El dirigente nacional del PRI, Alejandro «Alito» Moreno, aplanó su camino para la reelección en el cargo.
- Con una Asamblea Nacional a su favor, aunque con delegados priistas inconformes al interior y al exterior del recinto donde se reunieron, el líder tricolor logró la aprobación de la reforma a los estatutos que le permitirán reelegirse hasta por ocho años más.
Una vez que el INE apruebe los documentos, los órganos de dirección deberán convocar a una asamblea para renovar la dirigencia nacional, que ocupa «Alito» Moreno desde 2019.
«Las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas durarán en su función cuatro años, y podrán ser las electas hasta por tres periodos consecutivos.
- «Las personas actualmente titulares de la presidencia y la secretaría general podrán participar en el proceso de renovación, considerándose su elección inmediata anterior, como la primera de las que prevé el citado precepto», indica la reforma aprobada.
- Moreno estuvo arropado por legisladores con quienes ha hecho mancuerna para modificar los documentos, y líderes locales e integrantes de cúpula tricolor que tienen posiciones aseguradas en el Congreso.
A la asamblea no asistieron liderazgos priistas que cuestionan las intenciones de «Alito» de reelegirse.
- Afuera, delegados tricolores inconformes reclamaban la maniobra de «Alito» y acusaron que no se les permitió ingresar al salón donde se llevaba a cabo la reunión. Incluso, Alejandro Arévalo, delegado de la CDMX, rompió una de las puertas de cristal del auditorio, debido a que no se le permitió ingresar.
Tras la aprobación de los estatutos, algunos priistas gritaron «¡No reelección! ¡No reelección!», por lo que los militantes a favor del dirigente contrarrestaron con «¡Alito! ¡Alito!».
- En el documento avalado por mayoría se argumenta que alargar la permanencia en los cargos no es arbitrario, sino que es una práctica «mundial», que ha permitido a los «líderes consolidar su posición y ejecutar proyectos de largo plazo».
- Con esta reforma, también se le darían más facultades a «Alito», entre ellos elegir a los coordinadores parlamentarios e incluso controlar las deudas del partido.
En su discurso, el líder priista llamó «cínicos, lacayos y esquiroles al servicio del Gobierno» a quienes en las últimas derrotas renunciaron al partido.
«Ellos fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el Pemexgate. Hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial. Y eso le costó al PRI.
«No vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas, transparencia y los vamos a convocar a que cumplan con su responsabilidad», exclamó./CONGRESO-PUNTOporPUNTO