Con otro proceso electoral en puerta, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) nuevamente apuesta por reforzar su coalición Juntos Hacemos Historia que, además de los partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México, suma a otras fuerzas que perdieron sus registros a nivel federal, pero mantienen células en algunas de las entidades que renovarán gubernaturas.
- Como en 2021, los remanentes de Nueva Alianza, desaparecido a nivel nacional en 2018, anunciaron que se sumarían al bloque de Morena, confirmando una candidatura común en Hidalgo, no obstante, la dirigencia local de Oaxaca rechazó integrarse a la coalición bajo el argumento de que “los partidos locales no tienen dirigentes nacionales”.
Morena aceptó en su coalición a partidos que no solo perdieron el registro a nivel nacional, sino que también tienen nula presencia en los estados a renovar gubernatura
Tras su efímero paso por las escena política nacional en 2021 y de intentar participar por su lado como Fuerza Solidaria Progresista, Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas también se integraron a la coalición. El primero con presencia en Quintana Roo, Hidalgo, Oaxaca, Aguascalientes y Durango, mientras que el segundo solo en este último estado.
- Habiendo perdido el registro nacional tanto en 2018 como en 2021, el Partido Encuentro Social/Solidario se mantiene alineado a Morena mediante su alianza en el Senado de la República y la gubernatura de Morelos con Cuauhtémoc Blanco. Aunque no cuenta con partido local en ninguno de los estados que se renovarán este año.
- Además de mantener vigentes a estas fuerzas en vía de extinción, Morena también se alió con partidos netamente locales, como Unidad Popular en Oaxaca o el Movimiento Auténtico Social en Quintana Roo. Siendo que, en 2021, también sumó a su bloque al Partido Sinaloense, la Unión Democrática de Coahuila, Chiapas Unido y Mover a Chiapas.
Sobre esta estrategia de alianzas del partido oficial, Reporte Índigo entrevistó al doctor Nicolás Loza, profesor-investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, quien comenta que las alianzas “amplias e ideológicamente incoherentes” no son sorpresivas, sino que son la tendencia dominante en el sistema electoral mexicano durante los últimos 20 años.
“Sería muy raro que Morena enfrentara solo cualquier proceso electoral porque el electorado mexicano sigue siendo muy proclive a votar por partidos grandes, dominantes, en este caso Morena, pero es tal la fragmentación del voto que el aliado puede proporcionarles los dos, tres puntos porcentuales para ganar la elección, o bien las bancas legislativas para lograr mayorías”.
- Como ejemplo señala que fue Morena el partido más votado en 2018 y 2021 por una amplia mayoría y fueron sus alianzas con PES, PVEM y PT las que le permitieron “inflar” su bancada en la LXIV Legislatura, haciéndose con el control de los órganos de gobierno de la Cámara de Diputados. Repitiéndose un fenómeno similar, pero menos efectivo, en la legislatura en curso.
“Suele hablarse mucho de un problema ideológico, si son totalmente oportunistas, pero hay que ser muy cuidadosos. Es verdad que hay mucho pragmatismo, pero Morena particularmente, en eso se parece bastante al viejo PRI, es un partido muy diverso en donde hay gente verdaderamente de izquierda, otra de derecha conservadora y mucha de centro”.- Nicolás Loza, Profesor-investigador de FLACSO
- En ese sentido, postula que es el presidente López Obrador quien actúa como el fiel de la balanza, por lo cual no se pueden desacreditar como oportunistas alianzas como la que mantiene con Encuentro Solidario. Pues “todo el discurso pastoral del PES, es el discurso pastoral de López Obrador”.
- En contraste, el doctor Gustavo López Montiel, profesor de ciencias políticas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, cuestiona si, como en su momento lo hicieron PRI y PRD, Morena no sobrevalora la capacidad estratégica de sus partidos aliados, que parecen ganar más con esta coalición de lo que gana el partido oficial de ellos.
“Morena lo que está haciendo es tratar de blindarse, pero en algunos estados no tendría necesidad. Hay acuerdos en estados donde estos partidos presionan a la dirigencia de Morena para, a cambio de que reconozcan su capacidad electoral, por mínima que sean, vender un porcentaje de votos que Morena piensa relevante. En términos de estrategia no lo sería tanto”.
Si bien coincide con el doctor Loza en que, ante contiendas que se perfilan algo más complejas, un aliado que ofrezca un punto porcentual puede marcar la diferencia, el doctor López Montiel también destaca no solo la hegemonía de Morena, sino que hay fuerzas políticas que actúan de otra manera en este momento.
- “En buena medida, los partidos grandes, como Morena en este caso, podrían prescindir de estos partidos al punto de que hay partidos relativamente medianos, como Movimiento Ciudadano, que necesariamente le resta votos, cómo le pasó en Campeche, por ejemplo, a la oposición del PAN-PRI-PRD”.
Con excepción de los remanentes de Nueva Alianza, brazo político del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, también recuerda que “estos partidos que perdieron el registro surgieron como aliados de Morena”. Así como que será hasta 2025, pasadas las próximas elecciones presidenciales, cuando puedan volver a solicitar su registro nacional./CONGRESO-PUNTOporPUNTO