Casi 83 por ciento de hogares en México resiente la escasez de agua, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022.
- Según el estudio, sólo 17.4 por ciento no resintió la falta de líquido durante ese año y dispuso de agua las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 12 meses del año.
- El 69.5 por ciento de los hogares sufrió algún nivel de intermitencia en el abasto y sólo 31.5 contó con servicio continuo en los cuatro meses previos a la encuesta.
- Además, 58 por ciento de los hogares que reciben agua a diario tiene un suministro continuo (24 horas al día).
- Y 8.1 por ciento (3 millones 42 mil 207 hogares) reportó haber contado con agua menos de 3 días al mes.
- La encuesta también revela que el 81 por ciento de las familias almacena agua y 16 por ciento lo hace en cubetas.
La Ensanut es realizada de forma anual por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en colaboración con la Secretaría de Salud.
«El almacenamiento podría disminuir la calidad del agua y la falta de confianza para su consumo con consecuencias para la salud», advierte un artículo sobre los resultados del estudio publicado en la revista Salud Pública en México, publicada por el INSP.
- Señala también la existencia de brechas en el acceso al agua en términos regionales y de ingreso.
- «En las regiones donde más agua disponible existe per cápita, la intermitencia y la falta de suministro es más acuciante», apunta.
«Del mismo modo, el suministro constante se encuentra con más frecuencia en hogares en el quintil más alto del nivel socioeconómico (independientemente de la región donde se encuentren). Dentro de los hogares más pobres (quintil 1), además, se encuentra todavía un porcentaje significativo de hogares que no están conectados a la red de agua potable (16 por ciento)».
- Según la Ensanut 2022, a nivel nacional 16.5 por ciento de los hogares enfrenta «inseguridad del agua».
Y disminuye su disponibilidad
La disponibilidad de agua para consumo humano en México disminuye rápidamente, mientras que la debilidad del marco regulatorio impide lograr un uso más eficiente del líquido, advierte un diagnóstico del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
- En 1960, indica, cada mexicano disponía en promedio de 10 mil metros cúbicos al año; la cifra disminuyó a 4 mil en el 2000, actualmente es de 3 mil 200 y se estima que para 2030 será de 3 mil.
- En el documento Modernizar la Regulación de Aguas en México, publicado a finales de junio, remarca la urgencia de establecer mecanismos que permitan una mejor gestión de los recursos hídricos, a corto y largo plazo.
«De ahí la urgencia de establecer mecanismos que permitan una mejor gestión de los recursos hídricos, tanto a corto como a largo plazo», remarca
- El actual marco regulatorio, la capacidad institucional y los recursos financieros, advierte, son totalmente insuficientes para garantizar una gestión adecuada de los recursos hídricos.
Entre las carencias normativas, indica, se encuentran la ausencia de regulación sobre los volúmenes máximos de agua superficial y subterránea autorizados, la falta de actualización de disposiciones para otorgar títulos de concesión, las eficiencias en los sistemas de medición y monitoreo, y el insuficiente volumen de tratamiento de aguas residuales.
«Una muestra de malas prácticas (…) son las concesiones de usuarios que hace años utilizaban el agua para uso agrícola, misma que después se emplea para algún otro sector, como el industrial, de comercio o de servicio, sin formalizar la transferencia de derechos», apunta el reporte.
- «Esta práctica se da porque las concesiones para uso agrícola no están obligadas a pagar por el agua de acuerdo con lo establecido en la Ley Federal de Derechos. Además, se subsidia la energía usada para su bombeo».
- El Imco indica que, a febrero de 2023, había 525 mil 572 títulos de concesión para el aprovechamiento de agua subterránea y superficial, y que el mayor volumen concesionado -109 mil millones de metros cúbicos- fue asignado en 1994.
- «Es decir, su vigencia está por expirar el próximo año. Esto abre la oportunidad para actualizar los títulos y para verificar que los nuevos volúmenes asignados sean efectivamente cumplidos mediante inspecciones oportunas», destaca.
A la debilidad normativa, señala el diagnóstico del Imco, se suma la muy limitada vigilancia.
- El Gobierno federal, detalla, cuenta con alrededor de 160 inspectores para vigilar el uso del agua y las descargas residuales en todo el País.
- Así, el promedio anual de visitas para vigilar el correcto uso del agua y las descargas disminuyó de 8 mil 129 en el periodo 2011-2018, a 2 mil 234 entre 2019 y 2022.
«Como resultado, existen sectores -como la agriculturaque incumplen la medición de los volúmenes en uso, o que carecen del cumplimiento regulatorio del agua al no contar, en muchos casos, con las concesiones correspondientes -como el minero-«, apunta.
- En tanto, indica, el presupuesto de la Conagua disminuyó aproximadamente 50 por ciento de 2014 a 2022.
Si bien se incrementó sustancialmente para este año, advierte, sigue siendo insuficiente para llevar a cabo el control y monitoreo de los recursos hídricos que requiere el País.
Barreras gubernamentales agravan la crisis hídrica
El Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), a través del Centro de Investigación en Política Pública, advirtió diversas barreras gubernamentales que impiden el sano aprovechamiento del agua en la república, mismas que se pueden acrecentar si el fenómeno de calentamiento global continúa, pues las sequías pueden empeorar.
La primera cosa que señaló el IMCO fue que es fácil evadir el cumplimiento de las reglas del sistema hídrico, pues la responsabilidad de éste se divide entre el gobierno federal, los gobiernos estatales y los organismos de cuenca.
- Otra área de oportunidad es el marco legal regulatorio del agua, mismo que se encuentra estancado desde 2012, pues la Ley General de Aguas debe de transformarse para una gestión eficiente de este recurso. Ambos recursos convergen en que los gobiernos y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) deben de establecer mecanismos más responsables de coordinación para mejorar el aprovechamiento hídrico.
- Cabe recordar que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), México utiliza el 76% de su agua para el sector agrícola, el 14% en abastecimiento público, el 5% para hidroeléctricas y otro 5% para la industria, por lo que la escasez de este recurso, indirectamente, atenta con la soberanía alimentaria que planteó el gobierno de López Obrador.
De regreso a su informe, la organización civil señaló a través de un comunicado publicado este martes 20 de junio que existen deficiencias en los sistemas de medición y monitoreo relacionados al consumo de agua, ya que el 97% de los títulos de concesión registrados en el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) no tienen medidor.
Aunado a ello, se disminuyeron las tareas de vigilancia a la infraestructura hidráulica; mientras que entre 2011 y 2018, anualmente se promediaban más de 8 mil visitas de vigilancia, entre 2019 y 2022 se promediaron 2 mil 300. Esto tuvo como consecuencia el aprovechamiento desmedido de las fuentes de agua y que proliferen las tomas clandestinas.
- Como si esto no bastara, el presupuesto para la Conagua se redijo drásticamente entre 2014 y 2022. Conforme a lo señalado por el IMCO, en un periodo de ocho años, se pasó de 63 mil millones de pesos a 30 mil 300 millones de pesos como presupuesto a la Comisión. No obstante, se reconoció que para 2023 se asignaron 68 mil 450 millones, lo que puede ser aprovechado, pero se considera insuficiente. Por ello promueve tres recomendaciones:
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Congreso de la Unión deben garantizar recursos suficientes para que la CONAGUA pueda invertir en tecnología y recursos humanos con el fin de desarrollar un sistema de información de recursos hídricos robusto y confiable.
- La Conagua y el Congreso de la Unión deberán ajustar los volúmenes abiertos a concesionar para extracción de agua superficial o subterránea que reflejen la disponibilidad anual y no superen la disponibilidad ambientalmente sostenible.
La Conagua y la Profepa deben garantizar inspecciones y vigilancia suficientes para los sistemas de aguas. Aunque es un mandato por ley, en la práctica estas acciones son limitadas e insuficientes para los riesgos que enfrenta el país en términos de contaminación y sobreexplotación. Esto abre camino a la corrupción y promueve un uso ineficiente del agua.
Gobierno destina miles de litros de agua para sus “grandes obras”
En México existen 21 millones de personas sin acceso diario al agua potable y se requiere una inversión de 120 mil millones de pesos anuales (casi 7 mil millones de dólares o 6 mil 400 millones de euros) durante 10 años para abatir la problemática, aseguró Raúl Rodríguez Márquez, presidente del Consejo Consultivo del Agua.
- Rodríguez Márquez señaló el rezago del país en materia hídrica tras el evento “Diálogos por el Agua. Soluciones para un Futuro Sostenible”, organizado por el propio Consejo Consultivo del Agua y el Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León, estado del norte de México que el año pasado sufrió su peor sequía en la historia.
- “El censo del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) reflejó que hasta el año 2021 había cerca de 20 o 21 millones de mexicanos que no tienen agua potable diariamente, que tiene que estarla teniendo por tandas o acarreándola o trayéndola de lugares muy lejanos”, citó.
Mencionó que esa situación se soluciona de una sola forma: con presupuesto; sin embargo, afirmó que esos recursos se han destinado a grandes obras y no a garantizar el acceso diario a agua potable para toda la población del país.
- “No hay recursos suficientes porque esos recursos dentro del Presupuesto de Egresos de la federación están concentrados en grandes proyectos. Nosotros creemos que esos recursos deben destinarse a proyectos específicos, que existen en el portafolio para hacerle llegar agua a esos más de 20 millones de mexicanos que no la tienen”, aseveró.
Desde el Consejo Consultivo, dijo que están demandando mayores recursos para satisfacer la necesidad de esta población afectada.
- “Estamos insistiendo que, si bien, el año pasado, del ejercicio (fiscal) de 2022 a 2023, se incrementó en 100 % el presupuesto para el sector Conagua (Comisión Nacional del Agua) no es suficiente, fueron 33 mil millones de pesos (casi 2 mil millones de dólares) que se incrementaron de un año para otro”, indicó.
“Pero, de acuerdo con los estudios, se requiere alrededor de 120 mil millones de pesos (casi 7 mil millones de dólares) anuales durante los próximos 10 años de manera constante para, más o menos, poder invertir en estas obras de infraestructura hídrica”, estableció.
Recordó que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador presentó 15 proyectos estratégicos, pero no abarcan todo el país.
- “Se oye mucho 120 mil millones de pesos anuales, pero sí lo comparamos con un presupuesto anual que tiene la federación de 8.7 billones de pesos (más de 505 mil 813 millones de dólares), pues no es nada, en un tema tan importante como el tema del agua. Nosotros lo consideramos como tema de seguridad nacional, aún no decretado”.
Menor crecimiento por escasez de agua
Este año ha sido especialmente complicado para la capital mexicana y su área metropolitana. Las presas del Sistema Cutzamala, que abastece a la capital, tenían un nivel de llenado promedio, hasta el pasado 5 de junio (281.04 Mm3), 23.1% menos que el promedio histórico (461.81 Mm3).
- La Ciudad de México pertenece a una de las 11 entidades del país que, según un análisis de Standard & Poor’s Global (S&P), presenta un alto estrés hídrico.
- La calificadora precisa, en su estudio, que si se proyecta la década 2020-2030, los estados con escasez alta de agua serán Baja California y Baja California Sur.
- Lo mismo Aguascalientes; Ciudad de México; el Estado de México; Morelos; Sonora; Chihuahua; Sinaloa; Zacatecas y Guanajuato.
“Los estados que enfrentan el mayor riesgo ya tienen escasez de agua y pueden experimentar una disminución del crecimiento económico a medida que aumenta la frecuencia y la intensidad de las sequías”, se indica en el documento.
- No obstante, si se calcula al 2050, a estos estados se sumarían nueve más: Nuevo León; Tamaulipas; Coahuila; San Luis Potosí; Querétaro; Tlaxcala; Hidalgo; Colima y Jalisco se sumarán a los estados con alto estrés hídrico en México.
Las estimaciones realizadas por S&P son bajo el escenario de que al 2050, la temperatura promedio del mundo aumente en 2°C.
La calificadora concluye en el informe “Más estados mexicanos podrían enfrentar estrés hídrico hacia 2050” que los gobiernos locales podrían optar por un aumento en las inversiones en infraestructura hidráulicas en largo plazo, no obstante, lo anterior «podría debilitar el desempeño presupuestario de algunos estados y municipios y resultar en una mayor deuda”, sin embargo, “ayudaría a desarrollar resiliencia ante la escasez de agua”.
- En los últimos 10 años, los recursos erogados en la infraestructura hidráulica a nivel federal han ido a la baja, aunque muestran un repunte entre el 2022 y 2023, se añade en el informe.
- “El presupuesto federal de 2023 casi triplicó el financiamiento para la infraestructura de agua de 15,300 millones (2022) a 44,500 millones y casi duplicó el financiamiento de Conagua de 33,000 millones a 68,500 millones.
- “Esperamos que el gobierno federal, a través de Conagua, financie proyectos clave de infraestructura en todo el país y aborde, hasta cierto punto, la vulnerabilidad relacionada con el agua de ciertas regiones”, se indica en el documento de S&P.
Acceso al agua
Al crecimiento económico, se suma al reto de garantizar el derecho universal de acceder al agua que, sigue como un pendiente y que con los años ha registrado un retroceso en el país.
- Un estudio del Centro de Estudios de Energía Renovable, del Instituto de Energía de la Universidad Autónoma de Baja California publicado en noviembre del 2022, destaca que la población mexicana se quintuplicó entre 1950 y 2020, mientras que la disponibilidad de agua potable per cápita disminuyó hasta 80 por ciento.
- Entre el 2014 y 2020 se pasó de 66.93% a 64.39% de la población que tiene acceso al suministro de agua potable gestionado de manera segura, según indican datos del Plan Nacional Hídrico 2020-2024, que están en consonancia con los Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU y que son extraídos de las encuestas del Inegi.
- El porcentaje de personas con acceso baja, si se considera cuántas tienen acceso al agua entubada y de saneamiento diariamente, dato que también ha disminuido en general: en el 2014, 59.5% de la población tenía acceso diario, para el 2020 la cifra cayó a 58.5 por ciento.
Las entidades que presentaban, hasta 2020, un menor acceso eran Guerrero (9.8% de la población); Baja California Sur (21%) y Oaxaca (22.4%); en contraparte Nuevo León (94.5%); Chihuahua (88%) y Aguascalientes (85%) registraron las cifras más altas.
La brecha del acceso al agua en México
México padece de importantes conflictos de agua que van desde la escasez, contaminación, conservación y, por supuesto, la falta de infraestructura para su distribución. Este último factor ha generado una brecha que afecta a un gran número de hogares sin acceso al líquido potable, especialmente aquellos en situación más vulnerable.
- De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de las 35.2 millones de viviendas que hay en México, 8.1 millones (23.1%) no cuentan con agua entubada dentro del hogar.
- Sin embargo, Octavio Heredia, director general adjunto de Encuestas Sociodemográficas del Instituto indicó que el panorama es más revelador cuando se compara la situación entre localidades urbanas y rurales.
- En las primeras, 86.2% de los inmuebles habitacionales dice tener la infraestructura hídrica al interior de su hogar, mientras que en poblaciones rurales menos de la mitad (43.2%) tiene cubierto el servicio.
- En estas zonas rurales, 38.4% de las viviendas accede al agua sólo a través de instalaciones fuera de la propiedad, pero dentro del terreno. Además, 12.4% obtienen el líquido potable por medio de un pozo, lago, río o arroyo.
La situación actual de las viviendas mexicanas con respecto al acceso al agua se contrapone con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuya meta es lograr el acceso universal y equitativo al líquido potable a un precio asequible para toda la población en el 2030.
- A pesar de que falta menos de una década para cumplir con la iniciativa, la proporción de la población que dispone de servicios de suministro de agua potable gestionados de manera segura a nivel nacional es de 64.4 por ciento.
En este sentido, Heredia explicó que el resto no cumple con el requisito de servicios de agua entubada dentro de su vivienda o predio de forma diaria.
«Además existen muchas brechas a nivel geográfico. En el estado de Guerrero, por ejemplo, solo 19.7% de la población dispone de agua potable de manera segura, mientras que en Nuevo León la cobertura de 98.4%», comentó el experto./PUNTOporPUNTO