno de África, está resultando «inusualmente persistente» y podría durar hasta febrero o marzo, advirtió la ONU.
- Los cálculos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) muestran que «hay un 75% de probabilidades de que La Niña persista durante el periodo diciembre-febrero 2022/2023 y un 60% de probabilidades para el periodo enero-marzo», dijo la organización en un comunicado.
- Las lluvias monzónicas más intensas y prolongadas en el sudeste asiático están asociadas a La Niña, en particular en Pakistán, que sufrió inundaciones catastróficas en julio y agosto.
Se trata de la primera vez en este siglo, y solo de la tercera desde 1950, que La Niña dura tres inviernos consecutivos en el hemisferio norte (o tres veranos consecutivos en el hemisferio sur), según el nuevo boletín Info-Niño/Niña publicado por la OMM.
- La agencia de la ONU estima en un 55% la posibilidad de que el mundo experimente un periodo sin La Niña o su opuesto, El Niño, durante los meses de febrero a abril de 2023. Esa posibilidad se eleva al 70% para los meses de marzo a mayo.
El fenómeno conocido como La Niña provoca un enfriamiento de una parte de las aguas superficiales del Pacífico, lo que influye en el ciclo de las precipitaciones y en el clima de ciertas regiones del mundo.
- La zona del Pacífico tropical ha estado bajo la influencia de La Niña, con breves interrupciones, desde septiembre de 2020 «pero esto solo ha tenido un efecto de enfriamiento limitado en las temperaturas globales», dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, que ha advertido varias veces de los estragos del cambio climático.
«Los últimos ocho años deberían ser los más cálidos de los que se tiene constancia y el aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos se han acelerado», añadió.
Según el informe provisional de la OMM sobre el estado del clima en el mundo en 2022, los patrones de precipitación este año en muchas regiones han estado marcados por La Niña.
En la Patagonia, Sudamérica y el suroeste de Norteamérica, así como el este de África, hubo un clima más seco, mientras que el sur de África, el norte de Sudamérica y el este de Australia fueron más húmedos.
Crisis humanitaria en África
El secretario general de la agencia de la ONU, el profesor Petteri Taalas, indicó que «la zona tropical del Pacífico ha estado en un estado de La Niña, con breves interrupciones, desde septiembre de 2020, pero esto sólo ha tenido un impacto de enfriamiento limitado y temporal en las temperaturas globales».
Taalas añadió que «los últimos ocho años van a ser los más calurosos de los que se tiene constancia mientras el aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos se ha acelerado».
Pese a esta aparición constante de La Niña, tanto 2022 como 2021 fueron más cálidos que cualquier año anterior a 2015.
«Este persistente evento de La Niña está prolongando las condiciones de sequía e inundaciones en las regiones afectadas. La comunidad internacional está especialmente preocupada por la catástrofe humanitaria de millones de personas en el Cuerno de África, provocada por la sequía más larga y severa de la historia reciente», destacó.
- Actualmente en Kenia, Somalia y Etiopía hay más de 20 millones de personas en situación de grave inseguridad alimentaria, y en algunas partes de Somalia podrían correr el riesgo de sufrir una hambruna a finales de año.
«La Organización Meteorológica Mundial seguirá proporcionando información adaptada al sector humanitario y apoyando a sectores sensibles como la agricultura, la seguridad alimentaria, la sanidad y la reducción del riesgo de desastres «, dijo el profesor Taalas.
- Los patrones de precipitación en muchas regiones este año han presentado las características de La Niña: condiciones más secas de lo habitual en la Patagonia de América del Sur y el suroeste de América del Norte, así como en el este de África, según el informe provisional de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2022.
El clima ha sido más húmedo de lo habitual en el sur de África, el norte de Sudamérica, el continente marítimo y el este de Australia. Las lluvias monzónicas más intensas y prolongadas en el sureste de Asia están asociadas a La Niña. Así, Pakistán experimentó lluvias devastadoras en julio y agosto.
Crisis del agua en Europa es mucho peor
Este año, cuando la sequía secó ríos y embalses de toda Europa, surgieron de las profundidades sombrías advertencias del pasado. Wenn du mich siehst, dann weine, rezaba la inscripción de una «Piedra del Hambre» expuesta en una orilla del río Elba, en la República Checa: «Si me ves, entonces llora».
Sin embargo, por muy mala que pareciera la sequía en la superficie, un nuevo análisis por satélite que calcula la disponibilidad de agua dulce en Europa muestra que «lo que es aún peor es la historia de las aguas subterráneas que la gente no puede ver», afirma el hidrólogo Jay Famiglietti, director del Instituto Global para la Seguridad del Agua de la Universidad canadiense de Saskatchewan.
- Famiglietti y sus colaboradores analizaron dos décadas de datos de las misiones por satélite de EE.UU. y Alemania conocidas como GRACE para averiguar el ritmo de cambio del agua dulce almacenada en el continente europeo.
- Los satélites gemelos de GRACE rastrean los cambios en la gravedad para medir las grandes reservas de agua, como las que se almacenan bajo tierra en acuíferos, las que fluyen en lagos y ríos y las que se congelan en capas de hielo y glaciares. Cuanto mayor es la masa de agua, mayor es la atracción gravitatoria.
- Los resultados sugieren un agotamiento constante del agua de los acuíferos (las capas porosas de roca y suelo que almacenan la mayor parte del agua dulce no congelada del planeta) entre 2002 y 2022.
- Con algunas excepciones, como Escandinavia, la mayor parte del continente pierde cada año mucha más agua subterránea de la que se repone con las lluvias y otras recargas, afirma Famiglietti.
Los investigadores calculan que la pérdida media de agua en Europa ha sido de 84 gigatoneladas al año desde principios del siglo XXI. Según Famiglietti, se trata de una cifra alarmante, aproximadamente igual a toda el agua del lago Ontario o cinco veces el caudal medio anual del río Colorado a través del Gran Cañón. La escala (un gigatón representa mil millones de toneladas de agua) es casi imposible de asimilar. Pero esa es la escala a la que se está produciendo el cambio climático.
La causa subyacente está clara, afirma. Demasiada poca agua en algunos lugares y demasiada en otros, «el agua es el mensajero que transmite las malas noticias del cambio climático» a la población de todo el mundo. Pero la extracción excesiva de agua subterránea desempeña un papel importante en las pérdidas.
- El cambio climático y el bombeo excesivo de los acuíferos están unidos por un nudo muy duro. A medida que las sequías severas se hacen más frecuentes, los usuarios agrícolas, industriales y urbanos bombean más agua de mayores profundidades para compensar la falta de lluvia y el calor récord. Los acuíferos no pueden recuperarse como cuando volvieron las lluvias tras sequías históricas como las marcadas en las Piedras del Hambre de la antigua Bohemia.
GRACE y otros modelos forman parte de la creciente y urgente necesidad de comprender y gestionar mejor los acuíferos, afirma la hidrogeóloga Alice Aureli, que trabaja en París (Francia), jefa de sostenibilidad de las aguas subterráneas y cooperación en materia de agua de la UNESCO. La sequía de este año ha sido la peor de los últimos 500 años, según los científicos de la Comisión Europea. El espectro de la escasez «ha atemorizado incluso a los países con abundancia de agua», afirma Aureli. «Por desgracia, la gente sólo actúa cuando tiene miedo».
¿Qué es el fenómeno meteorológico ‘La Niña’ y cuáles son sus efectos?
En octubre pasado, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que el fenómeno natural conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS, El Niño-Southern Oscillation, ENSO por sus siglas en inglés), pasó de la fase Neutral a ‘La Niña’.
- Según informó la Conagua esto quedó confirmado según los registros más recientes de la temperatura superficial del mar (TSM), ubicada por debajo del promedio en la región central.
La Conagua previó que estas tendencias de la temperatura superficial del mar se mantengan durante los meses siguientes, pues se prevé que ‘La Niña’ permanezca durante el próximo invierno del hemisferio norte, con una intensidad moderada.
Pero a todo esto que el el ENOS, ‘La Niña’ y cuáles son sus efectos. Aquí te contamos.
¿Qué es el ENOS?
El Enos es un fenómeno natural que es parte fundamental del sistema global climático, resultado de una fluctuación interanual del sistema Océano-Atmósfera en el Océano Pacífico Ecuatorial.
Éste tiene tres fases: Cálida (‘El Niño’), Fría (‘La Niña’) y ‘Neutral’, siendo esta última la fase donde el océano se comporta de manera normal.
- ‘El Niño’ consiste en un calentamiento de las masas de agua del océano Pacifico ecuatorial y oriental, el cual produce un aumento de la temperatura media global.
- ‘La Niña’ es la fase opuesta a la de El Niño y es asociada a un enfriamiento de la masa oceánica Pacífico ecuatorial, la cual genera variaciones climáticas contrarias a la de ‘El Niño’.
- Por su parte, la fase neutra no tiene mayores implicaciones en la variación climática de la Tierra.
Partido de tener claro que es el ENOS, abordaremos la fase de ‘La Niña’.
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ‘La Niña’ es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial.
Este fenómeno climático forma parte del ciclo natural-global del clima conocido como el ENOS y puede durar de 9 meses a 3 años.
Por tanto, ‘La Niña’ —fase fría del fenómeno climatológico ENOS— se caracteriza por el descenso de, al menos, 0.5 grados Celsius por debajo del promedio trimestral de la Temperatura Superficial del Mar.
En América del Norte, ‘La Niña’ suele provocar precipitaciones superiores a la media en la franja norte del continente, junto con precipitaciones inferiores a la media en el sur.
Mientras que en el Caribe, los episodios de ‘La Niña’ pueden contribuir a aumentar la intensidad de la temporada de huracanes.
Así afecta el fenómeno la niña en México
La Conagua prevé que la baja temperatura superficial del mar se mantenga durante los meses siguientes, pues se advierte que ‘La Niña’ permanezca durante el próximo invierno del hemisferio norte, con una intensidad moderada.
Estadísticamente, durante el invierno, el evento de ‘La Niña’ se asocia a un déficit de lluvia en las penínsulas de Baja California y de Yucatán, así como en el centro, norte y occidente de México.
- En contraste, también se relaciona con más precipitación de la habitual en regiones de Veracruz, Oaxaca y Chiapas. En tanto, los inviernos son más fríos en el occidente y el sur del país, y más cálidos en el noreste.
- El SMN ha puntualizado que cada evento de ‘La Niña’ es único y existen factores que condicionan sus efectos a escala mundial y regional, por lo que los patrones espaciales no suelen ser siempre los mismos.
Cabe resaltar que este fenómeno climático es responsable de crudos inviernos y grandes sequías en todo el mundo, por ello las autoridades han llamado a la población a mantenerse informada, pues ‘La Niña’ se intensificará durante las próximas semanas y no comenzará a debilitarse hasta la primavera de 2022, lo que puede tener un impacto en las lluvias, el final de la temporada de huracanes y la intensidad del próximo invierno boreal./Agencias-PUNTOporPUNTO