Sin considerar los resultados del TLCAN, los inversionistas observan una nula reactivación de la economía mexicana, que provoca cautela por lo menos para los próximos dos años, afirmó el sector privado.
- “La incertidumbre de lo que pasará con el TLCAN, aun cuando las negociaciones bilaterales entre México y los Estados Unidos prácticamente han concluido, sumado a la volatilidad del tipo de cambio que ha vuelto a tomar fuerza y el repunte de la inflación.
- Además de las expectativas sobre las acciones que tomará el nuevo gobierno, han llevado a una mayor cautela sobre la evolución de la economía en lo que resta del año y los dos siguientes”, estableció el centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Al menos hasta el año 2020 las expectativas no anticipan un mejor desempeño de la economía en su conjunto, insistió.
- Para los analistas del sector privado, a estimación promedio de crecimiento para los próximos diez años es de 2.5%, lo que parece anticipar que la economía mantendrá un avance inercial e insuficiente para satisfacer las necesidades de la población.
Aunque, aclara que no se considera aún el impacto que pueda tener al acuerdo final que resulte de la renegociación del TLCAN, ni las políticas económicas instrumentadas por el nuevo gobierno.
- De acuerdo con los resultados de la Encuesta Sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado anticipan que el promedio de crecimiento del PIB para el presente año será de 2.14%, lo que significó su segundo ajuste a la baja de manera consecutiva.
- Para el 2019 se espera un avance de 2.16%, que en este caso representó su tercer ajuste a la baja. No obstante, después de haberse corregido a la baja en dos ocasiones seguidas, el pronóstico para el 2020 se elevó a 2.36%, aunque es evidente que esto no refleja señales de un dinamismo importante.
- Dado el ajuste a la baja en los pronósticos de crecimiento para el presente y el siguiente año que anunció el Banxico y los que se reportaron en la Encuesta de Expectativas del Sector Privado, se anticipa que en lo que resta del 2018 y en todo el 2019, el ritmo de avance de la economía mantendrá un comportamiento inercial, que también resentirá el efecto de un nuevo sexenio.
Las cifras indican que estacionalmente el primer año de cada gobierno el PIB reduce claramente su tasa de crecimiento, advierte el CEESP.
- Sin embargo, existe la confianza de que las acciones que tomen las nuevas autoridades contribuyan al fortalecimiento de la estabilidad macroeconómica, de tal manera que pueda observarse una mejora en el ritmo de crecimiento económico y la creación de empleo en los próximos años./ CON INFORMACIÓN DE EL ECONOMISTA- PUNTOporPUNTO