Las afectaciones por la sequía severa y extrema que enfrenta alrededor del 80 por ciento del territorio nacional, repercuten en más de una centena de presas, de las cuales casi el 50 por ciento reporta niveles por debajo de la mitad de su capacidad, situación que no solo impacta en el uso del recurso hídrico de la población, sino en actividades económicas como la agricultura.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) divide la sequía en cinco categorías. La primera es anormalmente seco, que no es propiamente un rango de sequía, pero se presenta al inicio o al final de estas. Le sigue la sequía moderada que ya manifiesta daños en los cultivos; aumenta el riesgo de incendios y afecta a los niveles en ríos, arroyos, embalses, abrevaderos y pozos.
- Posteriormente vienen las sequías severas, extremas y excepcionales, en las que ya se registran pérdidas en los cultivos, escasez de agua, aumentan los incendios forestales y se da escasez total de agua en algunos embalses, arroyos y pozos.
- De acuerdo con el Monitor de Sequía en México (MSM) de la Conagua, mil 963 (más del 79 por ciento) de los 2 mil 446 municipios pasan por algún grado de sequía, y el 64 por ciento de estos atraviesa un escenario de sequía severa, extrema o excepcional.
- Actualmente solo la península de Baja California escapa a los estragos de la falta de lluvias; es decir, que solo dos de las 32 entidades del país no presentan afectaciones directas por la sequía.
Por otra parte, la onda de calor mantuvo un ambiente con temperaturas altas sobre la mayor parte del territorio nacional durante la segunda mitad de abril e inicios de mayo, lo que incrementó las zonas con sequía de extrema a excepcional en San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro y el norte de Veracruz y, de severa a extrema al norte de Puebla.
Mientras que en Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero el porcentaje del territorio con sequía sequía entre moderada y excepcional alcanzó el 67.97 por ciento, lo que superó en 3.35 por ciento a lo cuantificado en la primera quincena de abril.
Presas a menos de la mitad de su capacidad
La disminución de embalses de agua dulce es un rasgo sintomático de las afectaciones de la sequía en nuestro país. En los últimos meses han trascendido imágenes como las de la capilla de la presa “La Muñeca” en Tierra Nueva, San Luis Potosí, que quedó al descubierto por los bajos niveles del recurso hídrico a causa de la sequía extrema que atraviesa la entidad.
- Mismo es el caso de las lagunas del Nevado de Toluca que prácticamente desaparecieron en el marco del calor inusual y la falta de lluvias. Los bajos niveles en las presas y el huachicoleo de agua en algunas zonas del país, han provocado conflictos por el desabasto del vital líquido.
Datos del Sistema Nacional de Información del Agua de la Conagua, señalan que de las 210 principales presas que hay en México, el 67 por ciento (141) se encuentra en un 41 por ciento de su capacidad o menos, y solo dos están al máximo nivel.
Sin embargo, la escasez de agua no solo afecta al suministro urbano, sino que, según especialistas, también pasará factura al bienestar económico de los mexicanos.
“El déficit en la disponibilidad natural de agua y la falta de inversiones para garantizar su suministro, provocan que la disponibilidad sea todavía menor. ¿Cuál es el problema de la reducción en los niveles por periodos prolongados? Que eventualmente alcanzará al ámbito productivo de la economía y la agricultura”, explicó a Reporte Índigo Roberto Constantino, coordinador de la Red de Investigación en Agua de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El golpe económico de la falta de lluvias
La sequía prolongada ya está impactando en el plano económico a nuestro país. Recientemente, la Unión de Productores Independientes de Café alzó la voz para advertir a las autoridades federales sobre el riesgo de la pérdida de entre el 80 y el 90 por ciento de los cultivos en la frontera sur de México.
“El tema de la crisis del agua se ha concentrado en el impacto urbano y la disponibilidad para sostener el consumo de los hogares, esto es importante, pero va mucho más allá porque se necesita para todo, el mantenimiento, la higiene y es un insumo esencial para la producción de los alimentos”, detalló el académico de la UAM.
- Constantino agregó que es momento de que se asuma la relevancia del agua en el sector primario de la cadena productiva.
- “El agua es vital para la producción de verduras, frutos y hortalizas, pero también para la producción de las proteínas animales y todo el sector ganadero”, enfatizó.
- No obstante, el especialista recalcó que este tipo de afectaciones tarde o temprano alcanzarán a los otros sectores productivos, incluyendo las manufacturas más sofisticadas.
“Aunque no se puede exprimir un microchip eso no niega que el agua es importante en su elaboración, o en algunas fases como parte de los insumos”.
En marzo pasado, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) alertó que la sequía, Pemex y los aranceles eran las amenazas para la economía mexicana en este 2024.
El IMEF enfatizó que la sequía estaba mermando las cosechas agrícolas y, aunque señaló que el déficit puede cubrirse con importaciones, recalcó que diversos países atraviesan por crisis similares, por lo que los productos elevarán sus precios.
La agonía del cultivo
Agricultores del Distrito de Riego 025 en Tamaulipas prevén un escenario catastrófico para el cultivo de sorgo en la región, si es que no llegan las lluvias en este año, pues cuentan con líquido para solo 10 días.
Este distrito de riego se abastece de la cuenca del Río Bravo.
- Dicho problema se complicaría aún más por el intenso calor que se ha presentado en el norte de México en días recientes, pues el agua del sistema de riego ha comenzado a evaporarse.
- El presidente del Consejo Estatal Agropecuario de Tamaulipas, Jorge Luis López Martínez, en entrevista con Reporte Índigo, reveló que en este momento cuenta con el agua necesaria para el riego de 10 días.
“Estamos usando el medio riego que nos autorizaron, pero en 8 o 10 días se acaba el riego, por lo que habrá afectaciones si no llueve, el calor afectará más, generando mayor evaporación en el sistema de riego.
“Ahorita estamos regando, pero en 10 días se acaba el agua, no hay más. Una buena parte del distrito no se va a regar, porque no hay agua, y en algunos casos los agricultores no tienen la solvencia económica para ni siquiera pagar la cuota de agua”, explicó López Martínez.
El dirigente calcula una pérdida de producción equivalente al 20 por ciento, entre otras cosas.
“Va a haber una pérdida de producción del orden del 20 por ciento, y a esto le suma que el precio es bajo. Hoy por hoy hay una producción regular, pero va a causar un siniestro económico, no hay ingresos para pagar los costos”, alertó el presidente del Consejo Estatal Agropecuario de Tamaulipas.
- López Martínez mencionó que el problema del agua continuará en los próximos años, pues México tiene una deuda de mil millones de metros cúbicos de agua con Estados Unidos por el Tratado de Aguas de 1944, al cual deberá hacer un abono este año.
“Además hay una deuda de mil millones de metros cúbicos de agua que Estados Unidos está reclamando. A ver cómo nos va el próximo año”, concluyó López Martínez.
Inversión y tecnología
A pesar de la actual crisis hídrica, las autoridades no han anunciado cambios importantes en las políticas para garantizar el vital líquido en los próximos años. La Ley de Aguas lleva más de 10 años atorada en el Congreso de la Unión, y el debate sobre qué es lo que pasará en el actual panorama de sequía sigue en el limbo.
- En este contexto, Roberto Constantino, coordinador de la Red de Investigación en Agua de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), sugiere tres acciones en términos institucionales para afrontar la falta de agua que se recrudecerá con los años.
“En términos institucionales el aprovisionamiento de los recursos financieros suficientes con mecanismos para que fluyan desde la federación hacia los estados y los municipios, porque es en los municipios donde se resuelve el abastecimiento de agua potable”, explicó.
- Asimismo, el académico asegura que será fundamental un proceso de cambio tecnológico para mejorar la productividad de los sectores sobre todo del sector agropecuario, pues indicó, es donde se invierten la mayoría de los recursos hídricos del país, con cerca del 76 por ciento.
- El especialista de la UAM, también subrayó la importancia de invertir en nuevos sistemas de alcantarillado que sean capaces de separar el agua de lluvia del drenaje, para así aprovechar mejor el recurso, e incluso, tener la posibilidad de poder reinyectarlo en el acuífero.
Y, finalmente, prevé la necesidad de un esquema para que se haga un mejor uso de los recursos hídricos por parte de los hogares, que quizá incluya mecanismos tarifarios de manera que la población sea más cuidadosa con el agua, y pueda recibir un beneficio.
“Quien sea dispendioso en el uso del agua, pues que tenga que pagar más por ella“, concluyó.
Escasez y mala gestión del agua secan a México
El aumento de las sequías y la mala gestión del agua, disparan los temores a la ola de calor y a la posibilidad de que varias entidades, entre ellas la Ciudad de México, se queden sin el vital líquido; poniendo en riesgo tanto a los habitantes como a la economía.
- Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (iMCO), el estrés hídrico cobra aún más relevancia, dado que los estados fronterizos del país generan 21% del Producto Interno Bruto (PIB), y el Valle de México casi 25%, por lo que la falta de agua puede afectar gravemente a la economía nacional.
- Durante las últimas décadas, la disponibilidad anual por habitante en México pasó de 10 mil metros cúbicos (m3) promedio en 1960, a 4 mil m3 en 2000 y 3.2 mil m3 en 2020.
- El deterioro y explotación de los cuerpos de agua, sumado al aumento de la población y al incremento de las sequías, provocará que para 2030, la disponibilidad en México descienda por debajo de los 3 mil m3 por habitante al año”, advirtió el Imco.
El factor adicional que afecta la disponibilidad de recursos hídricos es el cambio climático, ya que el incremento de la temperatura y la variación en las precipitaciones afecta las principales cuencas hidrológicas del país.
Es relevante que tanto el sector público como el privado hagan inversiones para mejorar la eficiencia del agua y así minimizar los riesgos que la falta de dicho recurso vital pueda causar. La falta de agua puede tener impacto en la operación de las empresas y el sector agropecuario, lo que conlleva riesgos en la seguridad alimentaria, y además significa un menor porcentaje de la población con acceso a este recurso, que es una necesidad humana”, alertó la calificadora HR Ratings.
Coincidió en que, entre las principales causas del estrés hídrico que enfrentamos se encuentra el crecimiento demográfico, la urbanización, el cambio climático, el uso agrícola, la contaminación del agua, la sobreexplotación de acuíferos y deficiencias en la gestión del agua.
¿Quién gasta más agua?
Marco Lara y Juan José Li Ng, especialistas de BBVA, señalaron que los estados que más agua gastan son Sinaloa, Sonora y Veracruz; además, contrario a lo que muchos podrían pensar, la Ciudad de México se encuentra en los últimos tres lugares, mientras que el Estado de México ocupa el undécimo puesto.
- Con base en datos de la Conagua, los analistas de BBVA destacaron que 67.8% del agua consumida en el país fue destinada al sector agropecuario (agricultura, agroindustrias y uso pecuario), mientras que en segundo lugar se encuentra el uso público-urbano y doméstico, con 14.7% del total. El restante se divide principalmente en agua destinada a usos múltiples (6.7%), centrales termoeléctricas (4.6%), industrias (3.1%), comercio y servicios (1.9%), acuacultura (1.3%) y otros usos (<0.1%).
En el estudio: México. Agua ya no pasa por mi casa: una revisión de la situación hídrica actual, los analistas de BBVA alertaron que existe una amplia brecha socioeconómica en el suministro en los hogares que cuentan con tubería de agua.
El 49.5% de hogares en el estrato bajo reciben agua por tandeo (de forma irregular en la semana) vs. 17.0% en el alto. La Ciudad de México es la entidad federativa con la brecha más amplia: en el estrato alto el 4.5% de los hogares recibe agua por tandeo y en el bajo el 80.0% en 2022”, explicó la institución.
Modernizar el campo
Para la Coparmex una forma de mejorar la disponibilidad de agua es modernizando al campo, ya que implementando control ambiental en los invernaderos y sistemas hidropónicos; algunos cultivos podrían ser exitosos con una quinta parte del agua que hoy utilizan, sin embargo, se requieren recursos y apoyos para lograrlo.
Asimismo, los empresarios creen que crear una Secretaría del Agua, que fiscalice las concesiones de todos los sectores ayudaría a solucionar el problema.
CDMX, Monterrey y Tijuana, las ciudades más afectadas por la falta de agua
Ciudad de México, Monterrey y Tijuana serían las ciudades más afectadas por la falta de agua ante la llegada del Día Cero estimado por la Organización de las Naciones Unidas para el año 2028, fecha en la cual la demanda del líquido superará la capacidad de suministro en las grandes urbes; según especialistas de la UNAM, este fenómeno se agudiza debido a factores como la sobreexplotación de acuíferos, el cambio climático y la gestión ineficaz del recurso hídrico.
En el contexto del inicio de la temporada de lluvias, especialistas como Mario Hernández Hernández, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, advierte que la Ciudad de México y su zona conurbada experimentan una intensa sequía que ha impedido la recarga adecuada de los sistemas de abastecimiento de agua.
- Recordó que Monterrey enfrentó el año pasado graves problemas por la falta de agua y el bajo nivel que presentaban las presas, llegando incluso a tener cortes en el suministro del líquido, lo que afectó a miles de habitantes.
- Expuso que para enfrentar el problema no se requieren soluciones de corto plazo, sino aplicar políticas públicas de largo plazo, una de ellas sería gravar el uso de agua para el sector industrial con un precio justo.
De acuerdo con un informe de la UNAM, la agricultura emplea 70% del agua potable en México, en tanto que la industria ocupa 14% del total; mientras que el consumo personal por habitante es de aproximadamente el 8% anual.
Señala además que la huella hídrica, que es el consumo vital del líquido para producir un producto determinado, es un factor determinante en el excesivo gasto de agua, ya que por ejemplo para producir un vaso de cerveza de aproximadamente 355 mililitros, se requieren de 70 litros de agua, en tanto que para producir un kilo de carne son necesarios 15 mil litros de agua.
Asimismo el documento destaca que al menos en la Ciudad de México, el 35% del agua se pierde en fugas a lo largo de la infraestructura de distribución, por lo que dar mantenimiento a esas tuberías significaría un ahorro y estos recursos podrían salir al cobrar un costo justo por el consumo de agua.
Sobreexplotación de los acuíferos uno de los mayores problemas
De acuerdo con Fernando González Villarreal, director del Programa de manejo, uso y reúso del agua en la UNAM (PUMAGUA), para dar solución a uno de los problemas que se presentan en torno a la disposición del agua, “es preciso hacer una gestión de los recursos hídricos. De manera que podamos suministrar las demandas de la agricultura, de la industria, del agua potable y del ambiente; es decir, adaptar la disposición de agua a las demandas y necesidades específicas del desarrollo de la población”, explicó.
- El investigador señaló que con frecuencia la disposición y demanda del agua no coinciden, como sucede en el mayor desarrollo, poblacional y económico del país, es decir, el Valle de México, en donde la creciente demanda ha acabado con las corrientes superficiales y ahora va sobre el acuífero.
Asimismo sobre el estrés hídrico, indicó que evidencia las tensiones que genera la falta de coincidencia entre la disposición de agua y el desarrollo económico.
“Se ha sobreexplotado lo que se depositó en los mantos acuíferos durante 30 mil años. Nos lo estamos acabando en 50 años”.— Fernando González Villarreal, director de PUMAGUA de la UNAM
- A su vez, Eduardo Vega López, coordinador universitario para la sustentabilidad de la UNAM, indicó que en el primer trimestre de 2024, hubo niveles de sequía, en cuanto a intensidad y cobertura, superiores a los que se vivieron en el primer trimestre del año pasado.
“En 2023 tuvimos 47% del territorio nacional cubierto por sequía, en tanto que en el primer trimestre del presente año fue de 58% de cobertura, lo que ha propiciado un problema se inseguridad hídrica y menor calidad de vida”, expuso el catedrático en el foro Estrategias más eficaces para enfrentar escasez de agua./Agencias-PUNTOporPUNTO