La presencia de mujeres en cargos de elección popular creció 71 por ciento en los cinco años recientes y con ello casi se pudo alcanzar la paridad de género en la Cámara de Diputados y el Senado, así como en algunos Congresos locales; sin embargo, se mantiene una importante brecha con los hombres en las presidencias municipales y gubernaturas.
A los registros locales, estatales y federales sobre cargos de elección popular da cuenta de que actualmente mil 385 mujeres encabezan una alcaldía u ocupan un escaño, lo que representa un incremento de 576 puestos públicos obtenidos mediante el voto de la ciudadanía respecto de 2015.
- Los números por sí solos reflejan un avance en la lucha por la paridad de género, pero todavía existen rubros donde las costumbres políticas no permiten un acceso total a las mujeres. Un ejemplo de esto son los gobiernos municipales, donde solo una de cada cinco alcaldías es dirigida por una mujer actualmente.
- Nancy Gómez Vargas, quien tiene 34 años y es presidenta municipal de Chicoloapan, Estado de México, señaló que el camino para ser alcaldesa fue muy difícil, “sobre todo en mi municipio, que tiene fuertes costumbres y un arraigo muy fuerte hacia el género masculino en el tema de la política”.
Gómez es una de las 536 presidentas municipales que actualmente ejercen en el país y declaró que lo más difícil de gobernar como mujeres demostrar en todo momento que tienes la capacidad y el conocimiento necesario para estar en el cargo (…) y con las propuestas que presentamos desde una visión femenina la gente poco a poco va aceptando y reconociendo que las mujeres somos pieza clave de la política”.
Puestos totales
Hasta 2020 se contabilizaban 4 mil 251 puestos de elección popular totales, de los cuales 32.6 por ciento son ocupados por mujeres. A pesar de que todavía no se alcanza una representación equitativa entre ambos sexos, se observa una mayor presencia femenina en la vida pública del país, pues en 2015 el porcentaje de participación femenina solo era de 18.8 porciento.
- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que la paridad política “es necesaria para que las mujeres contribuyan a la toma de decisiones que afectan sus vidas y se beneficien del proceso de la democracia”, y destaca que en México se ha logrado un mayor número de mujeres electas para el Congreso, con lo que ha alcanzado una proporción más equitativa entre hombres y mujeres.
Los archivos históricos de la Cámara de Diputados revelan que en los primeros años de este siglo sumaban 118 diputadas federales y para 2015 esa cifra subió hasta las 199 curules. Actualmente las mujeres cuentan con 241 lugares, lo que representa un incremento de casi el doble en lo que va del siglo.
- Respecto a las diputaciones locales, las mujeres han alcanzado casi una paridad de género al controlar 48.5 por ciento de las mil 120 curules disponibles en los Congresos estatales, mientras que en 2015 ocupaban 34 por ciento.
Para las elecciones del 6 de junio existe la posibilidad de que por primera vez las mujeres sean mayoría por encima de los hombres, ya que el Instituto Nacional Electoral aprobó que parala reelección de diputados, los partidos políticos garanticen, por encima de otro derecho, la paridad de género.
Incluso, en los próximos comicios las mujeres encabezarán tres de las cinco listas por circunscripción electoral y deberán postular a mujeres indígenas en por lo menos 21 distritos electorales por el principio de mayoría relativa.
- Otra situación favorable para las mujeres se ha presentado en el Senado, donde actualmente 63 mujeres ocupan un escaño, lo que representa 49.2 por ciento de los 128 escaños. En esta cámara se ha presentado un incremento todavía mayor, ya que desde 2004 el número de legisladoras ha aumentado en 167 por ciento y en el lustro recientes el aumento fue de 28.6 por ciento.
Cuenta pendiente
Además de los municipios, las gubernaturas son otro aspecto por mejorar en la paridad de sexos, pues actualmente de las 32 entidades solo en dos hay una mujer al mando: Claudia Sheinbaum en CDMx y Claudia Pavlovich en Sonora.
Para reducir la brecha, la ONU señala que “la democracia paritaria propone un nuevo modelo de un Estado inclusivo, tal como lo propone la Agenda 2030, y un nuevo pacto social donde la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres sea una realidad”.
En ese esquema, la mayor participación de la mujer en la política aumentaría la calidad y legitimidad democrática, establecería una igualdad real en el acceso al poder a nuevas leyes y políticas; y, sobre todo, se lograría una transformación en las relaciones de poder, lo que contribuye a generar nuevos roles y prototipos para las mujeres./CONGRESO-PUNTOporPUNTO