El 2024 ya ocupa el segundo lugar en contingencias ambientales y se encuentra a dos contingencias ambientales más, de ser el año más contaminado en el Valle de México desde 1988, tiempo en el que se inició a monitorear la calidad del aire para inhibir sus efectos en la salud y el medio ambiente.
Y es que en lo que va de este año se han activado 10 contingencias ambientales, cifra que empató al 2024 y al 2016 en en el segundo lugar por emergencias ambientales, y dejando a tan solo dos más de llegar al máximo histórico (12) que aconteció en 1993.
- De acuerdo con cifras de la Secretaría de Medio Ambiente –que datan desde 1988– el año 1993 fue en el que hubo más contingencias ambientales en la Zona Metropolitana del Valle de México con 12; le secunda 2024 y 2016 con 10 emergencias; seguido de 1992 con ocho activaciones por mala calidad del aire, en su mayoría, por ozono.
- Con estos datos, ya se rebasó el pronóstico de la Sedema, que en febrero pasado consideró que se activarían entre tres y ocho contingencias ambientales para la temporada de ozono, que se presenta de febrero a junio (previo al comienzo de la temporada de lluvias) y se inserta en la temporada climática “seca-caliente”.
Hay que recordar que apenas hace unos días la Ciudad de México vivió la contingencia ambiental más larga por ozono en lo que va del 2024 con una duración total de cuatro días, superando a la emergencia del 23 de febrero pasado, que permaneció durante 72 horas.
El panorama no es alentador
Este 2024 podría ser al año más contaminado del que se tiene registro, pues de acuerdo con información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante los próximos 10 o 15 días, el país experimentará las mayores temperaturas registradas en la historia, lo que elevará la contaminación en la capital.
- Investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) y del Programa de Investigación en Cambio Climático, de la UNAM, alertaron que la ola de calor podría generar altos niveles de contaminantes debido a la presencia de ozono. En el caso de la Ciudad de México podría llegar a 34 o 35 grados Celsius; en San Luis Potosí, arriba de 45 grados.
Jorge Zavala Hidalgo, director del ICAyCC, precisó que cuando aumenta la temperatura también lo hace la concentración de ozono del orden de 7 u 8 partes por millón y, aunque no hay una causa-efecto directa -porque ambos fenómenos son consecuencia de mayor radiación solar- sí existe una relación en las condiciones meteorológicas y que las reacciones químicas se vean favorecidas por las temperaturas altas.
- El coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC), Francisco Estrada Porrúa, mencionó que el pasado mes de abril fue el mes más cálido en la historia, no solo en México, sino en 47 países, algo de lo que se carece de registro histórico, por lo que es muy probable que 2024 sea el año más cálido del que se tiene antecedentes.
- El fenómeno que estamos por vivir se debe a la urbanización, por lo que si se compara esta información con el Atlas de Riesgos de la Ciudad de México y la zona conurbada, es posible ver que ambas regiones coinciden.
Es decir, el municipio con mayor calentamiento será Nezahualcóyotl, al igual que las alcaldías Venustiano Carranza, Iztacalco, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero, donde la temperatura se ha incrementado en uno o dos grados centígrados.
CDMX es más factible la alta formación de ozono
El 2024 ya ocupa el tercer lugar histórico en contingencias ambientales en la Ciudad de México, pues con la activación de la octava emergencia por la mala calidad del aire, empató al año 1992 (que tuvo ocho contingencias), y se encuentra a cuatro más, de llegar al máximo que se haya registrado.
- De acuerdo con cifras de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) que datan desde 1988, el año de 1993, fue en el que hubo más contingencias ambientales en la Zona Metropolitana del Valle de México con 12; le secunda 2016 con 10 emergencias; seguido de 1992 y –ahora– 2024 con ocho activaciones por mala calidad del aire, en su mayoría, por ozono.
Con estos datos, ya se cumplió el pronóstico de la Sedema, que en febrero pasado consideró que se activarían entre tres y ocho contingencias ambientales para la temporada de ozono, que se presenta de febrero a junio (previo al comienzo de la temporada de lluvias) y se inserta en la temporada climática “seca-caliente”.
En este periodo se presentan sistemas anticiclónicos y ondas de calor que producen altas temperaturas, radiación solar intensa, baja nubosidad y vientos débiles, condiciones climatológicas que favorecen la formación de ozono y su acumulación en la zona suroeste del Valle de México.
- Para Ricardo Torres, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, esta tendencia podría seguir en aumento debido a las altas temperaturas que han azotado a la capital del país, pero sobre todo, por los “compuestos orgánicos volátiles”, conformados por las fugas de tanques de gas y las evaporaciones de gasolina y solventes.
- El experto advirtió que en la Ciudad de México es más factible la alta formación de ozono comparado con otras metrópolis debido a las altas temperaturas, incendios y a la mezcla de cientos de compuestos orgánicos volátiles, “esta mezcla de hidrocarburos que son cientos, no solo uno o dos, son muchísimos; y en consecuencia el ozono inmediatamente se dispara”.
- “Si seguimos con esta temporada de calor fuerte, a lo mejor sí podría extenderse más. Es muy difícil pronosticar si se rompe el récord o no (1993), pero todos los días tenemos la mezcla de contaminantes necesaria. Normalmente una vez que entra la temporada de lluvias, la probabilidad de que se presente una contingencia es más difícil, pero no imposible”.— Ricardo Torres
Sin embargo, alertó que pasando la temporada de lluvias viene el último trimestre del año (octubre, noviembre y diciembre), en el que nuevamente podría activarse alguna contingencia ambiental, lo que aumentaría el número de emergencias por la mala calidad del aire en este 2024.
Medidas a seguir
El investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM dijo que lo esencial sería que las autoridades capitalinas se enfoquen en los factores “antropogénicos”, es decir, tener un control de política ambiental más enfocada a un punto de vista “científico” para evitar los altos niveles de ozono.
- Dijo que se debe poner más enfoque de control en las fugas de los tanques de gas LP; en la evaporación excesiva de gasolina; en el uso de solventes que tienen los capitalinos; y de ahí crear medidas efectivas.
“¿Quién se va a atrever a vigilar los tanques de gas LP para que no haya fugas?. Ahí alguna Secretaria, algún organismo, debería tomar esa cuestión. A controlar a las gasolineras que tienen activados sus sistemas de control, no sabemos quién lo pueda hacer”.— Ricardo Torres
Añadió que lo que sucede es que, si bien, la Secretaría de Medio Ambiente tiene implementada la verificación, resulta que muchos vehículos que ingresan a la Ciudad vienen de estados que tengan otro sistema de control que afecte al medio ambiente. “Hace falta que se unifique todo y realmente tomen compromiso cada una de ellas”.
‘Hoy No Circula’ no sirve
El doctor Ricardo Torres también afirmó que el programa ‘Hoy No Circula’, que prohíbe la circulación de distintos vehículos cuando se activa una contingencia ambiental, realmente no sirve.
Aseveró que la química que forma el ozono no depende del límite de automóviles, por lo que reiteró la importancia de enfocarse en los “compuestos orgánicos volátiles”.
“Desafortunadamente no, el ‘Hoy No Circula’ no funciona realmente para disminuir el ozono, la situación es que la química que forma el ozono no depende del límite de automóviles o no, si así fuera, los sábados y domingos o durante la pandemia –que no había tantos carros circulando– hubieran bajado los niveles de ozono y no fue así”, explicó.
Afectaciones a la salud
El experto advirtió que el ozono puede afectar a la salud de las personas, debido a que es un irritante muy fuerte. Dijo que cuando uno respira, inmediatamente las concentraciones altas tienen una irritación muy fuerte en la garganta, en las vías respiratorias superiores.
“Hay personas más sensibles a esa irritación, en el caso típico es que las personas que son asmáticas o tienen alergia se les dispara inmediatamente. ¿Por qué razón? Porque ya hay un factor que te está irritando la garganta, te está predisponiendo el cuerpo a la constante irritación y entonces se desatan otro tipo de síntomas que sólo tiene que ver con el impacto muy rápido que tiene el ozono”.— Ricardo Torres
CDMX registra concentraciones altas de metales pesados
Un ambiente contaminado contribuye en gran medida a que las enfermedades sean más frecuentes y resistentes a los medicamentos, mismo que habitantes de la Ciudad de México viven desde hace varios años y con datos preocupantes, de acuerdo con una investigación de la UNAM.
- Los investigadores Fredy Rubén Cejudo Ruiz y Rafael García Ruíz realizaron estudios geomagnéticos en la CDMX y gracias a ellos, vieron que hay concentraciones altas de metales pesados en el ambiente, situación que enciende las alarmas entre la población.
- El estudio geomagnético es una herramienta que ayuda, entre otros temas, a determinar el nivel de contaminación por metales pesados que existe en un determinado lugar.
- Lo que hicieron los investigadores del Instituto de Geofísica de la UNAM (Unidad Morelia) fue recolectar muestras de polvo, de suelo y hojas para identificar cómo está la distribución de metales.
Al analizarlas, Cejudo y García notaron que entre los metales que se encuentran en el medio ambiente en la capital del país están el plomo, cromo y vanadio, elementos que afectan la salud humana.
Depende en dónde vivas puede ser peor
Este mismo estudio se realizó en otras ciudades del país y como era de esperarse, los niveles de contaminación y elementos que encontraron fueron distintos. En Villahermosa, por ejemplo, la concentración de plomo es inferior a la que hay en el Ciudad de México pero hay más vanadio.
- En Guadalajara también hay concentraciones importantes de plomo pero también lo hay de zinc. “Cada ciudad tiene una característica muy particular en cuanto a la variación de metales pesados”, indicó Fredy.
- Las zonas en donde existe mayor concentración de elementos es en las zonas habitadas en horas laborales y debito a esto la exposición a ellos es continua. Estas fuentes de contaminación son el tráfico de autos, desechos de industrias y el número de personas (desechos que crean).
Vivir cerca de estas fuentes influye mucho, pues el nivel de exposición es mayor si se habita en vialidades primarias o secundarias.
Las soluciones cuando el ‘Hoy no circula’ es insuficiente
Las consecuencias de la contaminación del aire en el Valle de México son graves. Gargantas secas, congestiones, problemas respiratorios. Las enfermedades crónicas se agudizan. Mayor mortalidad. Van nueve contingencias ambientales este 2024, espoleadas por las olas de calor cada vez más frecuentes que favorecen la mala calidad del aire.
- Los expertos afirman que las restricciones más importantes para evitar la polución ya se aplican. La principal es reducir la circulación de vehículos, los principales emisores de contaminantes. Una limitación que las personas que tienen que ir a trabajar o llevar a los niños a la escuela ven con malos ojos.
“La gente ve que hay imposiciones por parte del Gobierno que no le representan una ventaja, cuando se está protegiendo la salud”, explica la doctora del departamento de Ciencias Atmosféricas de la UNAM, Graciela Binimelis.
Estas restricciones cada vez tienen un efecto más limitado. Lo demostró la contingencia ambiental activada el pasado lunes 13 de mayo. Los dos días posteriores las cifras de ozono ascendieron a pesar de la prohibición a la circulación de vehículos por número de placas. La alerta duró tres días y dos horas, la más larga de los últimos cinco años. Un día despúes volvió a activarse.
Las próximas administraciones públicas que salgan elegidas el 2 de junio tienen un reto gigantesco para reducir la contaminación atmosférica, según los expertos que estudian la calidad del aire. La misión es evitar que más de 6,4 millones de coches salgan cada día a las calles del Valle de México, los cuales emiten el 84% del óxido de nitrógeno y el 26% de los compuestos orgánicos volátiles, los principales precursores del ozono.
Los especialistas en ciencias atmosféricas insisten en que los gobiernos de todos los niveles deben impulsar una mejora del transporte público en la megaurbe, endurecer la legislación sobre los emisores de contaminantes, ampliar las redes de medición de la calidad del aire y buscar un discurso que explique a la población que las medidas se toman para evitar problemas de salud. Los datos también lo creen: este 2024 el Valle de México solo ha tenido aire limpio uno de cada siete días de la semana.
- La restricción vehicular conocida como Hoy no circula, vigente en la capital y 18 municipios conurbados del Estado de México desde 1984, se ha endurecido cada vez más y es doble los días de mala calidad del aire. Y aun así, las contingencias ambientales cada vez son más comunes.
- En parte porque en 2016 la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) descendió los límites para decretar la Fase I de la alerta de 185 partes por billón (ppb) de concentración de ozono en el aire a 155 ppb, el umbral actual. Las restricciones vehiculares han perdido fuerza para reducir la contaminación por el cambio climático.
“Sabíamos que este año iba a pasar. Se está retirando El Niño, hay más incendios, hay más días con calor, el pronóstico estacional de mayo a junio está más caluroso de lo normal, también más seco”, explica Vilichelis. Los sistemas de alta presión que traen estabilidad, calor y falta de viento provocan que los contaminantes no se dispersen y favorecen la creación de ozono.
El programa Hoy no circula poco más puede hacer. “Se han tomado las decisiones más fáciles, que costaron mucho, porque hay oposición por parte de la población a las restricciones vehiculares”, recalca Benimelis. Entonces, ¿qué decisiones le quedan por tomar a los gobiernos en este sentido?
- “La movilidad del Estado de México a la capital hay que abordarla seriamente. La gente tiene que seguir viniendo a la Ciudad de México a trabajar desde los municipios colindantes”, explica la experta en ciencias atmosféricas.
- La encuesta Origen y Destino, la última a gran escala sobre la movilidad en la capital y los municipios conurbados del Estado de México, hecha en 2017, estimaba que en la zona metropolitana se hacían más 6,6 millones de viajes en coche.
De ellos, seis de cada diez los hacía una sola persona dentro del auto. En el Estado de México la gente que va en transporte público hace una media de dos horas diaria. “La inversión en transporte público es difícil de hacer y entonces tiene poca prioridad entre las propuestas de los candidatos”, explica la experta.
Un transporte público eficiente limitaría las grandes emisiones de los vehículos privados. Y podría evitar que mucha gente se enfade con las restricciones que no le permiten tomar el coche para ir a trabajar. “Es un problema mayúsculo, porque la gente lo ve como una imposición y no como una protección a su salud”, sentencia Benimelis.
Nuevas regulaciones
El doctor del grupo de Fisicoquímica de la Atmósfera de la UNAM, Luis Gerardo Ruiz, ve un futuro negro por la polución. “Las olas de calor van a ser más frecuentes, van a durar más tiempo y van a ser más intensas. Vienen acompañadas de episodios extremos de contaminación. A lo más que podemos aspirar es a reducir la severidad de los episodios”, explica. Las medidas adicionales por las que Ruiz opta son regulativas.
- “Hace falta un mejor uso del suelo. Este crecimiento urbano, porque no se puede llamar diseño urbano, condena a la ciudad a un transporte público ineficiente y a los ciudadanos a tener que usar el auto”, cree el experto.
- La industria es otro de los contaminantes del cielo en el Valle de México. Aunque lanza al aire el 8% de los compuestos orgánicos volátiles (COV), precursores del ozono, Ruiz cree que desde la administración central hace falta una nueva normativa.
- “La Ciudad de México sí tiene una norma sobre la emisión de COV en la industria. La Federación ha fallado desde hace años en elaborar una norma para las emisiones de COV por la industria”, denuncia.
El candidato de Movimiento Ciudadano a gobernar la Ciudad de México, Salomón Chertorivski, ha defendido a capa y espada el cierre de la refinería de Tula, en Hidalgo, que abastece de combustible a pocos kilómetros a una central termoeléctrica. Ambas administradas por el Gobierno federal.
“Tomando en cuenta el tamaño de la termoeléctrica y la potencia que genera, con cómo está la demanda de energía, cerrar Tula sería catastrófico” explica el experto. Las emisiones de esta industria, además, solo afectan al Valle de México cuando el aire sopla hacia el sur. “En la capital se nos olvida que tiene un impacto mucho mayor en Tula”, defiende Ruiz a los 115.000 habitantes de la ciudad hidalguense.
- La nueva regulación para evitar las emisiones también se debe centrar en los más de dos millones de hogares del Valle de México. “Hay cuestiones normativas que avanzar. Por ejemplo, la norma sobre el contenido de los COV en productos de limpieza de consumo personal.
- Los mismos fregapisos que usamos para limpiar la casa con aromatizantes para que huela bonito, porque pensamos que si huele bonito está limpio. Entonces eso es más de mercadotecnia que de eficacia de los productos”, razona el doctor en fisicoquímica atmosférica.
Y no solo hacen falta imposiciones. También recomendaciones para que la población no se exponga al aire sucio. “En contingencia usar cubrebocas KN-95. En la pandemia con las recomendaciones mucha gente uso cubrebocas de manera voluntaria. En contingencia debe ser una recomendación. No te va a proteger mucho del ozono. Pero el ozono no viene solo, también hay partículas suspendidas”, explica Ruiz.
Más mediciones de aire
Beatriz Cárdenas es directora de calidad del aire en el World Resources Institute (WRI) y entre 2017 y 2018 fue directora de prevención y control de la contaminación urbana en la CAMe, la institución encargada de medir la calidad del aire en Ciudad de México y establecer medidas de protección.
- “Lo que se debe seguir haciendo es expandir la red de monitoreo a más puntos de la zona metropolitana. Parte de las decisiones que se toman o la evaluación sobre si la gente está expuesta a la contaminación salen de datos robustos”, explica. En el Valle de México la CAMe tiene instaladas 29 estaciones de monitoreo.
- Una red más grande, con instrumentos especializados en medir mejor la calidad del aire, como los que Cárdenas recibió en 2017 del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona y que la CAMe usa en la actualidad, pueden ser claves en pleno cambio climático, que rompe muchas previsiones.
“Otra herramienta que es valiosísima es el pronóstico de calidad del aire. Permite saber cuáles son las características específicas de cada evento y dictar las acciones que sean más efectivas y comunicar mejor”, considera Cárdenas.
En la megaurbe de Nueva Dehli, la ciudad de la India donde se estiman 30 millones de habitantes y considerada una de las más contaminadas del mundo, una red de monitoreo crea pronósticos que permiten saber con antelación cómo mejorará la calidad del aire si se restringen los vehículos. O cómo se evita la contaminación al parar la industria de forma previa.
“Si tienes una herramienta poderosa y confiable como es un pronóstico, en lugar de avisar cuando se pasan los límites de la contingencia, puedes avisar a la gente antes de que pase”, explica Cárdenas.
- Hasta el momento, estos pronósticos nada más se han tanteado. Los expertos en México hicieron una prueba con el Marron Institute, un prestigioso centro de desarrollo urbano de Nueva York, que permitía hacer pronósticos e índices de riegos para personas vulnerables a la mala calidad del aire.
“Para estas personas el riesgo está incluso cuando no llegas a tener niveles altísimos de contaminación. El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias lo probó con grupos de pacientes, niños y adolescentes y se dieron cuenta de que cuando avisas con tiempo a la población susceptible con una herramienta como esta puedes ayudarles a que reduzcan su exposición y, por ende, que no terminen en el hospital con sus condiciones crónicas exacerbadas”, define Cárdenas.
Por la mala calidad del aire en Ciudad de México mueren prematuramente entre 8.000 y 14.000 personas cada año, según la Organización Mundial de la Salud. Un problema que los gobiernos de todos los niveles deben afrontar en el próximo ciclo político.
“Tiene que haber esa concientización. La gente tiene que acoger el tema de disminuir la contaminación como un problema personal, que le esta afectando. Y en eso yo creo que ninguna campaña ha sido exitosa”, opina la experta Graciela Benimelis./Agencias-PUNTOporPUNTO