Sacar adelante una reforma fiscal que aumente los ingresos públicos, aunado a acciones como cambios profundos en la operación de Pemex, el pago de pensiones y del costo financiero de la deuda, elevar los saldos de los fondos de estabilización para hacer frente a caídas en los ingresos públicos, y revisar la operación de las obras insignia, son los principales retos de la próxima administración federal en materia de finanzas públicas.
En esto coincidieron Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), y Diego Díaz, coordinador de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), quienes afirmaron que el próximo gobierno tendrá un espacio fiscal muy reducido para hacer política pública.
Los Precriterios 2025 de la Secretaría de Hacienda anticipan que el primer año de gobierno tendrá que venir con un fuerte ajuste fiscal, al reducir el gasto en cerca de 3 puntos del PIB, más de 800 mil millones de pesos.
1. Elevar ingresos fiscales
- Aumentar los ingresos públicos deberá ser prioridad para la siguiente administración. Alejandra Macías del CIEP propone que se inicie recaudando más desde los gobiernos locales, con rubros como la tenencia y el impuesto predial, que están subutilizados. Diego Díaz del Imco expresó que aumentar los ingresos no debe implicar un cheque en blanco al nuevo gobierno para seguir gastando más en Pemex. Dijo que es necesario que se revisen las prioridades para dar más recursos a salud e inversión.
2. Reforma estructural a PEMEX
Los especialistas concuerdan en que en este sexenio se le dio mucho dinero a la petrolera, que a 2023 fue por 1.65 billones de pesos, recursos que se pudieron haber usado en otros rubros como salud, educación o seguridad. Explican que el riesgo es que se mantengan estos onerosos apoyos en la siguiente administración, sin el respectivo compromiso de hacer rentable a la empresa, y que esto pueda afectar la nota soberana del país. Consideran que son necesarios cambios profundos que hagan viable la operación de la empresa.
3. Financiar las pensiones
- Los expertos del CIEP y del Imco consideran que este rubro de gasto seguirá creciendo en los próximos años, no sólo por el envejecimiento poblacional, sino también por los compromisos adquiridos por esta administración, en particular con la pensión de adultos mayores. Expresaron que a estas presiones se suman las recientes iniciativas aprobadas y las promesas de campaña, las cuales se enfocan en ampliar la cobertura de las pensiones. Por eso expresaron que este rubro de gasto se deberá analizar muy bien.
4. Hacer frente al costo financiero
- Macías y Díaz expresaron que la siguiente administración heredará un oneroso pago de intereses y comisiones de la deuda, derivado de los aumentos de las tasas de interés en los años anteriores. Explicaron que estos compromisos ineludibles restarán espacio fiscal, razón por la cual es necesario que se planteen nuevas fuentes de financiamiento del gasto no sólo para hacer frente a este compromiso y al de las pensiones, sino para que se pueda realizar política pública en áreas económicas y sociales.
5. Recuperar los Fondos de Estabilización
Los expertos alertan que la próxima administración tendrá el reto de iniciar sin suficientes recursos en los Fondos de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) y de Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF). Explicaron que ambos hoy están casi 90% por abajo del nivel que tenían al inicio del actual sexenio, y que eso hará vulnerable al país si se presenta una crisis económica o un choque petrolero que reduzcan los ingresos públicos. Por eso es necesario que se haga una reforma para que estos fondos tengan ingresos recurrentes y estables.
6. Operación de las obras insignias
Los especialistas comentaron que habrá que estar atentos a que las obras insignia del actual gobierno, como la refinería Dos Bocas, el Tren Maya, y el Aeropuerto Felipe Ángeles, e incluso la aerolínea Mexicana de Aviación, no ejerzan mayores presiones de gasto. No sólo en su fase de culminación a que tengan sobrecostos, sino que los ingresos que generen sean suficientes para poder siquiera cubrir sus costos de operación, y por ende que no haya necesidad de otorgarles subsidios que quiten recursos a otros rubros del presupuesto./CONGRESO-PUNTOporPUNTO